Plaza Mayor de Sigüenza

Magnifica plaza cerca de la catedral de Sigüenza ,llena de vida y terraza todo el fin de semana y con una paz insuperable el domingo tarde , bonitas luces,arcadas y edificios, hay unos bancos para sentarse y disfrutar de verdad.

estuvimos alojados en el castillo parador todo un lujo, un excelente regalo de Navidad de nuestra hijaTodo el pueblo es realmente encantador, romántico, precioso un auténtico viaje al pasadoexcelente visita guiada

Un 10 a este pueblo. Tuvimos el placer de disfrutar de sus fiestas mediavales, que lugar tan bonito. Nos gustaría volver a disfrutar de sus fiestas

Muy bonita y vistas geniales de la catedral. El ayuntamiento es un edificio precioso con un pequeño patio interior que merece la pena

Sigüenza merece ser visitada y sentirse sumergido en la historia paseando por sus calles, disfrutando de la gastronomía de su hostelería y parando a observar la arquitectura y monumentalidad de su casco antiguo.El Parador de turismo, instalado en un grandioso castillo, es toda una experiencia si decides alojarte en el mismo.

Fuimos para un día y cual fué la sorpresa que empezaban las fiestas medievales. La plaza es preciosa, todo Sigüenza lo es, aunque no pude hacer bien fotos de los edificios pq había mucha gente. Pero es la fecha ideal para conocer Sigüenza.

Preciosa plaza, con varios restaurantes con terraza, para poder picar o tomar algo.

Estaba muy adornada. Porque era la presentación del rey y la reina de las fiestas, el bar de lis soportales. Ideal para copiar.

Bello lugar , el casco antiguo de una ciudad acogedora , llena de pequeñas tiendas y lugares de comida increíbles , ideal para pasear y olvidarte del ruido del día a día. Bello paraje .

En el centro del bello conjunto arquitectónico de Sigüenza se halla otra de las plazas castellanas de viejo linaje, la Plaza Mayor, lugar de encuentro de quienes visitamos esta ciudad, pues es título ganado con todos los honores.De planta rectangular, está cerrada por la cara sur por el actual ayuntamiento de doble galería porticada, y por las conocidas como casas de los deanes de dos plantas, que se apoyan en recias columnas de piedra. Por la cara norte, la plaza limita con la Puerta del Mercado y la Torre del Gallo de la catedral. Queda abierta hacia la calle Mayor.Hoy la plaza está bulliciosa, pero alguna vez he tenido la oportunidadde encontrarla solitaria, donde los propios pasos son el único sonido que se escucha. Son dos encantos diferentes.Plaza que nos invita siempre a su reencuentro.