Casa de Espiritualidad Nuestra Señora de la Consolación

Las Hermanas, súper amables. Y la casa, aunque antigua, muy cuidada. Sin problemas para aparcar por la zona.

Fantástico lugar de oración, regentado por una comunidad de Agustinas Hermanas del Amparo, que hacen una labor maravillosa con niños, enfermos, personas necesitadas y en tierras de misión, todo por amor a Jesús. La oración y la espiritualidad está en el centro de sus vidas y el trato con ellas es un verdadero bálsamo para nuestras ajetreadas vidas. Muy recomendable.

Una casa acogedora, las hermanas son muy amables y me he sentido como en casa