Parador Costa da Morte (Muxía)

Reservamos en el parador para desconectar y relajarnos y la verdad es que es ideal para estar tranquilo y en contacto con la naturaleza. Cerca del parador esta la playa de Lourido, espectacular y además como somos de caminar nos acercábamos a Muxía, donde nos tomábamos nuestro tentempié. La habitación con terraza y vistas a la playa y lo mejor oír a los pájaros y las olas.

Espectacular ubicación, frente al mar... El Parador y sus habitaciones tienen un diseño muy moderno. Esta alejado de cualquier nucleo urbano, por lo que es buena elección para desconectar.Curiosos ascensores, más bien funiculares.

Un Parador inagurado hace poco (Octubre del año pasado) ubicado en un sitio excepcional, espectacular... mágico diría. Al ser nuevo está todo perfecto, la habitación espaciosa, limpia, con mucha luz, decorada con mucho gusto, con una terraza con unas vistas espectaculares (una de las mañanas que nos hospedamos nos sirvieron el desayuno en la habitación y disfrutamos de uno de los desayunos más tranquilos y románticos que recordamos mi señora y yo). La cama muy bien, cómoda y grande, sábanas limpias y baño muy completo y curioso. Tiene una piscina climatizada pequeña, muy coqueta y con unas vistas espectaculares, ideal para darse un baño y relajarse. También dispone de parking. De precio estuvo bien, incluso diriía que hasta barato por las comodidades y servicios que ofrecen. El peronal muy amable y profesional, siempre atentos y dispuestos a ayudarte en lo que necesites. En definitva, un lugar super tranquilo, ideal para desconectarte del mundo, relajarte y disfrutar de paz y tranquilidad. Nos gustó tanto que es muy probable que el año que viene volvamos y por más días. Y desde luego que lo recomiendo cien por cien. También quiero agradecer desde aquí el trato que nos dispensó el personal. Gracias por hacernos una de las estancias más agradables, más si cabe, que recordamos.

Espectacular!!!! Hemos estado alojados el puente de octubre. La ubicación proporciona unas vistas impresionantes a Muxia y la playa de Lourido a la q se accede directamente. Todas las habitaciones tienen balcón. Rodeado de naturaleza. Atención del personal inmejorable como es habitual en los paradores. Cenamos todos los días y la comida estaba riquísima, el bonito laminado, el rape, las coquetas de queso....y las filloas ya para rematar. Aunque el precio sea más elevado merece la pena.

El Parador es tan espectacular como el enclave en el que se encuentra. Las habitaciones (muy completas y acogedoras, mención especial a la cama) están todas orientadas hacia el mar por lo que, haga buen o mal tiempo, siempre es un placer disfrutar de las vistas. El edificio en general es muy acogedor, luminoso y espacioso, con un ascensor trampantojo" que no sabes si sube o baja y posibilidad de parking cubierto para todos los huéspedes (muy a tener en cuenta si llueve).El spa es bastante completo y no está muy masificado gracias a que hay que reservar hora (y probablemente a que el precio por hora y media no es

Positivo: Magnifico enclave, habitaciones espaciosas y bonitas, arquitectura increíble que prima el diseño sobre lo funcional. Negativo: falta personal en desayuno, tienes que esperar un rato hasta que te sientan, una vez que te atienden no te pueden dar mesa, porque no les ha dado tiempo a recoger y montar una nueva, una vez sentado tienes que esperar hasta que algún camarero te mire para pedir el café y los platos calientes, pasa otro rato. Están desbordados porque son pocos para gestionar el servicio. El resultado es mal servicio, esperas continuas, bandejas vacías porque no les da tiempo a reponer la comida, y mesas sin recoger. En la cafetería pasa tres cuartos de lo mismo, hay un camarero para atender a todo el mundo , a veces no hay nadie porque están metidos dentro y no te oyen, hasta que sale alguien pasa un rato. Por último, hay empleados buenísimos y súper amables pero hay tres en concreto que no son profesionales, y que yo sustituiría de inmediato, como ejemplo una camarera que nos sirvió en la terraza, al molestarle las abejas al servir, dijo : “pu… abejas” , nos chocó mucho que hablara así delante de los clientes. Me ha sorprendido que haya errores de gestión tan llamativos cuando el Director de este hotel viene del Hostal de Los Reyes Católicos y según me comentó alguien que le conoce personalmente es un profesional muy valorado.

El parador esta muy bien en cuanto a diseño, vistas y aspectos que tienen que ver con el edificio. Es una pena que siendo un parador de esta categoria tenga un servicio tan pesimo, muy mala atencion muy poco personal y muy mal organizados. No recogen las mesas estan llenas de menaje durante mucho tiempo, detras de la barra no hay nadie, tardan muchisimo tiempo en venir a preguntar que quieres. Nosotros nos quisimos sentar en una mesa y nos levantaron diciendo que estaba ocupada a otra pareja lo mismo y a una tercera la dejaron sentar. Preguntamos si habia que reservar mesa y nos dijeron que no, pero otra pareja de señores mayores estaba esperando a que la limpiaran para sentarse, claro no levantaron a la que estaba sentada y los señores mayores cenaron de pie en la barra. Osea muy mala organizacion y poco personal. El spa tampoco es gran cosa muy pequeño, ya hay que pedir vez. Los desayunos muy normales y el restaurante tambien mal organizado lentisimos entramos a las 9 y salimos a las 11:30

Hotel excelente para vistar la zona. Todas las habitaciones disponen de vistas a Muxia/playa. El hotel está integrado en la montaña, con ascensores en cremarella. Las habitaciones son amplias con luz natural en el baño (cenital), por poner un pero es que los armarios son sin puertas. Garaje muy amplio y facil de entrar.

Un sitio de ensueño con unas vistas impresionantes. El personal muy amable, tanto recepción como camareros y restaurante.No nos gustó especialmente la decoración. Nos pareció poco “acogedora”.A mejorar: se fue la luz 6 o 7 veces durante el fin de semana. Cierto que había temporal, pero al volver la luz se encendía todo, y en plena noche fué bastante molesto

Situación inigualable. Habitaciones amplias y con preciosas vistas. Decoración y arquitectura, muy vanguardista. En todas las plantas, esculturas,cuadros,fotos,como pasear,por un museo. Un remanso de paz y tranquilidad. Sin contaminación lumínica lo ,lo que hace de unas noches maravillosas. Buenísimo desayuno. Sobra,la piscina, al menos en la ubicación que ahora tiene. Y la falta de intimidad, en las terrazas de las habitaciones, lo que es un poco pena. Un lugar,para no perder de hospedarse,al menos una noche.