Villa de Ainsa

Pueblo con encanto,la plaza mayor muy bonita con muchos restaurantes.Todas las casas la fachada de piedra.Vale la pena subir con el coche al parking al lado del castillo por un euro dos horas.Del castillo no comento nada es lo que hay

Un pueblo precioso, fuimos temprano para verlo tranquilo y nos encantó.Mantiene las casas en perfecto estado, súper limpio y súper agradable.Tiene mucho encanto y como tiene las calles estrechas, por lo que hace fresquito paseando.Montan cerca de la plaza unos puestecitos que le dan mucho encanto.

Muy bonito, con la magia con la que edificaban los romanos, véase sus calles asfaltadas con piedra o su maravillosa muralla, aunque solo los que vamos con carritos de bebé sabemos lo que ello dificulta, pero en general genial, con tiendas de productos de la tierra y souvenires, asi como buenos sitios donde comer y tomar algo.

Precioso pueblo del pirineo oscense, una villa medieval muy bien conservada y muy cuidada; da gusto pasear por sus calles empedradas. Destacan su plaza principal, el castillo y las murallas de entrada, a las que se puede subir para disfrutar de la panorámica desde una perspectiva diferente. Muy recomendable, merece la pena la visita.

Impresionante pueblo del Pirineo, arquitectura muy bien conservada, es una gozada caminar por sus calles empedradas y contemplar las vistas que desde allí tenemos.

Pueblo con parking gratuito a la entrada del pueblo, con vistas impresionantes, casco antiguo con mucho encanto. Muchas tiendecitas y restaurantes.Plaza mayor muy bonita, casas de piedra y castillo con grandes vistas!!Oficina de turismo entrega plano y explicación concisa. No informa que existe un parking económico al lado del castillo, importante!!!Pueblo recomendable!

Bonito pueblo para visitar y pasear por sus calles empedradas, hay restaurantes y varias cafeterias , recomendable visitar museo de los oficios

Espectacular pueblo de marcado carácter medieval, bellamente conservado. El entorno es igual de estremecedor. Absolutamente recomendable una visita a este precioso pueblo de calles adoquinadas y casas construidas en piedra.

La villa es una preciosidad, pero para pasar un par de horas. Luego, no hay nada más que hacer. Totalmente de acuerdo de que es uno de los pueblos más bonitos de España, pero cuando estás un rato, te invade una sensación como de artificial, de soledad... Parece un decorado de película. El casco antiguo no tiene vida. Allí no vive nadie y solo puedes encontrar algunos restaurantes (demasiado caros) y tiendas de souvenirs. Lo demás son hoteles, hostales y apartamentos turísticos. Al ir en diciembre, casi todo estaba cerrado ya que abren por temporada a partir de finales de marzo. En plena Navidad, había 3 luces en el pueblo (básicamente la de los propios negocios) y ningún ambiente festivo. Precioso, sí, pero triste.

Uno de los denominados pueblos bonitos de España … en el pirineo aragonés … este verano hemos pasado un calor tremendo … pues está muy bajo su nivel de mar …Merece la pena callejear por el barrio antiguo … muy bien restaurados y con mucho gusto y detalleHay que visitarlo de forma obligada