Posada Asador Ribera del Pas

Nuestra valoración es solo del restaurante, ya que no nos quedamos allí alojados. El lugar es muy bonito, la comida esta bien, el entrecot es algo pequeño pero estaba bueno. El trato de la chica que nos atendió no fue muy bueno, quisimos ponernos en una mesa que estaba fuera, debajo de un árbol y su respuesta fue que no, porque tenia que andar unos metros mas con los platos. Lo que mas nos impactó fue que nos cobraron 13€ por una botella de sidra, nos fuimos con la sensación de que se habían equivocado. Para asegurarnos llamamos por teléfono por si habia habido alguna confusión, pero nos confirmaron que todo estaba correcto.

Lo encontramos por casualidad y era de lo poco que había abierto un lunes por la zona, la comida estaba espectacular, las croquetas de las mejores que hemos comido mi esposa y yo. Lo mejor fue cuando volvimos el miércoles a probar el lechazo, agradecí mucho el hecho de que mi mujer no come mucho para poder devorarme toda la carne y casi hasta el hueso yo solito.Los dueños también fueron lo mejor de nuestro viaje ya que su amabilidad y su amor por su sustento se ven reflejados en el trato y el perfecto estado del lugar que se trata de un edificio muy antiguo y debería ser considerado patrimonio.No tengo más fotos de la comida porque íbamos con hambre y arrasamos con lo que pusieron pero el caldo de cocido, el entrecot y el vino que hacen ellos fue una maravilla. Como se nota que en los pueblos se come bien y más cuando lo hacen con amor. Espero volver pronto!

La casa nos pareció bonita y las habitaciones estaban bien. Lo que nos sorprendió fue el precio de las comidas, tanto cena como desayuno. Fue excesivo para lo que nos sirvieron y más en relación a lo que cuesta comer bien por esa zona. Los días siguientes cenamos fuera.

Pet friendly! Sítio acogedor y familiar. Hemos estado en invierno, así que ya ha sido un gusto tener un sitio precioso abierto y que aceptase a nuestra perra. Nos costó unos 30€ por persona (entrantes a compartir y un plato cada uno con bebidas)Lo único era que el entrecot era bueno pero no excepcional.Todo muy amable. Recomendable

Marisa y Jose Luis son los anfitriones que buscamos en nuestras salidas moteras.Trato inmejorable, comida de primer nivel (probar los tomates de su huerta). Facilidades para todo, aparcar las motos, indicaciones de Jose Luis para rutas de senderismo y de moto (off Road), etc.Muy buena experiencia.

Hemos estado seis días allí y todo genial,el personal encantador,el desayuno todo casero y el entorno es fantástico,muy recomendable!!! además de poder llevarte a tu perrito,una maravilla,la limpieza también muy bien.

Espectacular. Estuvimos alojados 4 noches y todo fue de maravilla. El desayuno buenísimo, limpieza 10/10, todo decoradoro al mínimo detalle y con gusto. Los dueños super amables nos aconsejaron rutas para visitar, te atienden encantados y ayudan en todo lo que pueden. En su restaurante se come muy bien. La comida deliciosa.Muchas gracias por todo, sin duda repetiremos.

Muy recomendable el sitio indicado si quieres ir con tus mascotas solo un par de peros …El aire se cobra a parte y el desayuno es algo caro

El alojamiento no estaba mal, el entorno precioso y el servicio correcto. Ahora bien, el recinto lo cierran a las 00:00 aproximadamente, y ninguno de los que nos alojabamos allí podíamos salir ya que no nos dejaban las llaves. Para poder salir debíamos llamar. Esto es un inconveniente, ya que los responsables no estaban allí y si pasaba algún incidente era imposible salir de inmediato.Por otro lado, intentamos que nos cambiaran la habitación por problemas de ruido (era bastante insoportable) y se negaron por completo.

Solo hemos utilizado el servicio de la cafetería, no obstante nos ha impresionado muy favorablemente y hemos tomado nota mental de venir un día de estos a degustar su restaurante.Y qué es lo que nos ha gustado tanto? Pues de entrada el sitio en sí mismo, ese torreón rehabilitado, el jardín tan cuidado, una pequeña huerta, y el paisaje que se contempla desde las terrazas, la del jardín y la cubierta y para acabar la amabilidad de los propietarios.