Hacienda Minerva

Fin de semana muy agradable, servicio impecable.Ubicacion inmejorable y vistas magnificas a Zuheros y penibetica.Si se necesitaria alguna mejora en habitaciones, aunque comodas y muy limpias, algo deterioradas.

Ante todo agradecer a Mari y Fernando su hospitalidad y simpatía, hemos pasado un fin de semana maravilloso, pongo 5 estrellas porque no hay posibilidad de poner más, el Restaurante una maravilla, servicio, comida y decoración, ( la mejor Pastela). La Hacienda es un lugar de paz, su decoración, sus rincones......su momento de flamenquito con esa guitarra y ese cajón, los desayunos ya empezaban a ser agradables con la sonrisa y atención de Mari. En resumen, muy muy aconsejable, tanto como si vas de descanso, o con bicicletas. Enhorabuena!!

Aunque el camino de entrada es un poco complejo por las curvas, la estancia es la hacienda fue un gran acierto, la habitación era buena en relación calidad/precio, el lugar es muy tranquilo, la piscina está un poco fría pero las vistas son buenísimas y el personal de recepción nos trató de manera muy amable, nos solucionaron todo lo que pedimos. Probablemente repitamos.

Fuimos a comer y nos pasó algo que nunca me había pasado, nos tuvimos que ir a medio comer. De primero pedimos varios salmorejo y tenía más ajo que tomate. Luego tardaron todo lo que pudieron en traer los segundos platos y cuando los trajeron estaban fríos. No nos lo comimos. No entiendo nada, no sé cómo se pueden hacer tan al las cosas ni quién fue el responsable. La señora que nos atendió estaba tan avergonzada de que ni nos cobró los primeros platos.

Veníamos a pasar un fin de semana recomendados por familia q ya había disfrutado del sitio.Buscabamos silencio, tranquilidad, vida en pareja, deporte, comer bien,....En fin, algo especial.Pues si, aquí es, ...estas como en casa, te lo ponen todo fácil, descansas bien (sin ruidos), disfrutas de la naturaleza, bici, ruuning,excursiones,...Comes muy bien, y en un sitio acogedor,.Recomendable la tabla de quesos y el entrecot,..El rabo de toro le falta un poco, y para beber un Ribera del Dueño q se bebe muy bien.Las personas q allí trabajan no pueden estar más atentos,...siempre dejando tu intimidad para sentirte cómodo.Ya estoy pensando en otro fin de semana para escaparme. Así da gusto, enhorabueba

Lo que menos me gustó:Es un entorno rural, mucho campo y quizás haya gente que se queje de la limpieza... Pero es entendible ya que yo tengo una casa de campo y de un día para otro o en cuestión de horas aparezca polvillo o alguna pequeña tela de araña.Lo que más me gustó:El entorno, se respira bastante tranquilidad para desconectar, el personal muy amable y agradable el cual mantienen el exterior muy limpio sin olores feos, respetan a los animales, habitaciones bonitas, colchones cómodos, la piscina de agua salada con unas vistas preciosas, excelente servicio en Bar y restaurante.Sin duda lo recomiendo.La habitación y baño son grandes, con gran armario empotrado, me enamoré del lugar, volveré a repetir.

Un buen sitio atendido y dirigido de mala manera en la zona de terraza y restaurante, la pareja que atiende dicha zona repelentes y además incapaces de resolver las dudas que puedas tener, a la hora de reclamar por escrito las normas que según tienen impuestas por la empresa simplemente nos dice que son las que hay y no están escritas.Por otro lado el trato con otros clientes nefasto diciéndole al señor que quería devolverle un plato ( no llegue a enterarme cual era el problema) le dice si te lo quieres comer te lo comes que no te lo voy a cobrar.A destacar la tranquilidad de la piscina y la amabilidad de la persona de recepción al igual que la camarera de la terraza en la noche (Luisa), muy simpática y agradable, siempre pendiente de que no faltara nada en la mesa. Al final de todo y tras las quejas no nos han cobrado la estancia y además nos invitan al desayuno.En resumen, para no volver, al menos que la dirección prescinda del personal y contrate gente profesional.

Bonito lugar para dormir o incluso pasar un buen rato en la terraza o dentro en los solfas con chimenea. Buen sitio y tranquilo. Merece la pena parar y tomarse algo.

Hermoso cortijo convertido en un hotel rural con mucho encanto. Estuvimos la primera vez hace 3 semanas y quedamos muy contentos con la experiencia. Realmente es un sitio precioso en el que pasamos una romántica y tranquila estancia.Ahora hemos vuelto de nuevo, esta vez con los peques, y hemos quedado igual de satisfechos.El personal del hotel se merece una mención especial. Vaya grupo más atento, amable y simpático.

Hemos estado este fin de semana en la Hacienda y todo ha sido perfecto. Sitio muy particular, con historia y muy bien mantenido. El servicio, muy atento.Cenamos en el restaurante y muy buena relación calidad-precio. Productos muy bien elaborados. También muy buen servicio.Sitio para repetir sin ninguna duda porque el entorno, merece la pena.