Restaurante La Arboleda

Materia prima espectacular en un pequeño local situado en una callejuela del centro de Castro Urdiales. Aunque el sitio no está especialmente decorado ni cuenta con vistas al mar, tengo que ponerle 5 estrellas por la calidad de los productos. Es el dueño el que te dice lo que vas a comer, fíate de él. Todo son pescados frescos de la zona. Y el precio, razonable, salimos a unos 55€ por persona, con varias botellas de vino, cuando en Madrid hubiéramos salido q más de 200€ por persona. Lo encomiendo 100%.

Acudimos a comer por recomendación, supongo que en tiempos tuvo buena fama. La comida fue regular (raciones escasas, chuletón tibio, pescado poco hecho) y el servicio poco atento. Para los precios que tienen (nosotros pagamos 40€/pers) te esperas un mínimo de calidad. Nada recomendable y por ese precio hay mucho donde escoger en Castro para comer infinitamente mejor.

Impresentable, esto ya no es lo que era…Hemos vuelto a este restaurante después de haber venido en varias ocasiones anteriormente y haber quedado encantados, cuando hemos estado por Castro.La nueva gerencia deja bastante que desear en cuestión de trato al cliente y hay una excesivo miramiento a lo económico.Éramos 3 en la mesa 1 niño y 2 adultos y nos han traído 2 trozos de pan previa pregunta de cuantos traían. En vez de tres un cesto con varios trozos o reponer pan cuando sea necesario. Reponer pan te reponen, pero pidiéndolo y anotando cada trozo a la cuenta. Cuando ves la cuenta cada trozo de pan a 1€…En la carta pone que el el Pan y Servicio tiene un coste de 1,50 € por persona, lo cual no me parece mal, pero lo que se hace es cobrar 1€ por cada trozo que consumes.No hay carta de vinos, hemos pedido opciones de vino blanco, únicamente dos opciones y sin comentar precio, hay que pedir presupuesto y el camarero (que dicho sea de paso es muy servicial y amable) parece que no lo sabe, avisa a la jefa que le dice lo que cuesta cada una de las dos botellas (18€ y 28€) y que aún estando delante de la mesa no se dirige a los clientes, se lo dice al camarero y este seguidamente nos informa.La ración de croquetas 12€, el problema viene cuando te las traen y ves que son unas croquetas congeladas que no están mal, pero no se puede cobrar semejante salvajada, el precio de la ración corresponde a unas muy buenas croquetas hechas a mano.El entrante ha tardado en salir mucho y no digamos los platos principales… unos 30 min después que las croquetas.La gerente ha tenido la desfachatez de salir en pleno servicio a cenar tranquilamente y la cocinera (solo hay una persona en cocina) habrá tenido que hacer su cena dándola prioridad antes que a los clientes. Y como digo los tiempos de espera de los clientes muy excesivos, lo cual te hace pensar lo bien que funcionaba este restaurante con sus dueños anteriores.Cuando llegan los pescados, después de mucho esperar, ves que el atraco que te han metido con el Rodaballo a 30€ y la mísera cantidad que te traen (la mitad de una pequeña cola) da la sensación de que se están riendo de ti como cliente.Bien cocinando estaba, eso hay que reconocérselo a la cocinera, porque lo que es la propietaria está únicamente a sacar los ticket de los clientes, a ver su teléfono móvil y a salir a hablar continuamente con los conocidos que había fuera.Desde aquí la voy a poner una frase de Peter Lynch a esta “empresaria”:“La gente no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, en lugar de ello, decide arruinarse rápidamente.Sinceramente

La relación calidad/precio no me parece la idónea. Fuimos con una expectativa recogida de las reseñas en Google. Pero en realidad nos hemos encontrado con una cocina nada del otro mundo a precios elevados, eso si, estaba buena. No repetiría. Camareros simpatiquísimos el local coqueto pero algo pequeño.

Hemos disfrutado comiendo en este restaurante, nos han gustado todos los platos, tanto entrantes cómo segundos, muy buena calidad, bien cocinados y buen servicio. De postre pedimos tarta de queso y torrija, ambas espectaculares

Fuimos por recomendación y la comida estaba muy rica. Tomamos zamburiñas y rodaballo. Quizás el rodaballo fue demasiado costoso (96€), pero estaba muy rico. La atención por parte del camarero fue espectacular y siempre estuvo muy atento

No puedo comentar la comida no nos dieron opción hoy.. dia 13.12.23 Reservamos hace 20 días una mesa para 3 a las 2.30 nos pidieron telefono y nombre ..llegamos a Castro lluvia torrencial viento...conseguimos por fin nkontrar el restaurante y Sorpresa !!persiana bajada a cal y canto...nadie nos aviso del cierre y que no abrían los miércoles ya que la reserva estaba hecha para hoy 13 y miercoles. Os podéis imaginar la cara que se nos kedo..la impotencia la falta de respeto por parte del restaurante .llamamos y llamamos y nadie cogía teléfono. Esperamos y nada..al final tuvimos que optar por encontrar otro sitio El marinero y a gusto. Acabo de llamar hace 15 minutos me cogió supongo la dueña porke se creyó con derechos...poca educación... ponía en duda que hubiéramos llamado ya ke supuestamente no abre miércoles...luego ke kien había cogido la reserva...una chika! pero su nombre no sabiamos...que había tenido problemas con empleados..y yo me pregunto eso la exime de llamarnos unos dias antes para decir no vengan que esta cerrado? Y evitarnos el viaje? Por último hablé y había colgado.Viva la Buena educación...En este restaurante deben de tener varios libros donde anotan las reservas y no se comunican ni se ponen de acuerdo... Vergonzoso...sin ética y una mala praxis..y visión del.negocio como no va tener problemas con los empleados (eso me lo ha querido contar para disculparse de habernos dejado en la calle hoy......no puedo hablar de su cocina y de la calidad....pero como dueña de un restaurante la calidad personal la tiene en algún fogón del siglo pasado. NADIE DE MI ENTORNO Y LOS KE LEEN MIS RESEÑAS INTENTEN IR PORK LOS DEJA N LA CALLE Y LUEGO TE INTENTA DAR LA VUELTA A LA TORTILLA

Es pequeñito, nos atendieron muy bien. Lo único que buscábamos una mariscada y nos pusieron lo que tenían y salió bastante caro, no había centollo, ni nécoras, etc. Estaba muy bueno, pero muy caro comparada a una parrillada de mariscos.

No se me ocurre un sitio mejor para comer en Castro. Como a menudo en muchos restaurantes, y en La Arboleda he encontrado la combinación perfecta de calidad con una carta ajustada (para poder dar un servicio de calidad,), atención y precio. Un diez para Angela, una persona con iniciativa y visión para sacar adelante un restaurante que marca la diferencia con la cocina tradicional de Castro. Un 10

Muy lenta la cena, entramos a las 21.30 y salimos a las 23.50, no avanzaba la cocina, para más inri, antes de servirnos el primer plato estuvimos más de 15 minutos para una ensalada, en la cual nos sirvieron la.bebida, pero no sé dignaron a un triste aperitivo mientras que esperábamos. Es la segunda vez que vamos, la primera vez muy bien, pero hoy...... En fin, hay que tenerlo en cuenta