Cafetería Las Conchas Rincón de la Victoria

Ambiente acogedor y familiar. Trabajadores muy amables, y un desayuno espectacular. La ubicación no puede ser mejor.

Desayuno mediterráneo, churros chocolate,zumos varios, gran terraza y salón interior,los camareros muy amables.Recomiendo 100%

La verdad es que nuestra experiencia no fue como para dar una buena nota.No limpiaron la mesa, cosa que ya dice mucho.El pan era del día anterior (mi marido ha trabajado haciendo pan y lo noto de lejos), me pusieron mantequilla con sal, la cual no me gusta y me comí, ya que venía untada, con tal de acabar ya que había bastante espera, pero yo quería una mantequilla normal, sin sal y que en otras mesas pusieron en envase individual y evidentemente cerradas; el café, pese a indicar que con leche natural o fría venía hirviendo, sin sacarina que también había pedido.....Total, que encima nos cobraron casi 16 euros por 4 medias tostadas, tres cafés y un colacao y nada estaba en condiciones.Al menos el chico moreno de la barra fue más atento y educado que el que nos atendió y sirvió.Aunque volviera a ir al rincón no iría allí.Lo siento mucho pero fue un cúmulo de despropósitos

Desayunos a precios razonables en pleno Rincón de la Victoria. El café estaba bueno.

Pésima educación,trato fatal,lo ultimo que recomendaría en el rincon de la victoria, las cosas del suelo la vuelven a poner en bocadillos y alguna q otra cosa mas en fin una guarrada,ni un café me tomo alli el rincon esta lleno de cafeterías por suerte y con buen trato a los clientes y amabilidad y buenos jefes y profesionales a la altura

Horrible experiencia. Vine a primera hora de la mañana y literalmente había 2 mesas. Para ponerme un desayuno más de media hora, soy la primera que empatiza con los camareros y el tema de la hostelería porque creo que es un trabajo bastante sacrificado, pero considero que en más de media hora podrían al menos haberme traído mi batido de chocolate que es algo que simplemente hay que servir. Para no repetir, pero era el único abierto

Le doy una estrella porque menos no se permite.Educación cero, llegas, buenos días, nadaEl joven chiquitillo de la barra, pone un café a un cliente, le cobra, me ve que estoy en la barra esperando y coge y se va para la calle, bien.Me has vacilado una vez, te aseguro que no habrá una segunda.Lugar nada recomendable.

-Chocolate bueno de sabor, pero espeso como el cemento. Clavas la cuchara, y tienes que llamar al rey Arturo para que la saque como si fuese Excálibur.-Pan muy muy tostado, quedando duro y seco. Parece más un biscote que un pitufo. Das un bocado, y se rompe en mil trocitos.-Churros de apariencia magnífica, crujientes y con poca grasa, pero muy salados.-Mala organización al sacar las comandas. Si sirves el chocolate y a los 30 minutos traes los churros... algo falla. (y no hemos sido la única mesa)Sin olvidar que a mesas que han pedido mucho más tarde, les han servido antes los churros.Con los precios de la carta, hay sitios mucho mejores para desayunar (0,60€ cada churro.)

El chocolate y los churros de lujo, como los de antaño. El dueño y el servicio rápido. Ambiente agradable. Repetiremos seguro.

Buenísima atención, desayunos y meriendas aún mejor. Trato espectacular y muy buena ubicación. Muy recomendable.