Campamento ¨Cabanas Miradoiro do Ézaro¨

La ubicación aunque un poco de difícil acceso, es preciosa, por la noche soplaba el viento y oírlo mientras se sentía el crujir de la madera o pequeños movimientos al estar elevada fue una experiencia tremenda. El jacuzzi muy moderno, la cama muy cómoda con dobles almohadas. Con el aire acondicionado la temperatura perfecta a tu gusto.Como contra, se menciona en las normas que debes sacar tu las sabanas y toallas y dejarlas en el suelo y la basura tirada, cosa que es cívica, pero a la vez por el precio, mucho más elevado que un hotel de gama media, pienso que debería de hacerse ya por el propio establecimiento.

Un lugar maravilloso ,super tranquilo ideal para desconectar,personal super amable, desayunos completos .Raúl el jefe una persona muy atenta ,las cabañas muy limpias y muy bien equipadas es un sitio perfecto para tenerlo como base y poder desplazarse por toda a costa da morte y poder visitar la zona sin grandes desplazamientos.Muy pero que muy recomendable.

Fuimos un grupo de amigos, con nuestros hijos. Nos encontramos un entorno incomparable, unas cabañas, a parte de bonitas, muy cómodas. El personal encantador y ayudándonos a ver rutas, playas y restaurantes de la zona.Otra ventaja, es que puedes llegar tarde, pues tienen un buzón con una clave donde tienes la llave de la cabaña.Recomendable al 100 por 100.REPETIREMOS.

Las cabañas son súper bonitas, es un lugar muy tranquilo y precioso. Estuvimos muy a gusto. Muy buena atención. Sin duda volveremos!!! Quedamos encantados en general. Muchas gracias

En comparativa con otras cabañitas las habitaciones se nota que son de algo menos calidad. Por lo demás todo bien, la cama cómoda, nuestra cabañita “Paula” a nuestro parecer era la que mejores vistas tenía.El jacuzzi espacioso en el que cogen 2 personas sin problema de espacio. El desayuno lo dan en una casita que está en la entrada y es muy completo, servicio muy amable.El lugar de las cabañitas está bastante alejado y silencioso.

Hemos estado una semana en la cabaña Ainhoa, comentar que todo a sido perfecto, la tranquilidad, el silencio,el abundante desayuno y el buen trato que nos ha dado Mari Carmen y Enrique, ha sido un placer haber estado allí, volveremos, muchas gracias por todo

He ido con mi pareja y estuvimos muy cómodos. En concreto, desde nuestra cabaña (la denominada Paula) teníamos muy buenas vistas. Todo funcionaba correctamente. Comodidad y tranquilidad en todos los sentidos. Logramos el objetivo de desconectar y perdernos haciendo rutas por las cercanías. El desayuno abundante y rico (tostadas, embutido, bollería, zumo y café). Gracias!

Fuimos para celebrar el aniversario. El sitio es muy tranquilo y romántico, ubicado en un bosque. Nosotros estuvimos en la cabaña Andrea"

En mi opinión bastante caro para lo que ofrece y por ubicación, la cabaña esta bien, es normalita, no es de gran calidad en comparación con otras cabañas, trisca bastante y se ven detalles como silicona o tornillos o la manilla rota en la puerta del baño, colchón cómodo y buen jacuzzi, no es de madera es de paneles, las vistas no son gran cosa y en la nuestra (Andrea) teníamos una cabaña delante a cuatro metros y otra al lado a otros cuatro, sensación de poca intimidad con las cortinas abiertas que casi se ve desde el camino si te acercas a la cristalera.No dan servicio alguno en la cabaña, si quieres algo has de ir a buscarlo, tienes que sacar la basura y dejar la loza lavada. La cocina estaba vacía, ni aceite ni sal…debes llevar todo, me enviaron un mensaje diciendo que incluía en el precio detalles de bienvenida textualmente “cafés, bollos, leche, etc.” y tan solo había un cartón de leche dos magdalenas, dos cafés y un colacao, me esperaba otra cosa.El desayuno es básico, no es tipo bufet libre, te ponen el café con tostadas, croissant y napolitana, un poco de embutido y una fruta, sin mas, no tienes más elección, no hay opción de servirlo en la cabaña, lo dan en una caseta en la entrada.En conclusión, esta bien para relajarse y desconectar, pasar un día de relax y visitar la zona de naturaleza, pero para el precio que se paga podrían ofrecer mucho en todos los sentidos.

Hemos celebrado nuestro aniversario en la cabaña Andrea y no puedo estar más contenta de haber elegido este sitio. La cabaña preciosa,el jacuzzi espectacular,la cama comodísima.La cocina perfecta ya que hicimos allí nuestra cena y perfecto.Volvería a repetir sin duda.El desayuno perfecto,en una cabañita en la entrada.Cualquiera de los dueños estaba siempre atento por si tenías alguna duda.