Posada Los Condestables

Un sitio con encanto que no me esperaba en la España no tan vaciada. Kiko, el dueño, un señor mayor pendiente de todos los detalles y de que sus huéspedes se vayan tan encantados, que solo piensen en volver. Y las manos de Carmen, su masajista, son mágicas. Toda una experiencia muy recomendable

Hemos estado 2 noches alojados en la Posada, a finales de agosto, en 2 habitaciones diferentes y la verdad que se esta de maravilla, tanto en una (planta baja) como en la otra (planta superior).El trato es exquisito, Kiko es el alma de la posada, es encantador, muy cercano, campechano y amable.Te orienta y aconseja sobre las opciones que puedes visitar por la zona y siempre está pendiente de que los huéspedes estén a gusto.Su personal muy atento.Básicamente para mí tener este trato tan familiar, le da un plus de calidad.Tiene una ubicación perfecta, detrás de la puerta principal de Villalpando, la misma calle dispone de farmacia, estanco, la tienda de Toño (comercio local de alimentación) y termina en la plaza mayor donde encontraras la confiteria, y diferentes bares.Dispone de 5 plazas de aparcamiento, aunque en la misma calle siempre encuentras sitio, la zona es muy tranquila.El patio interior es una maravilla, para sentarse y tomar un cafe, una copa un refresco y disfrutar.Muy recomendable al anochecer, con el ambiente bohemio rodeado de su iluminación.Las habitaciones son espaciosas, con una decoración agradable y muy rustica-castellana, las camas y las almohadas són cómodas.Las habitaciones disponen de bañera y ademas del conjunto de toallas de cara, manos y cuerpo, tienes albornoz.El spa, es pequeño però muy muy completo, necesitas gorro, però si no tienes como fué nuestro caso te lo prestan.Me encanta porque tienen una pared de sal y puedes disfrutar de haloterapia (opcional que en muy pocos spas he visto)Hay una estancia con taquillas por si no te alojas y quieres venir a disfrutar de un ratito de relax. No esta nada masificado, prácticamente entras en familia, o por parejas cosa que es de agradecer y te permite desconectar y vivir la experiencia.Queríamos utilizar el servicio de masajista pero en estas fechas no ha sido posible.El desayuno continental esta muy bien con opciones variadas con cafe, zumo, tostadas, Colacao, crocant, napolitana, caracola, bollo de la casa y puedes repetir de lo que quieras.Las comidas y cenas son muy completas tanto en cantidad como en calidad, comida casera y a buen precio, tanto el menú, como la carta. Muy recomendable el codillo y el arroz con leche.Sin duda es una gran opción para alojarte y poder moverte a diferentes ciudades como Benavente, Zamora , Palencia o Valladolid.Muy recomendable por la zona visitar: la granja de Moreruela, las lagunas de Villafafila, Zamora capital, Ureña ( Valladolid) y Astorga

Pasamos una noche en la posada y es un sitio encantador. Las habitaciones son amplias, cómodas y con todo lo necesario. Los y las trabajadoras son muy amables así como el dueño, quien ha sido súper atento y cercano.Nos hemos dado un masaje (recomendado) y nos queda para la próxima el spa.Sitio para repetir!

Hotel Rústico en un pequeño pueblo de Zamora. El hotel está limpio, las habitaciones son espaciosas y el baño también, el mobiliario no es muy actual pero la verdad es que está muy bien para una noche, la televisión es smartv. En medio de las habitaciones hay un patio y fuera de las habitaciones otro patio, se accede directamente desde la habitación. También tiene restaurante, no puedo opinar porque cene en la plaza del pueblo. Aparcamiento en la misma calle, aunque es una calle estrecha. El desayuno no es muy variado, pero hace su función. Lo mío fue con una caja wonderbox, yo no tuve ningún problema a la hora de reservar.

La dirección empobrece las buenas instalaciones y un personal muy amable. Nuestra experiencia es la siguiente:Reservamos con un cofre de 150 euros en el que entraba habitación suite superior, cena menu degustación y desayuno especial. El resultado fue: menu y desayuno igual.Avisamos que iríamos con perro y al llegar allí se indignaron por tener que darnos la suite (obviamente pagando suplemento por mascota 15€), el agua caliente... brilla por su ausencia (templada es mucho decir y llevábamos un bebé al que bañar). No se queda la cosa ahí, que a pesar de permitir mascota se nos aconseja que los perros y los niños no deberían estar juntos, yo tb podría opinar que la gente mayor debería dar un paso al lado y dejar a las nuevas generaciones labrarse su camino, pero como la suya, es una opinión.

Hemos pasado dos noches en esta Posada y nuestra experiencia no ha podido ser mejor.Habitaciones espaciosas, limpias y con un ambiente genial para relajarte en la bañera que había en la habitación.Desayunos completos.Hemos cenados dos noches y muy bien.El spa es familiar pero completo y prácticamente privado. Lástima que cuando fuimos ya no fue posible disfrutar del masaje.Pero lo mejor sin duda, la atención de todo el personal y sobretodo de Kiko: el alma del lugar. Un señor con el que tener una buena conversación y que además te aconseja qué visitar por la zona.Si tengo que volver, seguro que elijo La Posada de los Condestables para alojarme.

Lugar muy bonito, trato muy amable y familiar, habitaciones amplias y con todas las comodidades. Todo altamente recomendable, incluido el restaurante: raciones generosas a precios razonables. El desayuno, fantástico.

Fuimos al Spa y al terminar una racion de queso de oveja y una botellita de vino, todo muy bueno, el Spa muy limpio y con haloterapia que nunca lo habíamos visto, en los vestuarios hay ducha con jabón , y el señor de recepción da mucha ternura es muy majo.La única pega que pondría es que la experiencia incluía cecina Y queso y a pesar de ver el y" la chica ha insistido en que era Cecina O queso y tampoco nos ha dado a elegir."

Pasamos una noche aquí todo muy limpio, habitaciones cómodas el mobiliario es antiguo pero es la esencia del sitio y baño bien equipado destacar que los champús y geles eran de la marca Rituals que me encanta.El dueño muy cercano y amable el resto del personal un encanto también, por la tarde estuvimos en el spa es pequeñito pero muy agradable, la comida casera estaba todo muy bueno, un sitio para volver!

Teníamos un bono de Spa+comida y genial! Tanto el trato como las instalaciones como la comida (casera de verdad) EXCELENTE. Muy recomendable, volveremos!