Restaurante 'El Adelfal'

Cada verano volvemos a este pequeño rincón con mucho encanto en pleno Parque Natural de Sierra Mágina a orillas del Río Cuadros. Una exquisita cocina en un entorno único donde se detiene el tiempo. Se adaptan perfectamente a la organización de todo tipo de eventos (véase el desayuno que nos prepararon). El servicio exquisito y el trato excelente. ¡Hay que ir y disfrutarlo!

El sitio precioso. La atención del chico estupenda, pero estaba el sólo, al principio fue un poco lento el servicio, normal, yo pondría otro camarer@ más. La comida buenísima, un pelín cara, pero el sitio y la calidad lo merece

Restaurante con inmejorable ubicación en la orilla del río cuadros. Puedes llegar con el coche hasta la puerta por una pista de tierra o dejarlo en el parking de asfalto y caminar 5-10 minutos. La comida y la atención estuvieron bien en general pero fueron bastante lentos en servirnos. La presa duroc no estaba hecha a la brasa tal y como ponía en la carta.

Lugar acogedor ubicado en una zona privilegiada de Sierra Mágina que, fusiona una cocina creativa con productos de calidad de la zona con el aire fresco y el aroma natural del entorno. Decorado con buen gusto para pasar un rato agradable y con un buen servicio.

Vaya por delante que la comida es exquisita y de gran calidad. Me dejó muy impresionada el helado de aove que sirven como acompañamiento del tomate aliñado. Los precios acordes al entorno privilegiado en el que se ubica el negocio, el precioso adelfal de Bedmar, si bien, las raciones son algo escasas.Como punto negativo, reseñar que el personal es claramente insuficiente en fines de semana, lo que hace que se demore mucísimo la atención. Además, nos sirvieron algo que no habíamos pedido, pero como llevábamos tanto tiempo esperando, nos pareció bien. A la segunda cerveza no le pusieron la tapa y ya no nos apeteció reclamarla.

Tuvieron mucha paciencia pues llegamos tarde por la mala comunicación que tiene, pero una vez allí....merece la pena. Andrés, el camarero, te alegra la estancia con su simpatía y saber estar. La comida, muy buena, éramos diez personas, pedimos torreznos, pisto y luego individual hubo caldereta de cordero, potaje de garbanzos con Pulpo, presa y algún otro, muy bueno. El postre, entre lo dulce del bronnie, la tarta de queso o la naranja preparada, espectacular con la canela. Precio dentro de lo normal. Por cierto, el río al lado con su sonido, claridad y limpieza le hace mucho. En verano se debe de estar de cine

No voy a a volver, he esperado la eternidad para que me sirvan.Nada más entrar se habían olvidado de mí reserva, menos mal que tenía la confirmación por wassap. Y luego es la primera vez que pienso en irme de tantísimo que hemos tenido que esperar.Que conste que yo no soy nada exigente, es la primera vez que pongo algo tan bajo.El sitio es genial, en un sitio precioso, bien decorado, al lado del río. La comida está bien, rica y abundante. Los platos, decoración de la mesa y sillas comodas.El sitio es una maravilla, único, el adelfario más grande de Europa.El camarero era muy agradable, y en la espera nos ha puesto una cerveza de consolación por la espera y un chupito al final. Nos ha dicho que es que la cocina es pequeña pero entonces sino están preparandos, que ponga cosas frías y a la plancha, pero entramos a las 2 y hasta las 3:45 no nos pusieron de comer a la mitad de la mesa.Y otra cosa que me ha sentado fatal y que por eso se lo pongo una estrella es que ha entrado un grupo detrás nuestra que eran unos 14 adultos y sobre 7 o 8 niños que por ser conocidos de"