Cafe Casa Da Cultura

buena atención,muy agradablesla tapita muy rica,lo recomiendo mucho

La chica nos atendió en seguida que veníamos deshidratados de la etapa del camino. Y con la bebida nos pusieron una tapa de tortilla muy rica. Fue muy simpática la camarera a pesar de estar desbordados porque estaban dando comidas

Brutal la tortilla de patata después de caminar tres horas desde Padrón para llegar a Santiago.Una lástima que no tengan algo más de personal porque a la hora que hemos llegado iban desbordados.

Trato de 10, muy simpáticos, alegres y atentos.Comimos el mejor churrasco.

Bocata de jamón en baguette, cola y café. 9'10€.

El churrasco muy bueno, acompañado de unas ensaladas y unas fuentes de patatas, la comida perfecta para reponer fuerzas tras la caminata. Los camareros muy profesionales, como los de antes, eficientes, vendiendo bien el producto y dando conversación al que la quiere. Nos atendieron muy bien.

Dueño maleducado, altivo y despota, no quiere peregrinos manifestando que primero los trabajadores, cuando todos somos clientes. Nos dejo esperando sin servirnos. Nos levantamos y nos fuimos. Muy mala experiencia.

Paramos a comer después de andar 44 km y a solo 7 de terminar el Camino de Santiago. Pedimos 4 menús e indique expresamente a la camarera que pusiera poca comida para no desperdiciar alimento (sin que nos rebajara el precio, por supuesto). Nos dijo “no pasa nada, los platos son grandes comer lo que podais” insistí que por favor me hiciese caso que no quería tirar comida. Lo que a priori es una fortaleza (dar mucha cantidad de comida) se convirtió en una debilidad por insistir en tirar a la basura gran parte de los platos.Nos recogieron los segundos platos y pasados 15 minutos como no nos ofrecían el postre nos preparamos para irnos, mientras me acercaba al interior a pagar un camarero vio nuestra cara de enfado y nos dijo “¿no queréis café o algo?” ¡¡¡A buenas horas!!! Total, que nos quedamos sin café.Los 4 menús fueron 60€, después de 11 horas andando es complicado digerir algo así.Ante la evidente falta de atención un gesto comercial por su parte no hubiera estado de más.

Desayuno de tostadas con tomate muy rico. Buena y rápida atención por parte del personal.

Estaba sentada en la terraza que está casi totalmente cubierta de techo y laterales y llegaron un grupo de obreros y se pusieron a fumar todos. Justo en la mesa de al lado, casi pegados. Mi acompañante y yo tuvimos que levantarnos con nuestros cafés e irnos a otra mesa fuera.Le dijimos al dueño nuestro descontento a lo que dijo que no podía hacer nada. Otro camarero nos dijo que vinieramos por la tarde cuando no hay obreros. Somos clientas abituales. Tenemos el derecho de ir a la hora que nos plazca. Pero se ve que el dinero es el que manda y prefiere no molestar a un grupo de obreros que a unas clientas habituales, que aunque siempre van, les reporta menos dinero al negocio. Nos hemos llevado una gran decepción. No sé desde cuándo se puede fumar en una terraza que está casi totalmente cubierta por todos lados. Además de que no nos gusta comer mientras estamos respirando el humo, tengo problemas en los ojos y no me.viene viene el humo. Además, ellos llegaron luego.Repito, una decepción.