La Toná

Una maravilla de local. Precios baratos. La pena es que está siempre demasiado lleno. El personal es muy amable y trabajador aunque suelen no dan abasto. Han reformado totalmente el local en abril de 2016. Hay que destacar las patatas bravas, los huevos con patatas y las frituras de pescaito.

Comida andaluza low cost pero de buena calidad. Bebidas muy baratas (refrescos desde 0,80€ y jarras de tinto y cerveza a 5€). Por las noches suele estar llenísima, lógico, la relación calidad-precio es buenísima.

Hemos estado hoy y tras dilucidar que ibamos a comer, pedimos huevos rotos con jamón a lo cual el camarero nos dice que se les ha acabado el jamón. Dicho camarero nos lo oferta con chorizo, a lo cual apostilla que están mejores. Una vez decididos y tras una breve espera, el camarero nos espeta que no tienen patatas y tienen que prerpararlas y que tardará una media de 45 minutos. Tampoco hay tortitas de camarones desde hace un mes, nos ha dicho el chico.Pasados 20 minutos la camarera nos dice que otra vez, no tienen tortilla, es más no sabe decirnos de que disponen y que no.Era un asiduo de la vieja Toná, residente en el barrio, pero tras la reforma y el aumento del precio de los platos, no así su calidad y cantidad, dejaré de venir muy a mi pesar, ya que considero que se han cargado un local que era referencia en el barrio a la hora de salir a tomarse algo".Pd: Los camareros nuevos tienen que esmerarse mucho para parecerse un poco a los que había antes"

Fui a este lugar por recomendación de un amigo y desde luego ahora también lo recomiendo yo. ^^Terracita muy aparente, pero nos quedamos en el interior. Te sirven en la barra y te dan un numerito que pones en la mesa donde vayas a estar para así llevar la cuenta de lo que pides. De fondo musiquita flamenca para crear ambiente andaluz, al igual que el estilo de la decoración.El personal es atento y muy agradable, nos recomendó probar el serranito y las lágrimas de pollo. ¡Buena elección! Las dos raciones muy bien de precio y además está muy rico todo.

Estuve el sábado con unos amigos y comimos muy bien, la atención mucho mejor que la ultima vez. Un bar para ir de vez en cuando, tienen producto del sur. Las mejores gambas que he probado en Madrid, encima a 5€. Volveremos.

Ha perdido toda su esencia. Servicio malo. La decoración ha perdido encanto. Y la comida ahora muy normalita tirando a mala. Calamares duros. Huevos con patatas cutres. y Lágrimas de.pollo q hacen honor a su nombre y dan ganas de llorar. Nada recomendable. Hay muchos sitios.por la zona mucho mejores

Bar muy agradable situado en Clara del Rey. Podrás tomas unas cañas, tapear o tomar unas raciones. Suele terminar llenándose así que es mejor no llegar muy tarde, aunque siempre se podrá encontrar un sitio en la barra. Disfruta de rica comida española en La Toná

Dí con este local de casualidad paseando por la calle clara del rey. Entre la monotonía de locales que pueblan esta calle éste destaca con diferencia con su color alegre y claramente andaluz.El local no es lo que se dice espacioso, pero cuenta con algunas mesas y una gran barra, todo esto sin contar la terraza. El trato no pudo ser mejor, el camarero fue muy simpático y nos recomendó un par de platos de la carta para probar.De precios, la bebida no es demasiado cara, el botellín de Mahou está a 0.80€, que no está nada mal oye. Los platazos" estaban muy buenos

Unos impresentables!!!!Voy con dos amigos a la terraza a tomarme unas cervezas y tras esperar más de un cuarto de hora a que se digne el camarero a atendernos, cuando por fin viene, pregunta si vamos a cenar. Le digo que vamos a tomar unas cervezas con unas gambas y nos dice que sólo podemos sentarnos para cenar (las 10 mesas al rededor están con poco más que unas cervezas). Nos dice que son órdenes de su encargado y pedimos que le llamen. El encargado dice que son normas de la empresa y le digo que dónde está avisada esa norma, pues somos clientes desde que el local abrió y que jamás nos han dicho nada parecido. No enseña la carta donde con una letra minúscula en la parte de abajo pone que hay que consumir 6 euros en comida por lo que le digo que perfecto pues queríamos pedimos unas gambas y me dice que son 6 euros por persona. Le digo que eso no es lo que pone y que me está tomando el pelo al no tratarme como a los demás clientes de la terraza y le pido las hojas de reclamaciones. Se niega a dármelas y dice que sólo si tengo una factura de haber consumido en el local, que es justo lo que me están negando al no atenderme. Por no llamar a al policía municipal y perder una tarde/noche agradable con mis amigos decidimos irnos. Es el encargado más inútil que he visto nunca, pues por 12 euros ha perdido como mínimo a tres familias asiduas del barrio, más la mala publicidad que estoy dispuesto a hacer a todos mis conocidos. Podía haberme atendido diciéndome que para otra ocasión sabia las normas y todos tan contentos. Al final nos gastamos casi 60 euros en el local al que nos fuimos y que podrían haberse quedado allí. Lo dicho, no te recomiendo el local donde te engañaran con alguna otra norma no escrita. Hay muchos sitios donde elegir en el barrio.

Se puede decir que ya no es lo que era. A parte del cambio de decorado de un estilo flamenco muy alegre a un estilo apagado y soso, los precios se han subido. Habiendo 3 mesas se han equivocado en el pedido de la bebida y después en la.cuenta...vamos un desastre.