Kiosko bar El Tobazo

Una atención muy buena por parte del todo el personal.Un sitio muy bonito para comer junto al rio, todo vallado para tranquilidad si vas con niños.La comida buenísima

Fuimos a las 20:15 mi pareja y yo en busca de cenar carne con el fresco del río. Salimos muy satisfechos.De entrantes pedimos gazpacho y un pincho moruno. El gazpacho muy rico, casero y perfecto para compartir. El pincho moruno ha sido el más tierno y sabroso que hemos probado nunca. Además, con la bebida nos trajeron una tapa.Luego, de carne pedimos entrecot de ternera y costillas de cordero. El entrecot estaba en su punto, muy jugoso y con gran sabor. Las costillas muy buenas también y cantidad ideal.El servicio excelente, muy atentas las camareras. Era temprano, martes y había poca gente, por lo que pudieron prestarnos mucha atención.El ambiente ideal, tienen luces muy bonitas que encienden cuando empieza a oscurecer, el río al lado y una valla que protege a los clientes de los jabalís que rondan la zona.En definitiva, un sitio para volver, calidad muy buena a un precio ideal. ¡Volveremos seguro!

Siempre que subimos a la sierra hacemos una parada obligatoria en el Tobazo la comida espectacular sabores en las carnes que ya se han perdido en las ciudades!!! Si hay avispas se las espanta estamos en plena sierra!! Y la verdad no son nada lentos, además si toca esperar pues se disfruta mas tiempo del entorno!!!!

Fuimos a cenar y espectacular.... Por eso volvimos a comer. Un lugar con un encanto mágico en un entorno privilegiado, tranquilo, a la orilla del río escuchando sus aguas... Y por la noche visita de los jabalíes. Los platos muy bien cocinados y en su punto y las carnes a la brasa muy sabrosas. Si vuelvo a Cazorla volveré a este sitio

Todo espectacular. 5 estrellas son pocas para valorar un lugar con comida de la zona tan bien conseguida.

Unos de los mejores chiringuitos en el que he estado, a parte de las vistas que es algo que se da por supuesto, el servicio y la comida han sido espectaculares. Recomiendo las costillas a la miel y el pollo a la brasa... están tremendos.Gracias por la magnífica experiencia!!

Una joya a los pies del Guadalquivir.Es fácil de aparcar y está señalizadoA pesar del calor infernal estaba protegido por algún lona/toldo y vaporizadores de agua.Luego se puede acceder directamente al rio y remojar los pies sin problema.Una maravilla que mejor no dejar escapar.

He comido muy bien en los últimos años y este pasado sábado ha sido un desastre.Servicio lento, descoordinado. Tras llevar sentados más de 15 minutos por fin nos preguntan qué queremos de beber, pedimos dos jarras grandes de cerveza y nos traen dos tubos ( sin una triste aceituna que si ponían al resto de mesas)Para comer pedimos un plato de tomate,carne de monte adobada y solomillo de ciervo a la brasa, así como otras dos cervezas ( esta vez pedimos tubos).Nos traen el plato de tomate , nos comemos el plato de tomate y nos traen el solomillo de ciervo ( recuerdo al camarero que falta la bebida y pido pan para la carne). El solomillo completamente frío, se lo digo al camarero y de malos modos se lleva el plato para calentar. Traen la carne adobada y las dos cervezas, no el pan. Se lo recuerdo y nos da tiempo a comernos sin pan la carne adobada y por fin nos traen el solomillo de ciervo que se habían llevado a calentar, completamente pasado y como un zapato. Vuelvo a recordar que falta el pan y por fin lo trae el camarero (cuatro trocitos muy pequeños para dos personas). Nos comemos el solomillo con dificultad para masticarlo y aparece el camarero con un platito con aceitunas y nos dice, la tapa que os faltaba(manda narices que no me lo pones con las dos rondas de cerveza y me lo pones cuando he terminado de comer , para postre..)Yo ya no sabía dónde meterme del cabreo que tenía porque gastarme 50 € en un bar de sierra y comer bien no me importa, pero comer mal a ese precio cuando por la zona están los menús a 16€ …Para rematar viene el camarero a preguntar qué queremos de postre y le decimos que por favor traiga la cuenta y completamente insistente rozando la impertinencia nos empieza a relatar la carta de postres .Nosotros le decimos que muchas gracias pero que no queremos postre que nos traiga la cuenta a lo que espeta “ pues vaya”.La cuenta no llega y después de 10 minutos tiene que ir mi marido a pagar a la barra, donde por cierto le cobraron de más ya que le cobraron las cervezas como jarras en lugar de tubos. Mi marido se dio cuenta y le abonaron la diferencia en metálico.Una pena porque las próximas veces que vayamos a la sierra no nos arriesgaremos a ir ahí.Por cierto que el descontento era evidente en más mesas. La de al lado tuvo que devolver el plato de macarrones del niño porque se lo pusieron con atún . Otra mesa se estaba quejando de que no les ponían la bebida y estaban comiendo a palo seco …Una pena..

De vuelta de ver el entorno del río boroso, hemos parado aquí a refrescarnos un poco. Y viendo la oferta que tenían hemos comido. Para los niños Macarrones con tomate. Y es literal, son macarrones con tomate, sin carne, sin atún, sin nada de nada. La verdad es que no les ha gustado. Tampoco había nada más que les cautivara. Nosotros por el contrario hemos comido de lujo; carne adobada de monte, trucha a la parrilla y alitas de pollo a la parrilla para los niños. Guarnición de patatas a todo. Cerveza con tapa de morcilla muy buena. Servicio muy correcto. Entorno muy chulo junto al río. Volveremos a cenar otro día. No le doy 5 estrellas por el detalle de los macarrones. Se lo deberían de currar más en ese sentido. Todo por menos de 50 euros calidad-precio muy bueno.

Las bravas buenísimas, la carne a la brasa espectacular, y las costillas a la miel...tremendas.Y por destacar, las dos chicas que nos atendieron lo hicieron por encima de su deber siendo muy atentas y especialmente agradables.De todas nuestras vacaciones donde mejor comimos y estuvimos.Las vistas de 10, y ver el río y jabalíes da un encanto especial.