Hotel Adeko

Todo genial atención, servicio, el personal muy simpático limpieza habitación diaria y cambio de toallas, relación servicio y precio ideal para familias, el desayuno también y el bar restaurante justo al lado también con pub por la noche para familias majísimos todos nos encantó

El hotel es rústico, está bien si lo que deseas es dormir un par de noches y tal.Pequeño y familiar se podría decir.La limpieza diariamente de las habitaciones es muy muy buena.El desayuno en un buffet más bien chiquito.Las habitaciones se visten con un mobiliario clásico que está en buenas condiciones.El baño tiene una pequeña reforma hecha, la bañera (o placa ducha como en mi caso) no se ha actualizado por lo que eso es un punto negativo.Pocas opciones gastronómicas hay alrededor. Por sí tenéis pensado cenar en el hotel contad con coger la comida antes de llegar.El aire acondicionado es más un ventilador que un aire.La entrada al parking justita, pero luego sí que tiene capacidad, ya que cuenta con dos plantas.El emplazamiento es una pasada, en medio del monte y con un lago cerca y a unos 10 minutos (o quizás menos) de la capital.Lo dicho, lo recomiendo para ir hacer turismo a Bilbao y que sea a modo de dormitorio.

Un lugar donde calidad precio es demasiado caro,habitación doble decepcionante el aire acondicionado tenía los filtros sucios y no daba aire frío, polvo en la habitación, colchones incómodos, muebles rotos, ducha con moho por fuera y por dentro, perdía agua y la botonera de cabina de hidromasaje roto, jabón de sobre el justito. Los muebles estaban como si se hubiera inundado la habitación.Lo único bueno el desayuno lo malo q tienes q cambiar de edificio. La habitación tenía un olor especial no agradable. Nada recomendable

El hotel está situado en el monte, rodeado de arboles y al lado de un rio, todo muy tranquilo. Pero tiene mucho que desear, no cubre las expectativas que muestran en su pág.. web.La habitación es antiguas, mal decorada y a falta de mantenimiento básico: El baño tiene un jacuzzi que no funciona - la tapa del inodoro totalmente suelta (cuando te sientas se desplaza hacia un lado, y al levantarla te quedas con ella en la mano) - El aire acondicionado (un Split) no funciona - etc.El colchón es incómodo, y muy mejorable, sin necesidad de gastarse mucho dinero.La luz de la escalera, entre la planta baja y la 1ª, no tiene interruptores, parece que, según me dijeron, se acciona mediante un detector de presencia, pero éste no funciona. Por tanto la escalera es intransitable, sobre todo por la noche, si no quieres tener un accidente.El personal de recepción son amables y muy atentos, en especial Eder.

Hotel con el encanto de estar en un entorno priviligiado de Barakaldo en Regato. Personal muy amable, divertido y profesional!! A destacar la limpieza de las habitaciones.

Habitación limpia. Recién renovada. Con aire acondicionado. Camas cómodas. El servicio mejorable. La localización y entorno maravilloso. Llegas para descansar pero NO en fines de semana. El viernes por otros huéspedes, venga el hotel no tiene nada que ver. Pero el sábado había discoteca de una boda y hasta las 02.00 de la mañana sin poder dormir. La música demasiado alta. Limpiaron tarde al día siguiente.

Tiene dos edificios y uno ( el que parecía más moderno) cerrado, solo abierto para desayunar. La habitación decadente, ducha rota, humedades en muebles y pared. Limpieza bien pero se nota que no a fondo. Acceso al parking lleno de basura.

Recientemente hemos estado alojados 3 días. Personal encantador, atento y amable. Lugar muy tranquilo a un paso de Bilbao. Los desayunos muy bien y Edu un tío cojonudo, nos orientó muy bien por la zona para movernos.Si volvemos por Bilbao, repetiremos.Carlos.

Habitación de buen tamaño, éramos dos adultos y un niño para el cual nos ofrecieron una cuna.La ubicación inmejorable, rodeado de monte y a escasos minutos de Barakaldo, donde tienes acceso a cualquier transporte.El desayuno muy bien y los trabajadores cordiales.El baño un poco pequeño pero con todo lo necesario.Sin duda, repetiríamos.

Un hotel bien situado a 20 minutos de Bilbao y din embargo muy cerca de un entorno tranquilo con bosques y arroyos cantarines, muy zen. Las habitaciones correctas con leves deficiencias. Como amenities un par de mini pastillas de jabón, por no poner ni vasos. El desayuno es suficiente y el personal correcto.