Albergue a Fábrica da Luz

Estuvimos alojados varios días en el albergue y estuvimos muy a gusto. Encontramos todo muy limpio y muy cuidado, tanto en el interior como en el exterior del albergue. Sara nos atendió fenomenal y nos puso unos desayunos muy completos y muy bien presentados. El entorno es precioso. Muchas gracias por todo y seguid así!!!

Brutal experiencia, acabamos de rebote allí porque nos estafaron con una casa rural y salió mejor de lo esperado. Os recomendamos las tiendas colgantes(para los más intrépidos), la comida muy rica y en los alrededores hay muchas rutas por hacer (algunas más complicadas que otras). Además se ubica cerca del río para un chapuzón fresquiño". Y por último la atención inigualable graciass!!"

Hemos estado comiendo tras hacer el recorrido de las pasarelas del río Mai. Se puede bajar y aparcar el coche, porque casi todo el mundo lo deja arriba en la carretera. El trato la comida y el entorno han sido geniales. Carta corta pero intensa, y buenos precios.

El albergue está en un lugar incomparable. La atención y la disposición con la que Sara nos ha atendido los 4 días que hemos estado han sido INMEJORABLES. UN DIEZ a este tipo de alojamientos

Es un sitio en entorno privilegiado, rodeado de bosques, paz y silencio. Tenies rutas para recorrer. Y ya esta....El alberque no hemos conocido desde dentro, ya que hemos venido solo para dar un paseo y comer alli (previa reserva), por lo tento no voy opinar sobre ni limpieza, ni el mismo servicio. Pero quiero dejar mi opinion, siempre para mejora! No hemos visto ninguna papelera en todo el recinto, menos los contenedores de arriba, la mesa para comer fuera (el barril), bailando y en muy mal estado, en la carta de menu pone para compartir, que pena que no pusieron cuantos gramos entra en el plato, por que hemos pedido una ensalada+entrecot para compartir, y para 3 personas como eran 8 mini trozos de carne, uno de nosotros solo toco 2 trozos+2 (DOS)patatas fritas. Servir todo en la piedra pizarra (que ya es fuera de la moda por cierto), super incomodo. No sirven el pan....precios por las nubes. Recomiendo ir alli para dar un buen paseo, y recomiendo traer bocadillos de casa.

El hotel lo miramos, pero finalmente no pudimos alojarnos en él por la planificación del viaje.Estuvimos comiendo en la cantina después de hacer la ruta por las pasarelas. El sitio muy agradable, había un columpio para el peque. Dentro donde los baños es la fábrica muy chula de ver, muy recomendable, repetiremos y probaremos el alojamiento. Y la comida muy buena, nos quedamos con ganas de probar los pimientos rellenos de tortilla de patata, que se acabaron.

Estupendo albergue. Esta en un lugar precioso y aislado. El edificio en si tiene atractivo como antiguo edificio industrial. Como albergue, además de la habitación comunal, tiene habitaciones dobles. Los baños son amplios. La comida está muy buena y el bar es muy agradable. La pareja que atiende el establecimiento es amable. Es muy buena base para excursiones por la zona, en bici o a pie.Para llegar en coche, es fácil pasarse el desvío de la carretera si no se ha estado antes. Se puede aparcar muy bien en la misma puerta.

Comimos allí aprovechando que hacíamos una ruta que empezaba y acababa allí y nos llevamos una grata sorpresa. El rollo de repollo y la sopa de castañas estaban buenísimos!

No dormimos en él, pero si que hemos desayunado antes de ir a pasear por las pasarelas del río Mao, que se inician justo alli. Para desayunar, lo recomiendo.

Mas que del albergue, voy a comentar la experiencia en la cantina del lugar después de realizar la ruta de las pasarelas. Nos quedamos a comer, que aunque no estaba planeado, estábamos muy a gusto tomando algo y se hizo tarde, y decidimos quedarnos. Producto de calidad, de cercanía,de temporada y riquísimo y con un buen servicio y gusto. Repetiría, no llego a 15 euros por cabeza 6 platos, lo siento pero sólo hice fotos de 3.