Cafetería 'El Bombón'

La camarera fue un encanto. El trato era muy cercano. Al entrar vi como parecía que todo el mundo se conocían y me sentí una forastera, pero en seguida me sentí como en casa. El café y los croissants caseros estaban riquísimos. El local muy bonito y acogedor también, muy cálido todo. Y unos precios normales, diría que hasta barato para ser casero. Cuando esté en Calatayud sin duda volveré.

The restaurant stole my heart! Dear waitress deserves a medal for her beautiful service. Food and location to town are nice. Though the picturesque town seems to fall apart, my heart has been embedded there. I cordially greet you and wish you all the best. I would like to come back here again. As Poles, we respectfully say goodbye....¡El restaurante me robó el corazón! Querida camarera merece una medalla por su hermoso servicio. La comida y la ubicación de la ciudad son agradables. Aunque la pintoresca ciudad parece estar desmoronándose, mi corazón ha sido puesto allí. Te saludo cordialmente y te deseo lo mejor. Me gustaría volver aquí de nuevo. Nos despedimos respetuosamente como polacos.

Bien para tomar una cerveza con granizado de limón que tienen y que nos recomendó Carlos, de la tienda La Sobresaliente.

Muy buen café en un rincón con encanto! Y sin gustarme nada las torrijas, las de aquí estaba para morirse de ricas!!!!!!

Un sitio majete con buen servicio y mucho ambiente local . Precios normales .

Precios desorbitados, 5,50€ dos cafés con leche tostada minúscula y napolitana cruda.El día anterior pagamos lo mismo por 2 cafés, un pincho de tortilla con queso y jamón y una tostada, el doble de grande, en Bilbao, en un bar al lado del Guggenheim.Sitio muy acogedor en buena plaza llena de vida pero por lo que parece solo apta para pedir un vaso de agua.Mejor irse al supermercado Dia que está enfrente.Si quieres aventura de riesgo ve a los aseos no me mate de milagro además ni si quiera hay papel.

Un lugar tranquilo para un té o un café... Buen servicio y atento, muy ricos sus bollos. Buen precio

Calidad y amabilidad unida que más se puede pedir

Tomamos un desayuno delicioso, con un buen café y repostería casera: croissant de mantequilla, y croissant de semillas relleno de jamón y queso. La camarera muy amable y simpática.