Borda Fuertes

Un lugar muy tranquilo, perfecto para descansar

Maravilloso de lo mejor donde hospedarse en el Pirineo Aragonés. Los anfitriones Tania y Ramon un encanto, maravillosas personas nos hicieron sentir como en casa. El alojamiento en nuestro caso el de la planta superior espectacular no le faltaba un detalle. El jardín, piscina, barbacoas y demás zonas comunes con el apartamento de abajo muy cuidado al mas mínimo detalle y muy amplio. La pequeña localidad de Albella otra maravilla para desconectar del mundo.

Increíble

Hemos estado 4 días alojados en Borda Fuertes. Dos adultos y dos niñas.Albella es un pueblecito precioso en el corazón del Sobrarbe.El alojamiento es prácticamente nuevo, limpio y con una decoración preciosa. Sin embargo, se trata de una antigua borda que conserva todo el encanto antiguo.Los propietarios, que viven al lado, son encantadores y hacen que la estancia sea perfecta.Totalmente recomendable.Seguro que repetimos.

Estuvimos hace un tiempillo. Aunque eramos 6, pagando un pequeño suplemento por esas 2 personas nos pudimos apañar en el piso de abajo. Muy cómodo, un sitio para relajarse estupendo, buena barbacoa y jardin si el tiempo acompaña. Estuvimos muy muy agusto y los dueños se portaron muy bien. Gracias a Tania y a su marido por hacer todo lo que estaba en su mano para pasar un par de dias de relax. La unica pega, si es que alguien se la encuentra, es que está algo lejos de algun sitio donde comprar víveres o tomar algo en un bar. Pero ahí está el encanto precisamente...asi que hay que tenerlo en cuenta antes de ir.

Perfecto sitio para descansar y hacer excursiones

Hemos pasado el puente de la Inmaculada aquí y es una casa ideal. Nos ha gustado todo. La ubicación es de película. El propietario es un sol, nos dio leña para la barbacoa, nos atendió en todo momento y siempre estaba disponible. Las habitaciones muy bien decoradas y limpisimas, ni un ápice de polvo. La zona de fuera con barbacoa, colchoneta y cosas para los niños es un gran puntazo (lastima de la piscina con el frío que hacía). Creo que volveremos!

La mejor casa rural en la que he estado en España. Ni siquiera tuvimos la sensación de ser turistas en la zona, nos acogieron como si fuéramos unos amigos de la familia. Respecto al interior de la casa no le falta de nada. Solo echábamos en falta una piscina con el calor que hacía, pero ya la están construyendo. La casa está muy bien ambientada y equipada con todas las cosas necesarias para pasar un buen finde en familia o con amigos. En la vida real es mejor que en las fotos incluso. Los muebles parecían antiguos, pero al verlos con mis propios ojos me di cuenta de que era todo nuevo y solo era el estilo que engañaba. Sin hablar de las múltiples actividades que se pueden hacer en el jardín y por la zona (barbacoa, tenis de mesa, bádminton, cama elástica, rutas verdes hasta el río, iglesias, granjas de ovejas y vacas etc.). Tatiana y Ramón son súper hospitalarios y amables, siempre dispuestos a ayudar y hacer que la estancia sea una maravilla. Por cierto, para los que tienen la misma duda que tenía yo acerca de la elección de la casa (como ya se había indicado en comentarios anteriores son dos casas por separado, la que se ubica en la planta baja y el primer piso), os sugiero la casa de arriba. Tienen la misma distribución de habitaciones las dos (dos habitaciones, salón y dos baños), pero al tener un ático el primer piso da la sensación de más espacio y parece más iluminado. Además dispone de acceso a dos balcones y tiene una terraza con mesa para comer al aire libre. Un finde inolvidable para volver y recomendar a los amigos y todos los que desean disfrutar de una auténtica casa rural.