Mas Can Illa

Es un lugar encantador con maría y Miguel silencio total con vistas de película y si cojea media pensión las cenas y desayuno son sin palabras es para repetir i repetir

Es la segunda vez que vamos y muy bien. La casa es una casa antigua, que precisamente x eso me gustó. Y no x ello, tiene menos encanto... El lugar es espectacular. Unas vistas preciosas. Hay vacas, caballos, gallinas, ocas, gatos, perros ... La Sra Roser con nosotros muy agradable, no puedo decir nada malo d ella. Esperamos volver.

No nos gustó nada. Era la primera vez que ibamos, con el tema de que acetaban animales.Al llegar alla : puede entrar ,pero en la habitación no.Teniamos acceso a cocina y comedor , pero los perros no pueden entrar.Entonces para que se admite animales ?El sitio no nos gusto nada. Necesita mas limpieza y buen olor. Reservamos 2 noches. Pasamos 1 ... a la mañana siguiente nos fuimos.No lo recomndaria para nada.

Hemos estado éste fin de semana con una perrita y el trato y el lugar ha sido fantástico, lo recomiendo.

Hermoso lugar, pasamos un fin de semana con amigos. Super tranquilo, hermosas vistas, la dueña de la casa un 10!!! Volvería sin dudarlo

Magnífica casa rural rehabilitada con innumerables habitaciones. Nosotros éramos 22 personas y, aunque algunas parejas tuvimos que compartir habitación, todas tenían baño completo privado: lavabo, WC y plato de ducha. Fuimos un fin de semana de la segunda mitad de noviembre en que no hizo mucho frío pero, de todos modos, con la calefacción y las estufas de leña en la sala no tuvimos nada de frío. La casa es muy rústica pero está muy bien decorada y equipada con dos cocinas muy bien equipadas. La única pega es la calidad de los colchones/camas, que son muy antiguos y para nada cómodos. En los exteriores las vistas son maravillosas, y también se pueden ver un grupo de ocas, un gallo y su gallina y un grupo de gatos muy amigables. El trato recibido por la dueña fue muy correcto, aunque hubo un niño y su madre que estaban alojados en otra casa del complejo que entraban por nuestra casa (la madre a buscar al niño) con total libertad, así que decidimos cerrar las puertas de acceso con llave.

Lugar ideal para desconectar. Apartamento con unas vistas excepcionales, muy bien equipado y limpisimo. Tracto familiar de los propietarios... es decir... te sientes como en casa. Nosotros hemos ido muchas veces tanto en grupo de amigos como en pareja o familia.

Masía en estado aceptable. Muy antigua, pero aceptable. El trato de la señora, deplorable. Habiendo pagado 1100€ por 3 días, le recaba darnos un saquito de pellet para la estufa, a lo que nos recomendó aguantar un poco más el frío. Además, entraba en el comedor sin permiso, aprovechando que no estábamos. En todo momento nos sentimos controlados, pues la señora parecía que nos despidiera cada vez que nos íbamos.La barbacoa estaba agrietada. La señora se quejaba constantemente de que utilizáramos leña para encender el fuego.Su respuesta ante un no se preocupe"

Un caseron en deplorable estado construida a pedazos con la habitaciones conectadas con escaleras estrechas, con mucho desnivel, escalones pintados con pintura normal no antideslizante y sin barandillas para poder salir o entrar sin riesgo.Dos cocinas con la mitad de utensilos en cada una y una barbacoa minimalista. No nos sentimos acogidos con el trato recibido.Nunca recomendaría está casa a mis amigos.

He estado un fin de semana ultimo verano y me ha fascinado. Lugar maravilloso y limpio.Especial para descansar y disfrutar de la naturaleza. Super recomiendo y quiero volver.