Venta del Término Hotel y Restaurante

Buena atención y son amables. Hemos pedido el menú mexicano y estaba muy rico, la pena que salía la comida algo fría. No se puede pagar con tarjeta, si admite bizum.Volveremos para probar los calçots

Habíamos reservado a través de Booking una habitación doble con desayuno. A la llegada, la dueña nos dice que el desayuno no entra, que si lo queremos lo tenemos que pagar. Le enseñamos la reserva y obcecada en que es un error, que tienen otros precios más elevados por ser semana santa. Le decimos que no es nuestro problema, que lo resuelva con Booking y que nos debe respetar la reserva. Nada, de ahí no la sacas. Nos dice que nos invita a NO alojarnos porque le estamos dando voces ya que no aceptamos que nos respete el precio sin desayuno. Alucinante. Por suerte sólo se le ocurrió cobrar el desayuno, con no aceptarlo, arreglado. Pero, y si le hubiera dado por decir que el precio de la habitación es más elevado? Ajo y agua?La pena es que al día siguiente teníamos un compromiso en el pueblo y no nos podíamos ir. Porque a pesar de lo que despectivamente nos dijo su compañero, que a ver dónde íbamos a encontrar alojamiento ya y a ese precio, claro que lo había, y hasta más barato, en Miranda de Ebro por ejemplo. Justo esa misma mañana estuve mirando; ahora con la pandemia se encuentra fácilmente alojamiento asequible el mismo día, incluso siendo semana santa. Parece mentira que no sepa cómo está la situación. Y con tal de no dejarles un euro, nos habríamos ido gustosamente.Contacto con Booking para exponer el problema. Al día siguiente, al ir a pagar (encima no cogen tarjeta aunque anuncien que sí; ya no queríamos ni discutir, solo irnos) nos dice que finalmente podemos tomar el desayuno. Como? Para eso tanta pelotera? Y nos lo dice cuando ya nos vamos, a la hora que tenemos la cita? Nadie ha sido capaz de avisarnos antes de que íbamos a poder desayunar? Que nos hemos ido casi a las 10:30, tiempo han tenido de sobra de avisarnos. Claro, sabiendo que lo vamos a rechazar por falta de tiempo, así cualquiera. Obviamente, Booking había hablado con ellos y arreglado la confusión" (bien por Booking) pero nosotros nos enteramos tarde

Reservamos para comer a la vuelta del salto del Nervión. El restaurante está chulo con su chimenea pero le faltó un calentón antes de llegar nosotros para caldearlo y encontrarlo más agradable.Pedimos croquetas de boletus, tremendas.También pedimos revuelto de boletus que estaba bueno y chuleton tierno, sabroso y bien presentado. Gente muy agradable.Nos invitaron a chupito.

La comida estaba muy buena, especialmente unos pimientos asados con bonito (todo ello casero), el chuletón estaba también muy bueno, aunque la ensalada de queso de cabra no tenía queso. Mi queja no es por la calidad de la comida, sino porque no nos advirtieron que estábamos pidiendo demasiada comida y te dejabas las manos cortando un chuletón de 4 cm de grueso con un cuchillo que no cortaba, y no es eso lo que espero en un plato de 65€.En definitiva, buena comida pero excesivamente cara (107€ dos personas sin vino, solo 4 botellines y agua). El restaurante no está a la altura de los precios que cobra.No repetiré.

Me encanto el lugar! hice una reserva mediante Airbnb, la comunicación con ellos, el precio y el trato siempre fue claro, amables y resolvieron mis dudas. Tengo que añadir que la comida es muy rica ya que también cuentan con comida mexicana. Los dueños siempre al pendiente de lo que llegara a necesitar.Lo recomiendo al 100%, con gusto vuelvo a hospedarme ahí.

Estuvimos 2 noches alojados. La atención por parte de Natalia y Xavi espectacular. La comida cocinada con buen gusto y esmero, a buen precio ( pese a lo que veo de otras reseñas) el chuletón increible, la ubicación demasiada relajada a mi gusto. Lugar ideal si buscas relax. Las habitaciones correctas, la cama SUPERcomoda y la bañera hidromasaje un acierto total.

Estuvimos comiendo aquí. Todo estuvo muy rico y recibimos muy buena atención. Tienen mesas dentro y fuera, a elegir. Y el pueblo es muy bonito. Merece la pena visitar la plaza porticada, la iglesia y el castillo, así como la Ermita de las Heras. Y a las afueras, el Granero de San Francisco y el Monasterio del Espino. Un pueblo encantador y con muchos atractivos.

El sitio es bonito pero la cocina mal y el precio peor. Revuelto de morcilla, callos (aceitosos e insípidos), café y vino 39,20€, algo incalificable. No pares si no estás a punto de morir de inanición. (el pan 0,70€).No trato de lastimar a nadie, lo siento, el menú es mediocre y el precio en los cientos de restaurantes que hay en la península (eso sí, bien cocinado, no pasa de 15€, simplemente desorbitado).Simplemente, he pasado una vez y me habéis metido el estacazo, espero que le sirva al siguiente.

Un restaurante para descubrir.Hemos llegado de forma casual hasta este pintoresco, cuidado y bonito restaurante, donde nos han dado de comer de forma excelente.El trato ha sido especial y familiar.Después de comer hemos descubierto Santa Gadea del Cid y nos ha fascinado su particularidad histórica y su buen estado de conservación.Una visita doblemente imprescindible.

Hemos pasado un fin de semana increíble con un trato excepcional. Los dueños son muy agradables y cercanos, las habitaciones son muy cómodas y la comida es de muy buena calidad. En resumen, volveremos.