Pastelería Trébol II

Decepcionada. Desde que abrió este segundo establecimiento, hemos ido muchísimo, a veces casi cada semana. Croissants, pasteles, tartas... Pero ya han sido 3 ocasiones en las que no nos ha gustado el trato. La primera, una tarta que pedimos sin fresa, y llegó con fresa; la segunda, un brazo de nata que estaba seco en el primer cuarto, como si llevase tiempo hecho y ese trozo se hubiera secado; la tercera, hace una semana en una tarta de cumpleaños pedida específicamente sin fresa, y que llegó con extra de fresa. 40€ de tarta para que el niño no pudiera probarla.Y es que errores tenemos todos, pero la reseña negativa es por el trato posterior al comunicar el problema. Ninguna empatía, ninguna solución, ninguna respuesta. Nada. Total falta de interés. Una pena porque ahora mismo no me apetece volver. No basta tener un buen producto, el servicio es igual de importante, sobre todo cuando hay un problema que tan solo con un poco de...detalle y consideración, hubiera mantenido fieles a unos clientes que llevan desde el principio a vuestro lado.

Productos muy buenos y calidad precio, limpieza, lo recomiendo.

Las barras de pan toscana está muy buena para el día ya que está crujiente, para el día siguiente está más chicloso, pero mejor eso que duro.Compramos 4 pasteles distintos para probar varios y las cantidades son bastante generosas y todos estaban espectacular, por destacar uno, la tarta de chocolate nos pareció brutal, super sabrosa, un sabor exquisito y nada empalagoso.Cada pastel ronda los 2,50€-3€ y las barras de pan 0,80€

Buena variedad de panes y bollería, buena relación calidad precio y la bollería de lo mejor!

Me gusta la panadería, pero es triste que no haya una rampa para acceder al establecimiento y que facilite el acceso a personas con movilidad reducida, alguien que lleve carrito de bebé… Porque el escalón que hay para entrar es bastante alto.

Es una pastelería con obrador propio muy amplia con un montón de surtido y dos chicas majas.El café es de café de cápsula pero no NespressoAunque las sillas y mesas que hay fuera parecen que puedan ser de esta pastelería no lo son son de un bar de enfrente

Buen producto pero con un servicio al cliente pésimo, dependienta con comentarios muy desafortunados y carente de empatía. Una pena pero por lo que leo en los comentarios es algo habitual y no puntual.

Siempre que paso por ahí me gusta llevarme algo, son muy simpáticos y además todo está bueno. Las magdalenas las hacen tamaño XL, ni comparación con esas birrias que venden por ahí envasadas que saben a grasa. Y hacen unas rosquillas que se funden los plomos de buenas que están. Y podría seguir hablando todo el día, pasteles, tartas, roscones... si podéis id y probadlo, que vale la pena. Y el que hace los pasteles, un tal Raúl, un crack. Una vez le pregunté si podía hacer unos bocaditos para un evento donde iban personas diabéticas y no me puso ni una pega.