Cafetería Kenia

Rapidez, buena atenciòn y variedad para desayunos. Es en el primer lugar de hostelería de Burgos que nos tratan igual siendo de hotel que siendo “cliente de pago”. Y eso se agradece.Echo de menos sus tostadas ahora que estoy en otro hotel.

Muy bien atendidos, la camarera muy simpática y amable, se pueden entrar perros e incluso se saco un platito con jamón cortado para el.Local muy acogedor y bonito, el sitio espectacular, repetiría sin duda. Un 10

La camarera todo el rato al móvil. El café era agua sucia. Se quedaron sobre la mesa.El local huele a sucio

Un sitio muy acogedor y muy limpio. Las escaleras para bajar al chillout muy empinadas, pero aún así merece la pena darse una vuelta. El barman ha sido muy amable y muy atento. Tiene una buena selección de cervezas y de infusiones. Recomendable para pasar un buen rato con tu pareja y/o amigos.

Agradable con bonita decoración. Pero hay algo que no me gusta. El que las cartas de cócteles, batidos, cafés y de comer no pone los precios. Y voy editando sobre la marcha....un rato llevamos aquí, las 21'30 y con mesas a ambos lados de la puerta, ésta permanece abierta. No entiendo, o tienes la calefacción muy alta, que no es el caso, o cierras la puerta.

Uno de los camareros, Andrés, es un currante nato: atiende estupendamente, con educación y amabilidad, rápido y eficiente, pone buena música y está siempre pendiente de que no haya una mesa sin recoger. Los otros camareros que he visto dejaban mucho que desear.Los precios de la carta y los dulces son muy caros.La cafetería es agradable aunque la parte de abajo me parece que no está del todo bien aprovechada.

Lo primero, cuando llego al local me encuentro con una contestación muy borde cuando pregunto a la camarera si se puede pagar con tarjeta, cosa que ya me molesta porque tengo que ir a por efectivo, no es buena manera de retener a los clientes.Segundo, cuando vuelvo y la pido el café, todo bien hasta que la digo que donde se encuentra el cartel donde indica que no se puede pagar con tarjeta. Me dice, borde de nuevo, que el cartel se encuentra en un lateral de las puertas de entrada.Todo esto puede pasar pero cuando me siento a desayunar me encuentro una situación muy incómoda con miradas juzgándome y encima cuando se va la clientela fija (entiendo) se pone a subir y bajar el volumen de la música a su gusto según le gusta mas o menos su canción de reggeaton. Vamos, que es imposible estar tranquilo.El café como dicen en otros comentarios está aguado y es complicado de beber.Espero que mejoren en estos aspectos porque el local es muy espacioso y bonito.

Muy buen trato y un sitio agradable

Llamé por la mañana porque buscaba un sitio para desayunar. En su horario de internet ponía que estaba abierto a las 7:30 (hora a la que llamé). Cuando me cogió la llamada me contestó muy borde como si le acabase de despertar, como si yo fuera el loco por llamar a esa hora cuando se supone que él a esa hora ya tiene que ofrecer su servicio según lo que él mismo indica en la web.