Iglesia de los Jesuitas (San Ildefonso)

Su construcción, que se prolongaría durante más de cien años, comenzó en el año 1629, sobre unos terrenos adquiridos por los jesuitas de Toledo en 1569 donde se encontraban las casas de Juan Hurtado de Mendoza Rojas y Guzmán, conde de Orgaz,​ y que había sido asimismo el lugar natal de san Ildefonso. Pedro y Estefanía Manrique, miembros de la alta nobleza castellana,​ fueron los impulsores de la erección del templo, como quedó escrito en los documentos fundacionales:Por cuanto se tiene por tradición que el glorioso san Ildefonso, arzobispo y patrono de la ciudad, nació en estas casa donde ahora hacemos esta fundación, y por la mucha devoción que nos, don Pedro y doña Estefanía Manrique, tenemos a este glorioso santo, queremos y es nuestra voluntad que la advocación de la dicha iglesia, que así se ha de labrar, sea de este glorioso santo y que su imagen se ponga en el retablo del altar mayor en el lugar más principal.Documento fundacional.​Con un diseño que seguía el modelo de planta de las iglesias jesuitas de Palencia y de Alcalá de Henares y también el de la iglesia del Gesù, que se encuentra en la ciudad de Roma y es la principal iglesia de la Compañía de Jesús. Dicha traza ha sido atribuida a Juan Bautista Monegro, por aquel entonces maestro mayor de la catedral. Sin embargo, no fue él quien se encargaría de la construcción del templo, sino Pedro Sánchez, un hermano jesuita, por lo que los diseños originales fueron modificados, lo que conllevó cambios en la fachada y en la cabecera. El arquitecto jesuita Pedro Sánchez murió pocos años después, en el año 1633, y fue sustituido por otro compañero de su orden, Francisco Bautista, a quien se debe la fachada retablo de estilo también barroco, que domina la ciudad desde su elevada posición. Pasados varios lustros, en el año 1669, Bautista dejaría su lugar a Bartolomé Zumbigo, arquitecto natural de Toledo, quien terminó las torres y la fachada. Ya entrado el siglo XVIII, en 1718 se consagró la todavía incompleta obra, a la que le faltaban aún por terminar la sacristía, la capilla mayor y el ochavo, que contiene el relicario. Casi medio siglo después, en 1765, por fin se pudo concluir la construcción del templo, que en su tramo final había sido dirigida por José Hernández Sierra, arquitecto de Salamanca.​ Desgraciadamente para la orden de los jesuitas, tan sólo dos años después fueron expulsados de España por orden del rey Carlos III bajo la acusación de haber sido los instigadores del Motín de Esquilache, que había tenido lugar en 1766.​ La Compañía de Jesús no recuperó la iglesia hasta el siglo XX.

The interior of the church, with the main nave shaped like a Latin cross, is spacious and white. In this nave, the high dome stands out over the transept. In the transept there are two large baroque altarpieces. On either side of the main nave, there are separate rows of four smaller chapels each, lavishly decorated in Baroque and Rococo styles.

Por 4€ puedes entrar en la iglesia y subir a la torre (130 escalones). La iglesia es bonita por fuera y por dentro. Destaca el trampantojo del altar, no es muy recargada, pero considero que merece la pena pagar la entrada para verla.

La Iglesia de los Jesuitas en Toledo, también conocida como Iglesia de San Ildefonso, es una joya arquitectónica que combina elementos barrocos y neoclásicos. Construida en el siglo XVII, su fachada ostenta una ornamentación rica y detallada, típica del estilo barroco, mientras que su interior refleja la sobriedad neoclásica.Dentro de la iglesia, destaca el altar mayor, decorado con columnas y esculturas que dan testimonio de la maestría artística de la época. La nave central, de planta de cruz latina, ofrece una sensación de amplitud y solemnidad, creando un ambiente propicio para la reflexión.La Iglesia de los Jesuitas ha experimentado diversas restauraciones a lo largo de los años para preservar su esplendor original. Su relevancia histórica y arquitectónica la convierte en un lugar de interés para aquellos que desean explorar la herencia cultural de Toledo y apreciar la maestría artística de periodos pasados.

Sin duda un lugar al que visitar sin falta si pasas por Toledo, coste de la entrada con bastante flexibilidad de cara a descuentos que incluye la subida al mirador de las torres, donde apreciarás unas increíbles vistas. Pero sin duda, me quedo con los detalles del interior.

Merece la pena,... sobre todo subir a la torre, hay unas vistas espectaculares. Aunque no me acostumbro a tener que pagar por entrar en un templo religioso aunque sea poco. La iglesia cuenta con recursos más que suficientes para tener que pagar con la excusa del mantenimiento. Seguramente solo con la voluntad de los visitantes cubrirían el mantenimiento. Al final, un lucrativo negocio.

It is absolutely stunning, especially if like us, you climb the tower at sunset at the very end of the opening hours and see all Toledo from above.Just look at the pictures.Try to purchase the Pulsera de Toledo pass, as the entrance fees are included in this pass.

La iglesia tiene unas dimensiones importantes pero artísticamente no destaca sobre las demás. La verdadera joya de esta iglesia son las vistas desde sus torres. Incluida con la pulsera turística de los 7 monumentos. La visitamos dentro de un tour guiado de Pasearte Toledo que visita 5 de esos 7 monumentos.

Don't miss this cathedral! Not all cathedrals are the same, or served the same purpose. So the art and architecture vary, even just down the street or around the corner. Some may even prefer this to the overwhelming Catedral Primada. There's a lot to see here if you take your time.