Anabel Jiménez

Mi experiencia con Anabel ha sido maravillosa. Ha sabido crear con mucho amor, un espacio donde sentirte en calma, confiar y abrirte a tu yo interior. Es una guía excepcional. Transmite toda su sabiduría con mucha paz, cariño, serenidad y claridad. Sin duda tiene un don.

En mi caso, he probado el masaje facial ayurveda. Es fantástico, un auténtico regalo para la piel y para la mente. Una forma inmejorable para relajarse y desconectar del estrés de cada día. Anabel es genial, se nota q disfruta con su trabajo y trasmite una energía fantástica, todo en un ambiente acogedor y cálido. Experiencia totalmente recomendable.

Mi experiencia fue genial, Anabel tiene una energía tan bonita que te llega y te contagia. Recomendable cien por cien.

Acudí a un masaje de reiki y para mí fue todo un descubrimiento, empecé una terapia personal por lo que me hizo sentir, por su calidez, por su acogida, por la implicación que tuvo y tiene siempre que lo necesito. Nunca había acudido a ninguna terapia y me he llevado un aprendizaje que me acompañará siempre, que me ayuda a gestionar mis emociones, a priorizarme.Tiene un grado de conexión personal impecable, y sobra decir, que es una gran profesional, sabe llegar a las personas y para mí,franca, honesta, transparente, ha sido una guía y maestra excepcional.

Solo tengo buenas palabras de mi experiencia con el tratamiento recibido por esta gran profesional.Una persona muy preparada y con una gran habilidad para transmitir sus conocimientos y hacer el cambio que uno necesita para encontrar esa salida que uno solo no ve.Seguí terapia personal y cada cierto tiempo acudo a sesiones de Reiki que me ayudan a no perder mi estabilidad emocional y seguir creyendo en Mi.Gracias Anabel

Es maravillosa, sólo la paz y la calma que transmite ya facilita mucho el proceso. Muy profesional con mucho conocimiento del arte del cuidado y de la relajación, a parte de otras muchas cosas. Es encantadora, merece la pena pedir ayuda con cualquier problema, te hace sentir muy bien! Más que recomendada!