Castilla Termal Burgo de Osma

Una estancia maravillosa. Las habitaciones tienen una cama gigante y puedes elegir la almohada que se adapte mejor a tus necesidades. El circuito de chorros no es muy grande pero, como tienen horarios, no está masificado y se puede disfrutar. Merece la pena el circuito de contrastes, es muy intimo y las piscinas están muy bien decoradas. La comida es excelente y el servicio de desayuno es muy completo. Quizá lo peor es el café de máquina que es demasiado flojo. Repetiremos sin duda

Deja bastante que desear. Había defectos en la habitación, pensamos que llevaba tiempo sin hospedarse nadie allí, la puerta corredera del baño directamente no estaba, uno de los cepillos de dientes estaba abierto, las toallas olían fatal y estaban sucias (para nuestra sorpresa, la chica de recepción lo puso en duda cuando pedimos que las cambiaran).El edificio en sí es precioso, pero la atención que ofrece el hotel no merece 4 estrellas.

Hemos estado cinco días esta semana, y la experiencia ha sido fenomenal. El sitio es una maravilla, el personal muy amable y profesional, la cocina exquisita y la habitación perfecta. En cuanto a la piscina termal es muy agradable y el agua muy eficaz para eliminar problemas de piel, entre otros. Volveremos sin duda.

Excelente lugar si te gusta los alojamientos históricos restaurados con lujo y calidad.Disfruta del balneario, hospédate en sus habitaciones o simplemente toma algo en su impresionante patio.Lugar muy recomendable en una localidad con mucho valor arquitectónico e historico.

Siempre he dicho que las comparaciones son odiosas, y cada lugar tiene su encanto. Este hotel ofrece mucho más que una buena comida, su entorno, sus instalaciones, su ambiente.....es digno no ser comparado. El aporte que da un lugar de paz y tranquilidad es mucho más que unas buenas instalaciones. Un lugar para desconectar, para tener una desconexión en un largo año de duro trabajo. Recomiendo con creces este hotel para todo tipo de eventos, incluso en familia.

Tiene un encanto especial, entre romántico y añejo. Cuando entras, parece que cambias de época. Las habitaciones están muy bien acondicionadas. Amplias y cómodas. Muy bien los servicios del hotel (restauración, zona termal, gastrobar, etc.) Los diferentes masajes, te llevan a otro nivel.

El sitio es una maravilla, está muy bien ubicado, a pesar de estar en lo que parece ser una carretera no es nada ruidoso, nuestra habitación daba a la entrada principal y apenas escuchamos ruidos.Por ponerle alguna pega a la habitación, teníamos dos escalones nada más entrar por la puerta y la ventana era bastante pequeña, luego nos dimos cuenta de la fachada principal, era la que menos habían modificado por lo tanto entendimos el tamaño de la ventana.La habitación contaba con todo lo necesario, incluyendo un hervidor de agua y diferentes tipos de té y café para disfrutar en la habitación. Además de una pequeña nevera en la que encontramos dos botellas de agua que habían dejado para nosotros.El balneario está muy bien, y está todo el ambiente pensado para disfrutar del descanso y estar relajado.El personal del alojamiento estuvo todo el tiempo atento con nosotros y nos dieron un servicio excepcional.Por poner una pega, fue una de las personas del restaurante la que no nos prestó unos cubiertos, cuando íbamos a hacer una cena especial de tipo picnic, alegando que no disponían de cubiertos suficientes. La verdad que fue un detalle desagradable y que no nos gustó en absoluto.Es un sitio con mucho encanto y como para repetir. La verdad que nos encantó.

Precioso hotel en un edificio que era una Universidad. Conviene pedir parking g cubierto si es invierno. Son 9€/día pero merece la pena. Gran buffet de desayuno. Muy buenas camas. Piscina termal estupenda.

Nuestra experiencia fue muy buena.El baño en el balneario, genial.La cama muy cómoda.Armarios y luces suficientes.Cocina muy buena aunque (a veces) un poco lenta.Aire acondicionado excelente en habitaciones y recinto.Terraza dentro del claustro muy grande y con muy buen servicio.

Está situado a 3 minutos del pueblo, tiene parking aunque en los alrededores se puede aparcar sin ningún problema. El exterior es bonito, pero por dentro es una pasada. La habitación amplia y muy limpia. El desayuno con mucha variedad (te preparan huevos revueltos o tortillas en el momento). El personal muy atento y agradable. La piscina termal es pequeñita pero está muy bien (mi consejo, espera 30 minutos en la tumbona a que la gente entre y se canse, y podrás estar prácticamente solo en todo el circuito). El gastrobar de 10.