Restaurant Escorca

Lugar muy apropiado para comer algunos platos típicos del lugar como el Arròs brut (arroz caldoso servido en olla) o la sopa mallorquina.Por unos 15 euros por persona se come muy bien.

Muy buenos los caracoles y el arroz brut, para repetir

El sitio en sí es bonito, rústico y espacioso en medio de la montaña pero la calidad de la comida y el servicio no me gustó. La camarera nos atendió seca y desganada. Había sólo otra mesa ocupada. Para la terraza no salen a servir.

Excelente ! Hacía años que no me paraba en este bonito paraje; Como buen mallorquín 20 Kms son una burrada"!!! He comido un plato de cabrito espectacular y mi amigo unos "Caminantes con caracoles" de los que aún debe estar chupándose los dedos. Segurísimo que vuelvo en breve. En la carta han quedado muchos platos que

Una gran decepción.Tenía muy buenos recuerdos de este lugar idílico, hacía más de 20 años que no había comido en el.La especialidad, el cabrito, estaba muy bueno, sin embargo el acompañamiento era deprimente patatas de bolsa congeladas tipo hamburguesería y ensalada de bolsa tipo supermercado, las cantidades en todos los platos muy pequeñas respecto al precio que no es muy económico.En mi opinión no es más que dejadez de la dirección y los propietarios.Animo a estos, que hagan un esfuerzo y dediquen un poco más de entusiasmo a su cocina, no es cuestión de dinero sino de esfuerzo y dedicación.Creo que todo el mundo se merece una oportunidad !!

Después de estar circulando en moto durante algo más de hora y media me apetecía descansar un poco y comer algo, y casualmente fui a parar aquí. Pedí un bocadillo de jamón y queso y tengo que decir que me supo a gloria. El pan era una baguette rústica (sabor y textura completamente diferente), aliñado con un rico aceite de oliva, dando como resultado uno de los bocadillos con los que más he disfrutado en mucho tiempo. El bocadillo y una coca cola superaron por poco los 10€, pero teniendo en cuenta lo lejos de todo que está el lugar, y lo que disfruté, me pareció un precio aceptable.

20 años viviendo en Mallorca y no entiendo como no había comido aquí antes. El lugar rústico y muy pintoresco con unas preciosas vistas a la montaña. Las croquetas y el cordero lechal estaban de diez y no recuerdo haber comido antes un tiramisú tan bueno. Sin lugar a dudas un lugar más que recomendable.

No te pares !! lo que parece algo familiar y casero es todo lo contrario ,patatas congeladas junto a una ensalada de bolsa.... la carne normalita.

Es un restaurante de carretera con decoracion rustica y de caza. Hay 2 camareros y un cocinero para todo el restaurante, que es enorme. Todos desganados, con muchas erratas en el servicio. Mucha demora en tomar nota de bebidas y comidas. Varias veces vino el camarero a confirmar lo que habiamos pedido. 3/6 platos que pedimos no estaban disponibles y nos informaron una vez los pedimos. +30' en tener los platos pedidos y la bebida en la mesa. Solo 4 mesas mas aparte de nosotros. Nuestro camarero tiene edad para jubilarse y tiene indicios de parkinson, lo que no es del todo agradable ver como tiemblan los platos que te traen.Tardaron 60 minutos en traer todos los platos a la mesa, trajeron los segundos antes que los primeros. Y a destiempo, cuando yo termine de comer. Mi padre empezaba.El melon con jamon que nos sirvieron fue un desastre. El melon avinado, supermaduro, incomestible para el 99% de personas.No nos lo cobraron, almenos, despues de quejarnos.En conclusion. Lugar antiguo, poco limpio, baños totalmente descuidados. Daban grima. Servicio nada profesional. Lentitud y equivocaciones con las comandas. El resto de platos, almenos estaban bien cocinados y buenos.Pero si lo hubiera sabido, ni de coña voy a comer a este lugar.

Mallorca siempre me sorprende pues cada vez que voy descubro un lugar diferente y maravilloso... Este restaura te situado en plena Sierra de la Tramuntana hará las delicias de cualquier excursionista que camine por la zona. Muy informal perfecto para finalizar la mañana después de una caminata de montaña. Su especialidad platos típicos Mallorquines, el cabrito de montaña, delicioso.