Hospedería Santuario de Lluc

Hospedería increíble , no nos esperábamos este tipo de hospedaje , todo un lugar lleno de cosas que descubrir como museo, jardines etc.Es un lugar tranquilo para disfrutar del silencio y la naturaleza , las habitaciones muy bien en general a falta de aire acondicionado que en su lugar tienen un ventilador convencional , también es entendible puesto que las máquinas de aire le quitarían la fachada atractiva y antigua que tiene , el comedor tiene bufet libre bastante bueno y abundante , el desayuno también tiene embutidos , fruta, bollería y de todo un poco .El servicio de camareros muy atentos y amables , en recepción también nos indicaron el mapa del sitio .Tiene piscina increíble bares en el recinto junto con tiendas de souvenir .Realmente es un espectáculo el lugar .

Nos gusto el sitio muchoEs tranquilo incluso en Agosto,cosa dificil siendo Mallorca.El monasterio es impresionante, los empleados muy amables, como unico punto negativo no dispone de aire acondicionado,unicamente un ventilador,aun asi hemos dormido bien por la noche,siendo verano,porque por la noche refresca.El parking cuesta 4€ para toda tu estancia.Sin problema para aparcar.El desayuno no esta mal,pero es mejorable,le faltan bastantes cosas.El punto fuerte de este sitio es la ubicación.Aunque por dicha ubicación tardas bastante para ir a cualquier sitio.Volveria sun dudarlo

Lugar increíble para hospedarse. Hay que tener en cuenta que está en plena Serra de Tramuntana, por lo que la carretera está llena de curvas y que, para llegar a culaquier destino turístico de la isla, tardarás minimo 45 min.Lugar ideal para descansar, tener tranquilidad y estar en silencio.El entorno es maravilloso y te deja con la boca abierta.Hay algunos senderos que puedes recorrer para descubrir el entorno en el que está ubicado. Te recomiendo que lo hagas! El desayuno es muy, muy, muy completo. Tienes todo tipo de cosas. Las habitaciones son sencillas, con cama, ducha, tv y escritorio. Calidad precio inmejorable. Yo volveré!Gràcies per l'estada i felicitats a tot l'equip!

Nos ha sorprendido, es grandioso, con una iglesia muy bonita y buen cuidada, en una sala detrás del altar, tienen los escudos de todos los pueblos, hay un jardín con muchas curiosidades, muchas fuentes, puedes hacer senderismo, hay muchas rutas, en un entorno natural precioso, también es un colegio de música, tenéis que verlo

Habitación sencilla (sin aire acondicionado) , pero suficiente el trato en recepcion fantástico , todo facilidades y ayuda, el entorno espectacular con unas vistas magníficas, la mayor pega, es que bajamos a cenar a primera hora y un camarero nos informo que al no tener la media pensión no podíamos cenar , ya que al estar llenos no podíamos comer de la carta. Así que fuimos a otro sitio. Por lo demás un lugar donde pasar unos días de verdadero descanso .

Habitación con un pequeño ventilador, sin persianas o contraventanas, solo una cortina, las almohadas son de papel de fumar, el televisor si tienes suerte funciona pero la mitad de las veces no coge los canales. Caro para lo que son las habitaciones realmente, si pagas la tranquilidad del entorno, pero las habitaciones necesitan un reforma total y acondicionarlas para el tiempo en el que estamos. El desayuno algo pobre, aunque la atención de los camareros es excelente.

Un parking carisimo. Un robo a mano armada. Por una hora y cuarenta minutos nos cobraron 8 €. !!!!!Si vais a comer igual os sale más caro el parking que la comida del restaurante.

Me gusta mucho ir a Lluc, la paz, la tranquilidad, el aire fresco y puro de la serra de tramuntana, hacer una torrada y compartir el día con las personas que quiero. Rezar a la virgen para que no nos falte nunca la salud y poder seguir cumpliendo años y sueños... Las habitaciones muy bien, el servicio de la limpieza genial, la tienda de regalos muy bonita con decoración y regalitos para poder compar a las personas que quieres. Excelente!!!

Seguramente el mejor y más visitado de toda la isla. Tanto por las instalaciones como por el enclave en plena sierra de la Tramontana su visita no deja indiferente a nadie. Se respira una paz y una tranquilidad propia de estos lugares con el añadido natural del entorno.

Sitio tranquilo y de retiro para desconectar y entablar lazos con la naturaleza y poder disfrutar del entorno.El lugar es de puro descanso, super tranquilo,da gusto poder respirar paz y tranquilidad.El hospedaje es relajante en su totalidad.Todo muy bien cuidado ,limpio y agradable.Las habitaciones estás bien, la única pega es que no tienen aire acondicionado, tan solo un ventilador,el cual ayuda un poco a pasar menos calor, pero no ayuda mucho. Tuvimos que abrir la ventana para poder dormir algo, ya que a veces entraba aire y se podía dormir algo mejor. Cuando se paraba el aire, costaba dormir aún estando en una zona alta.Las zonas comunes estaban relucientes, los suelos brillaban, los muebles de estilo antiguo eran preciosos y bien conservados. Había poca decoración,pero no se necesita nada más en aquel lugar, con lo que hay, el lugar desprende su encanto por si solo.Dato importante, aunque parezca antiguo, tiene ascensor para las personas a las cuales les cueste subir escaleras.El personal, muy amable y servicial.Los chicos y chicas del restaurante muy bien también.Tuvimos una pequeña anécdota con uno de los empleados, ya que iba a ser despedido y dejar su puesto de trabajo y nos dio información de que nos dejarían mesa para una hora y al final no era así. Lo comentamos al personal, ya que dicha persona ,no estaba allí ya y para resolverlo nos prepararon algo de cenar,fuera de su hora de cocina abierta. La verdad que se portaron muy bien y se disculparon.No por un garbanzo negro, se estropea el cocido, así decía mi abuelo, y cierto es.La comida,decir que estaba todo muy bueno,había variedad tanto el el desayuno,como en la comida y en la cena,todo muy sabroso y los platos bien presentados, insitu felicitamos al personal de cocina.Cada rincón ,desprendía un encanto especial.Había huéspedes de todo tipo, desde turistas moteros como nosotros, senderistas, ciclistas,matrimonios con niños, inclusive grupos de boys scouts con sus jefes de grupo. Dieron ejemplo en todo momento de saber estar, nada de voces,ni gritos,ni risas altas, ya que sabemos que los chavales a una edad se descontrolan.Las noches eran paz y tranquilidad,a partir de las doce todo estaba en total silencio. Tan solo se escuchaban sonidos típicos de grillos, búhos...Una de las mañanas al despertar y asomarme a la ventana de la habitación pude ver cabritas en la plaza,son muy típicas por la zona. Andan sueltas y hay que tener cuidado con ellas,ya que no solo estaban en las cercanías del alojamiento,sino te las encontrabas en la carretera.Sitio turístico,transitado por muchos ciclistas. Las carreteras eran muy estrechas con muchas curvas de horquilla.