Masia El Palomar

La ubicación es espectacular, las habitaciones y el recinto muy cómodo y agradable. Si se busca naturaleza, tranquilidad, disfrutar de los animales y comer bueno y sano este es el lugar. Pero el sitio no sería lo mismo sin Marisa y Enrique , nos han tratado como de la familia. Hemos ido con nuestras nenas pequeñas de 4 y 6 años y ya quieren volver a ver los caballos y las vacas. Felicidades por el proyecto hecho con tanto cariño!!!

Masia El Palomar, definido por sus propietarios como refugio natural....para nosotros, después de conocerlo, sería Paraíso natural... Lugar perfecto por su ubicación, tranquilidad, paz y armonía. Además acompañado de sus instalaciones y gastronomía. Pero nada de eso podría ser tan perfecto, sin la presencia de Enrique, Marisa y Olga, un equipo perfecto, que trasmite entusiasmo, felicidad y amabilidad. Conocer lugares y propietarios así, con esa ilusión, nos hace tener esperanza en un mundo mejor.Gracias por compartir el pasado fin de semana con vosotros.

We spent a wonderful weekend at el Palomar with hosts Enrique and Marisa last July.  The restoration of their Masia is impeccable and the appointed rooms are elegant yet tastefully simple.  Beautiful decor throughout the Masia with a large dinning room and patio for relaxing drinks.  The perfect wine and exquisitely prepared dinner with appetizers, fish and beef was just fabulous in every detail.!  From our silent relaxing room we had gorgeous views of the peaceful valley and mountains with a few horses, cows and goats tended by our hosts. Our romantic stay was topped off with a bright and tasty breakfast of local ingredients.  What a gem in rural Spain.!  A truly unique experience with warm and friendly hosts that made it special.  Thank you Enrique and Marisa for a wonderful experience.!

Es un lugar precioso!Contacto directo con la naturaleza y los animales. Los peques se lo han pasado de ensueño, han visto hasta un ternero recién nacido y tocado a los caballos, que más se puede pedir?Las habitaciones son preciosas y comodísimas! Nos han tratado como en casa y la comida buenísima.Volveremos seguro!

Nosotros pasamos dos días y una noche en El Palomar, un lugar idílico y tranquilo, fantástico para una escapada en pareja o con un pequeño grupo de amigos. Pensado conectar con el entorno rural.Las habitaciones y el resto de estancias estaban muy cuidadas. Y, si a esto, añadimos su excepcional oferta en comida y bebida, no podemos pedir más. Trato de 10 de su gente, muy hospitalaria y cercana.

Un lugar maravilloso y una atención inmejorable. Hemos pasado un fin de semana increible de desconexion, dando largos paseos disfrutando de la naturaleza y del entorno. El hotel esta genial tanto para parejas, como familias, ya que Marisa y Enrique cuidan cada detalle dependiendo del perfil de cada uno para que la estancia sea estupenda. La parte gastronómica brilla por si sola, hemos disfrutado de unos platos cuidados al máximo detalle, con productos frescos cultivados en la finca.Sin duda, repetiremos pronto!

Un lugar lleno de encanto y sosiego. Sus anfitriones son encantadores, y la cocina combina productos de primera calidad junto al cariño y saber hacer. El resultado es sorprendente. Un placer para todos los sentidos. Gracias por haber creado una atmósfera tan mágica.

It's a gem; we truly enjoyed our visit. The hotel is a newly renovated Masia, with land that houses a handful of cows, horses, goats, as well as an organic garden where vegetables are grown and then served at your table. We are a family of four, and it was great for kids, enjoying nature and taking walks.The location is gorgeous. It's an enclave hidden in a valley within trees and a running river stream. The Masia stands at its heart, at the top, with a spectacular view.The place is owner-run and they are warm, tactful, and readily share their passion for the countryside; it's contagious. They also run the kitchen with fresh organic produce. We loved the wood-barbecued meat and rice dishes.Five stars! We truly enjoyed our visit!

Estuvimos el fin de semana del 17 al 19 de noviembre y nos hemos quedado enamorados , no solo del hotel, sino también de Enrique y Marisa. Dominan el sutil y dificilísimo arte de hacerte sentir como en casa, con naturalidad , elegancia, buen hacer y cariño. Las habitaciones son grandes, bonitas, cuidadas y elegantes; la comida, una absoluta delicia y de calidad extraordinaria, con productos ecológicos de su propia huerta y unas carnes y pescados dignos de restaurante gourmet. ¿Y qué decir del entorno?. Cero contaminación lumínica y el cielo estrellado más maravilloso que he visto, rodeado de silencio y el único sonido de sus caballos, vacas y cabras. Desde ahora, se ha convertido en nuestro refugio personal. Encantados. Recomendable 100%

Estuvimos mi pareja y yo un finde. Fue inolvidable. La amabilidad de Enrique, Marisa y Olga y la calidad de la comida fueron inmejorables. El entorno natural y todos sus animales un auténtico lujo y privilegio. Volveremos sin ninguna duda.