Palacio Carvajal Girón

Normalmente no hago críticas negativas, considero que un negocio puede no ser de mi gusto y no por eso debo perjudicarle con una mala publicidad, pero dado que he pagado una barbaridad por la habitación esperaba un nivel de perfección que no he visto. Hemos pasado una semana por Extremadura en diversos alojamientos y no he encontrado fallos en ninguno, y aquí, en el más caro con diferencia sí que fallaban cosas importantes. La habitación contaba con una bañera espectacularmente grande, muy bonita, pero es meramente decorativa, ya que tarda más de una hora en llenarse y cuando lo hace el agua ya se ha enfriado. También tiene dos duchas preciosas, pero muy peligrosas, ya que en cuanto se moja el suelo se convierten en una pista de patinaje. En resumen, mucho triliri y poco tralara.

Precioso hotel muy céntrico, la habitación es fantástica y el baño increíble. Vale la pena alojarse. Sitio tranquilo y con un encanto especial.

El servicio muy bueno. El sitio es una pasada pero que te pongan dos camas supletorias con ruedas juntas con unos colchones que bueno llamarles malos eds un halago no me parece lógico en un local de esta talla. Por no hablar de las almohadas que eran más bien trapos. Una pena

Fuimos a ver un espectáculo en el palacio de congresos y íbamos a pasar la noche allí y volver al día siguiente a casa.... Decidimos después de la primera noche que fueran dos.La habitación a ratos parecía más fría, pero era idónea para dormir, por poner alguna pega, era una junior suite, espaciosa, con cafetera y bañera para dos. La cama con dos juegos de almohadones y nos levantamos como nuevos. Tiene neverita y secador de pelo, aunque no es muy potente me hizo el apaño.Después de ver Plasencia, nos dimos cuenta que todo el mundo nos decía de visitar el palacio de Carvajal Girón, les decimos que no alojábamos allí y su repuesta era que éramos unos privilegiados. Y es cierto es precioso y una joya del siglo XV. Además situado en pleno centro, cerca de un parking público gratuito 3 minutos andando, todo lo importante, catedral, ayuntamiento,etc está cerca.La segunda noche decidimos cenar en el restaurante, están renovando su carta y la verdad que las croquetas de jamón de entrante,la picaña de cordero macerado con Ras el hanout y puré trufado, la hamburguesa de buey con mermelada de tomate con queso gratinado y de postre tarta sacher con crema fina de arándanos, todo espectacular. Y en muchos sitios presentación muy bonita... Pero sales con hambre.... No es el caso, pero si tenéis duda preguntar antes el tamaño de la ración. Nosotros pedimos el postre para compartir.Servicio de restaurante de 10, atentos sin ser pesados. Comida en su punto. Y el resto de servicio del hotel, excelente nuestra experiencia ha sido muy satisfactoria. Te aconsejan y te facilitan todo, para que sea lo más cómodo posible.Recomiendo venir y disfrutar de un hotel con historia en una ciudad preciosa y con una gastronomía excelente.

Estuvimos en la cafetería del hotel.Nos atendió una camarera encantadora, muy atenta y una verdadera profesional, creemos que su nombre es Laura.El entorno también es precioso y muy tranquilo.

El lugar en Plasencia, la adaptación de un palacio centenario a un hotel moderno, la esquisitísima atención del personal. Todo excepcional. De verdad, si puedo y vuelvo, allí será.Puedes entrar con el coche hasta la puerta para la descarga de equipaje y luego para irte, esto es importante.

Es un hotel céntrico, muy tranquilo y muy bien equipado. Ideal para ir con tu perro. Puedes desayunar en el patio interior con tu perrito. Una tranquilidad. El personal muy atento y agradable.

Lo mejor, la ubicación y el edificio en sí, antiguo palacio de los Carvajal, familia de gran importancia y recorrido histórico en la ciudad. Muy amplia nuestra habitación, cómoda, con el curioso detalle de que tanto el lavabo como la bañera eran de obra, aunque un tanto incómodos. Desayuno mejorable, por debajo de lo que esperas en un hotel de esta categoría. Pequeño parking cerrado muy incómodo tanto para entrar como para salir, marcha atrás. Personal muy, muy amable y atento.

Es un sitio con buena ubicación, el trato bueno, las chicas desde la recepción hasta las de servicio amables. La habitación y baño amplios con una bañera espectacular, la cama amplia pero incómoda ya que son dos colchones unidos, las almohadas una buena y otra mala, la limpieza bien. Él área común tranquila, el alrededor de la piscina hay que mejorar un poco los detalles. Hay que reservar con antelación si quieres usar el jacuzzi.

Estuvimos cenando en el restaurante. Un lugar acogedor y agradable.Trato cercano y profesional. Muy recomendable las patatas a la importancia con boletus y los torreznos de manitas de cerdo. Gracias Laura y equipo por las recomendaciones y el buen hacer.