CASA RURAL ECUESTRE CARMEN MARTÍNEZ

Una maravilla de lugar… Carmen es encantadora y hace que te sientas como en casa, fuimos de vacaciones con los dos perritos nuestros y súper bien!!Sin lugar a dudas VOLVEREMOS!UNAS VACACIONES INOLVIDABLES

Mi familia y yo conocimos a Carmen hace dos años y desde entonces volvemos cada vez que nos es posible, a veces, fines de semana, otras veces incluso para dos semanas seguidas. Nuestra hija no sólo aprendió a montar con Carmen, sino que también descubrió en detalle el maravilloso ser que es el caballo, que puede llegar a ser un amigo si uno sabe como tratarlo. En resumidas cuentas, en casa de Carmen nos sentimos como en la nuestra y por su calor humano y amor por todo lo que hace la consideramos una amiga en el más profundo sentido de la palabra.¡Hasta el próximo fin de semana, cariño!

El sitio es precioso, grande y acogedor, muy limpio todo y la anfitriona es de esas personas que nunca olvidas, estuvimos un fin de semana y la acabamos animando a que se quedara con nosotros.

HorribleNuestra estancia alli fue penosa...Una cama de 1'35 para dos,con un aire acondicionado general para todos(tengas tu mas frio o calor),y un cuarto de baño para seis huéspedes.Además,el termo hace tardar como media hora el agua caliente supuestamente porque hay mucho recorrido hasta el baño...el microondas no funciona correctamente tampoco y el servicio de habitaciones brilla por su ausencia.En tres dias no nos cambiaron ni tosllas ni sabanas ni mucho menos entraron a limpiar la habitación..La estancia solo te da derecho a desayuno que debes consumir antes de las 11...porque si no, desaparece el pan y para mas remate a los huéspedes se les obliga a fregar su menaje....vamos,q lejos de ser unas vacaciones,fueron un cambio de domicilio por unos dias.Las clases de equitación y los talleres matinales tampoco son de propaganda....los niños estan casi toda la mañana haciendo labores varias la mayoría de veces din supervisión,y solo a mediodía cuando mas calor hace y solo algunos días se dan una vuelta y corta,a caballoLa propietaria de amable nada...no me dio factura por nuestra estancia,me hizo pagar en efectivo (decia que con tarjeta no se podia),y además quiso cobrarme la ultima noche la. cual no iba a consumir porque me iba ......todo lo cual me hace sospechar que muy legal todo no era.Por 60 euros la noche habria encontrado cualquier hotel con mas comodidades y en un lugar con mas encanto,porque aquello esta alejado de la mano de Dios en un pueblo con poco atractivo turístico.En fin,para no repetir

Hemos pasado 3 días increibles.La casa es preciosa, muy cuidada y limpia.Carmen una mujer encantadora y muy trabajadora, le apasiona lo que hace y se nota.Volveremos seguro, esta más que recomendada por mi parte.

Totalmente recomendable. Si quieres sentirte como en casa este lugar es idóneo. Carmen te abre las puertas de su casa con total libertad. Por las mañanas tienen los talleres equestres con los niños, dan de comer a los animales, les cepillan, les limpian y montan. Estamos tratando con caballos por lo tanto los niños aunque sean pequeños hay que avisarle que son animales muy grandes y deben tener un mínimo de cuidado y Carmen lo sabe inculcar perfectamente. Si tenéis hijos os animo a pasar unos días y tener contacto con la naturaleza que en la ciudad los estamos perdiendo mucho. Si sois pareja sin niños saber que los talleres hay están por lo tanto la tranquilidad de las mañanas es relativa, pero el entorno es ideal para evadirse del ruido de la ciudad.

El establecimiento es un paraíso. Tiene una escuela ecuestre. Imparte clases a niños y además pueden montar Los adultos. Piscina y jardín. Habitaciones cómodas y confortables. Yo le llamaría hogar. Pero realmente a quien quiero resaltar es a la anfitriona que se merece un 10! Es estupenda, entusiasta y amante de los detalles y de su trabajo. No hay lugar mejor para el descanso y para conocer a personas estupendas de todos sitios. Admite animales y eso es toda una ventaja. Hemos disfrutado mucho y sin duda volveremos. Los desayunos maravillosos y atenciones de todo tipo. Recomendable al 100%. Un abrazo Carmen, a seguir asi de bien.

Un fraude, todo sucio, el baño compartido y un asco, para entrar en la habitación teníamos q entrar por una especie de trastero con somieres, muebles de niño almacenados, maletas llenas de polvo. Luego la habitación un desastre la ropa de cama toda arrugada, el edredón sin funda y desastroso, el agua no era potable y decía una nota q había agua en una nevera , dicha nevera estaba situada en un porche fuera de la casa, un gato paseando por la mesa con los alimentos del desayuno.Vamos un desastre,cuando llegamos no había nadie y cuando nos fuimos tampoco, claro nos fuimos a otro hotel en el mismo pueblo.Ninguna medida anti Covid, es una vergüenza que en pandemia se permita seguir abiertos este tipo de establecimiento sin ningún control sanitario.

Hemos estado 4 días y lo hemos pasado súper bien en familia, la dueña es una mujer encantadora y muy amable, tenéis el pueblo a 3 km para ir a hacer la compra, hemos estado muy cómodo, vamos como en casa. Muy recomendable.

Precioso !!! Inolvidable !!!Carmen nos ha hecho sentir cómo en casa. Tranquilidad, naturaleza, animales y sobre todo los caballos.Mi sueño de niña porfin se hizo realidad.Volveremos si o si.Muchas gracias Carmen eres una gran mujer.