Restaurante Pensión Arla

Los menús de 19€ fin de semana son una birria, los primeros platos no pasan la prueba y las carnes o bien frías como el cordero asado o casi frías y resecas como la parrillada de carne. Como tantas veces pasa no hay profesionalidad para gestionar la mayor asistencia de gente los fines de semana, los platos no salen como deben de salir. Pero el precio no varía. Te sirvo peor pero te cobro lo mismo.

Olor a fritanga en estado puro. Decoración cutre, sin renovar desde su inauguración, imagino que en los años 60. Camareros que tratan de ser amables, aunque más bien son chuletas. Aceiteras rellenables, prohibidas desde hace tres años. Baños descuidados en cuanto a la limpieza. No hay jabón líquido o desinfectante, en su lugar una pastilla de jabón, prohibida por higiene desde finales del siglo pasado. La comida desde luego no es groumet. En fin un poema.

Acogedor. Está cerca de la carretera y vale la pena parar. Fue una parada técnica para reponer fuerza y no esperamos ver todo esto. Comida casera: alubias muy bien cocidas, el pollo al ajillo nos encanto.Estamos comiendo en la Terrassa, la dueña o camarera nos trató genial. Comimos un menú de 10€ todo casero y muy bueno. Volveremos a parar seguro. Salimos encantados. Lo único es que tendrían que tener habitaciones por hora para hacer la siesta después de esta comilona.

Sorpresa agradable encontrar un restaurante cerca de la carretera con comida casera y muy buen precio. Tienen menú de 11€ y 19€, además de carta. El sitio esta un poco antiguo pero tiene su encanto. El trato es familiar y la comida muy buena. Lo recomiendo si estás de viaje.No le pongo 5 estrellas porque el café tiene torrefacto cosa que ya no es saludable aunque se siga vendiendo en toda España.

Paramos sin conocerlo y nos vamos con un buen sabor de boca. Volveremos sin dudarlo. Comida rica y casera. Un restaurante de los de siempre. Sin grandes lujos, parar y comer bien. Que más se puede pedir?

Comida casera y bien cocinada. La menestra, muy rica, el pollo al ajillo gustó mucho a mi familia, y las patatas fritas son naturales y están muy buenas. Los camareros son amables y eficientes, atienden rápido y se adaptan a todo. Sólo dos cosas hubo que no nos convencieron: la sopa de cocido, que llevaba algún tipo de colorante amarillo totalmente innecesario, y el café, que si bien no era malo, estaba fortísimo. La decoración desde luego que es anticuada, pero se trata de una estética setentera tan típicamente española y tan en extinción que personalmente la encuentro entrañable. Los cuartos de baños están muy limpios, tira uno de la cadena literalmente, y el jabón es de pastilla.

Excelente cordero asado para llevar por encargo. No les conocía y tenía mis dudas, pero el cordero estaba estupendo y un precio bastante bueno. Totalmente recomendable.

Comida rica, casera y variada. Precio del menú 11€. Trato y servicio excelente

Incapaces de servir según orden de primer plato, segundo platoEn los canelones había un palillo.Solo me he comido un primer plato y la bebida, y me han cobrado el menú entero. Se le ha explicado pero han insistido que el menú funciona así. (Con palillos en los canelones?)Recomiendo no tocar este restaurante ni con un palo. Ni con el palo de otro.De nada.Posdata. Estos individuos deben tanto que deben incluso callarse.

Restaurante acogedor. Servicio amable y atento. Comida casera de buena calidad y además muy sabrosa. Los postres son también caseros y una maravilla. Ademas la carta es muy variada. Sin duda repetiré.