Centro Residencial Santa Eulalia. Asociación Edad Dorada Mensajeros De La Paz CLM-Galicia

La atención por parte del personal muy bien. La comida salada e insipida.La instalciones bastante buenas.

no te cogen el telefono llevo varios dias y te dicen que esperes y luego te dicen que llames mas tarde, asi es como puedes pedir una video llamada solo de boquilla por que veo

En cuanto hay un ingresado que sea algo nervioso lo duermen para que no de guerra.SON PERSONAS MAYORES PORFAVOR

Ana la directora es excelente. El personal de la residencia es excepcional. Tratan a los residentes con mucho cariño y profesionalidad

La directora te da la información como a ella le parece bien. Primero te dice una cosa y al cabo de un tiempo te dice otra. La limpieza y el orden en la habitación brillan por su ausencia. Sobre todo dentro de los cajones. Las auxiliares deberían tener un poquito más de empatia con los ancianos que están a su cargo. Les dejan con la ropa de la cama mojada y sucia. Por lo menos a mi madre. Una experiencia nada agradable que espero no tener que volver a repetir.

Ha habido mucho desorden, hablo de años, el personal no está concienciado ni formado, se ha demostrado.

Pongo una estrella porque no deja poner menos... Empezando por la limpieza de la habitación en general ( incluido interior de cajones) y pasando por la ropa de cama y la higiene de mi abuela. Y todo esto, siendo una persona completamente dependiente y encamada, que teniamos que visitar en la misma habitación ( si tenian la habitacion asi de descuidada sabiendo que la ibamos a ver, no se como estarán las que no ven los familiares)También me parece una vergüenza que aún llevando nosotros los bastoncillos para que la limpiaran la boca, tuviesemos que hacerlo nosotros mismos en cada visita.Y luego la poca empatía y profesionalidad de la directora.Enfin, una experiencia súper desagradable y que no recomiendo en absoluto.

Hay un equipo humano maravilloso. Tratan a los mayores con muchísimo cariño

Bien atendido por el personal del centro

Trabajadores cuyo fin es el bienestar del mayor. Demostrado siempre y más que nunca en esta última época que nos ha tocado vivir.