Hotel Lombiña

Recomendable 100%. El servicio muy amable y cercano. Habitación familiar sencilla pero muy limpia, cuidada y con todo lo necesario. Desayuno genial, entorno tranquilo...

Trato excepcional de todo el personal. Estancias acogedoras. Desayunos perfectos

La experiencia muy agradable, recomendable. Me quedé una semana y si vuelvo por la zona repetiria. La habitación limpia, amplia y tranquila. El desayuno buffet muy completo. Y el lugar cerca de la playa caminando a 5 minutos. La atención al cliente muy profesional y majos.

Un hotel excepcional, trato excelente de la propietaria creo que se llama Noelia y del personal en general.La limpieza un diez.Con una piscina preciosa y súper limpia, parking interior y todos los servicios que se le puede pedir a un hotel de estas características.Recomendable sin duda.

Mi remanso de paz.La nueva reforma ha quedado genial.Siempre es un placer volver.

Un lugar familiar, tranquilo... destaca por su limpieza y el trato cercano. 100% recomendable

Lugar tranquilo,buen servicio,el único problema ..la insonorización de las habitaciones no es buena,pero por todo lo demás vale la pena y yo volveré.

Nuestra estancia en el Hotel Lombiña de A Pobra do Caramiñal, Rías Baixas, fue excepcional. Desde el momento en que llegamos, nos sentimos como en casa gracias a la cálida bienvenida. El encanto de este hotel, de su equipo (Chus, Cecilia, Noelia, Pastor, etc…), de sus instalaciones, todas ellas superbien cuidadas, de su ubicación en un entorno costero pintoresco y único, nos cautivó de inmediato, poco más de 30 habitaciones, que tranquilidad, que relax, que descanso. Las habitaciones eran espaciosas y muy cómodas, con terraza y unas vistas impresionantes al mar. Cada mañana, un desayuno buffet muy pensado, variado, organizado y personalizado. La limpieza y el mantenimiento de la habitación eran impecables, y nos proporcionaron todas las comodidades que necesitábamos para nuestra estancia (familia 2 adultos y niña).El entorno del hotel también es un gran atractivo. A Pobra do Caramiñal es un pueblo encantador con playas kilométricas y calas de aguas cristalinas, perfectas para tomar el sol y relajarse, eso si el agua fría no, lo siguiente, ni en los ibones del Pirineo Aragonés está tan fria. Además, pudimos explorar y visitar las Rías Bajas y disfrutar de la belleza natural de la región, A Pobra do Caramiñal como destino es el mejor y también como campamento base ¡No te decepcionará!El personal del hotel fue amable y atento en todo momento, brindándonos amabilidad, cercanía, y recomendaciones para visitar puntos de interés, actividades locales y asegurándose de que nuestra estancia fuera lo más placentera posible.En resumen, nuestra estancia en el Hotel Lombiña superó todas nuestras expectativas. Fueron unas vacaciones perfectas, sin duda volveremos. Recomiendo encarecidamente este hotel a cualquiera que busque una experiencia relajante, cultural, gastronómica, etc para conocer y visitar las Rías Baixas, Muchas Gracias!!Con permiso diré un par de cositas más: Los Gallegos son felices y Galicia es infinita!!A.O.

Desayuno buffet abundante super rico todo, atención un 10, y la habitación donde estuvimos espectacular

Excelente lugar para pasar unas agradables vacaciones gallegas.Ejemplo de buen diseño. CONFORTABLES HABITACIONES . ESMERADO servicio de limpieza, terraza pequeña pero suficiente; servicio de buffet de muy buena calidad para los que apreciamos desayunar bien pero al estilo español.Piscina muy cuidada y playa a tiro de piedra.Paisajes de mar y monte relajantes.Personalmuy amable.Estilo moderno