Posada Real Quinta de la Concepción

fantástica experiencia en un lugar privilegiado.A destacar:-el desayuno, de las mejores experiencias en un hotel todo productos de lugar ejecutado de forma casera y de buenísima calidad diferente todos los dias que disfrutamos.-las cenas, pues como el desayuno o mejor super bien. podíamos elegir entre dos opciones de cena y para los niños también podíamos elegir.-el trato del staff, super cordial y familiar nos informó sobre visitas cercanas y lugares de interés.-zonas comunes, como salon de tele lectura chimenea jardines terraza etc todo muy cuidado y con gusto en la decoración con artículos antiguos muy curiosos y especiales.A mejorar:- nos es que fuera mala la experiencia ni mucho menos pero las habitaciones desentonan con el resto del hotel en cuanto sobre todo en decoración.las camas cómodas y el baño amplio sin mas.

Maravilloso sitio . Las vistas impresionantes. La gatita..... para recordarla. El dueño un gran tipo.Fuimos al Camino de hierro.

Un lugar con muchísimo encanto, lleno de calma e ideal para desconectar. La ubicación tiene unas vistas increíbles del Duero, con instalaciones y servicios pensados con mimo para que el huésped descanse. Enhorabuena a Manuel y Montse, porque la atención ha sido de 10 y los desayunos y cenas merecedores de mil elogios. Una recomendación para todo el mundo, sin duda volveremos!

Cada detalle de la posada está lleno de cariño y buen gusto, un trato profesional, cercano y siempre orientado a tener la mejor experiencia. Entorno con mucho potencial, naturaleza única y lugares preciosos para visitar. La comida exquisita, casera y como todo lo demás preparada con mucho mimo. Un sitio inolvidable.

Es un lugar mágico, ideal para descansar y desconectar. Según llegas transmite mucha paz. El desayuno es buenísimo con productos naturales, los anfitriones son muy amables y cercanos. Sin duda volveremos. ♥️

Si quieres un sitio tranquilo, y moverte desde ahí para ver miradores, u otros lugares por el Duero, o hacer rutas, entre España y Portugal, es tu lugar.Vistas espectaculares, decoración acogedora, desayunos excelentes (todos los días distintos, con zumo, leche, bizcocho casero, tostadas con distintos sabores, frura, todo esto en un mismo desayuno).Cenas previa reserva, también muy buenas y siempre distintas.Todo perfecto.

Un lugar perdido en Las Arribes del Duero. Un auténtico Oasis.El enclave de lujo. El trato muy bueno. Las habitaciones más que correctas.Pero sobre todo... Sus desayunos con productos de la casa son espectaculares.El precio bastante asequible.Lástima que cierren a mediados de septiembre.Totalmente recomendable.

Por su ubicación, si se busca tranquilidad y buenas vistas, este alojamiento es ideal. El trato recibido fue excepcional, con magníficos desayunos y cena servida previa reserva. Las habitaciones necesitan una pequeña remodelación y las que están en la parte más baja, no son muy discretas, carecen de luminosidad, porque la ventana da al paso de acceso y por ello deben estar con las cortinas cerradas todo el tiempo. A pesar de todo esto, es un lugar recomendable

La habitación muy bien, todo limpio. La comida es exquisita, El desayuno una maravilla y la cena ¡Buah! Buenísima. La atención es espectacular, siempre te atienden bien, te recomiendan que lugares visitar en la zona. El paisaje maravilloso, un lugar perfecto para descansar y desconectar. Fuimos la primera vez hace siete años con una niña de 3 años, lo pasamos increíble. Hemos vuelto a repetir con la pequeña de 9 años y le ha encantado, sin duda nos volveremos a ver.

Quinta increíble. Ubicada en un paraje maravilloso junto al Rio Huevra y el Duero al lado de la frontera de Portugal. Posada llena de detalles, en cada rincón encuentras el cariño y el gusto de los dueños.Desayunos y cenas inmejorables, caseros y diferentes cada día.Lo que más nos gusto fue el trato, muy directo. Nos informaron de todas las rutas y lo que había que hacer en los alrededores. Super pendientes de que te encuentres como en tu casa.Manuel y Montse gracias por vuestra dedicación y profesionalidad. Es difícil encontrar lugares como el pequeño rincón que habéis construido en Los Arribes.Volveremos.