Peña de Francia

Visita obligada si viajas por la zona. Las vistas son impresionantes y el santuario es muy bonito.

Unas vistas espectaculares, un lugar mágico sin duda. El único “pero” fue que encontramos la hospedería y la tienda de recuerdos cerrada aunque ello no resta nada a lo grandioso del lugar.

Es un sitio con vistas espectaculares. Es de fácil acceso, tanto para ciclistas como moteros. Se pasa por un camino de bosque antes de llegar.Si tienes suerte, puedes ver las cabras montensas. Hay muchos vencejos, gorriones.Hay un hotel y cafetería. En verano la terraza está abierta mientras te tomas algo en compañía de unas vistas increíbles.

Se alza sobre la sierra que lleva su nombre. Lugar de paso durante siglos de peregrinos y viajeros, que se hospedaban primero en el propio monasterio, y luego en la hospedería construida en el siglo XVI. Se puede subir en coche por la carrerera que serpentea por su cara sur, o por aquella que sube por la cara norte. Arriba suele haber suficiente espacio para acarcar incluso en días festivos. Se puede ver una estación de telecomunicaciones bastante grande, y al lado el monasterio, con los santuarios colocados al este y oeste. Al norte se encuentra la hospedería, que alberga el restaurante y la tienda.Las mejores vistas son las que se pueden apreciar desde la esquina oriental del complejo, donde hay un mirador con un monumento de época franquista. Desde allí se pueden ver bastantes pueblos de la zona, incluyendo Béjar en el horizonte.

Es una visita indispensable si se está por la zona. Las vistas son espectaculares, el santuario tiene mucho que para ver. En la tienda puedes comprar algun recuerdo y tambien dispone de bar para tomar algo. Tambien hay un hotel, pero no se como es.Se puede visitar con niños, pero hay que estar pendientes porque hay zonas no protegidas que pueden ser peligrosas, tambien mascotas.Es un sitio tambien para subir en bicicleta, o haciendo senderismo, aunque es todo un reto.

Un día espectacular, tuvimos la suerte de disfrutar de un mar de nubes

Ya estuve hace unos 18 años y hacia un frío que pela...Esta un poco cambiado pero sigue siendo maravilloso,único, recomiendo visitarla.Las vistas que hay, los carneros o cabras montañesas,los rincones, la gruta, la iglesia, las vidrieras, en fin todo....

La visitamos al atardecer y las vistas son estremecedoras. Recomendamos mucho esta visita, un lugar donde se reúne culto, misterio y una geografía incomparable.

Santuário con unas magníficas vistas a diferentes pueblos de Salamanca. La temperatura era alucinante, 20 grados a las 13h en el mes de julio.