Albergue de Sin

Hemos estado un fin de semana un grupo de 10 personas y ha sido una muy buena experiencia. Latifa muy amable y atenta. Hace un cous cous estupendo.El sitio es precioso con una terraza muy agradable donde hemos podido desayunar y cenar.Muy recomendable.

Un desastre total. De lo que se habló en un principio con Lati, la persona que lleva el albergue, a lo que finalmente fue no tuvo nada que ver.Un breve resumen de lo que podría ser una novela:-Para empezar no nos pidió ni un DNI.-No marca ningún precio. De hecho nos los cambió varias veces después de haber establecido con ella el de la media pensión.-No hace factura.-No se puede pagar con tarjeta.-El bizum tiene que ir con un concepto trampa.-Nos intentó timar con las cuentas varias veces.-El desayuno deja mucho que desear, 5 euros por un café frío, 2 trozos de pan sin tostar, un zumo de bote y un poco de mantequilla y mermelada. Pero no se te ocurra pedir nada más porque recibirás una mala contestación.-Se llegó a encarar con uno de nosotros.Nos trato de muy malas maneras siendo la persona que regenta un negocio y nosotros sus clientes.Debería empezar por saber qué es un albergue, qué es la hostelería y cómo se lleva un negocio de estos. Se le queda muy grande.

Lati es un encanto. Nos ha preparado un menú delicioso y unos dulces caseros que es de gran restaurante. Hemos comido genial. El lugar es muy acogedor y sientes que estás en una película. Una atención y amabilidad maravillosa.

Un sitio genial para comer. La gente que lo lleva es fantástica y muy atenta. Si pasas por la zona aprovecha para comer aquí, súper rico y tranquilo.

Espectacular....El pueblo...El bar....Y sobre todo liti.Una mujer valiente y llena de saber estar y proporcionar a sus clientes la mejor estancia posible

nos encantó. hace 24 años estuve aquí y ahora, con Leti al mando, la atención, y la comida buenísima....(Óscar-Ratolí. Tarragona)

Hemos comido allí hoy, a parte de ser súper amables la comida es esqisita. Genial Lati y Miriam

Un paisaje natural, rodeado de muchísima naturaleza.Una experiencia gastronómica fantástica,Todo los días que hemos comido,cenadoa sido un placer probar sus platos llenos de color ,de gran riqueza en todos los sentidos ,Gracias a la amabilidad de Lati y Miriam hemos disfrutado de forma especial este espacio ,Su familiaridad y su cariño hace una experiencia única.

Decepción total.Lo que tenía que haber sido un fin de semana perfecto en los Pirineos se vió empañado por una única cosa, el Albergue de Sin, y de ello se encargó su propietaria, Lati.Empezamos por lo bueno:Un albergue más, habitaciones con literas, baños compartidos, muy difícil de aparcar pero lo común cuando vas a los Pirineos.Y aquí la explicación de la decepción:-Lo que se habló con ella cuando se hizo la reserva fue media pensión por un precio más bajo por fuera de temporada por 48€ pero nos encontramos con la grata sorpresa que en esta media pensión no se incluye ni bebidas, ni postres, ni cafés y no se nos avisó en ningún momento.-Se cerraron los menús de las cenas con antelación y hora de reserva. Pero otra de las sorpresas fue que al llegar a la hora que teníamos la cena, habían sentado a otro grupo a cenar y lo único que nos respondió cuando se lo dijimos de buenas maneras es que podíamos esperar a que acabaran (lo cual sería a las 23:30h dada su lentitud, otro tema a comentar teniendonos que levantar a las 7 de la mañana al día siguiente) o cenar en la calle con el frío que hacía y que su problema no era y que le daba igual.Al recriminarle su actitud de buenas maneras lo unico que obtuvimos son más malas maneras, malas formas y malas contestaciones una vez más.-Como postre, una factura inexistente con precios que no eran los acordados y extras que tuvimos que abonar sin previamente aviso alguno.-No se puede pagar con tarjeta, te acepta bizum pero con concepto oscuro.-Como venganza al día siguiente tuvimos que abonar el desayuno por separado por 5€ y os puedo asegurar que el desayuno no era digno de ese precio. Siguiendo con sus malas formas, no nos sirvió ni los cafés diciéndonos que nos levantaramos a por ellos.