Hotel Marina & Wellness Spa

Estuvimos una noche hospedados y nos encantó. Ubicación perfecta en primera línea de playa, nuestra habitación con vistas a la piscina y a la montaña. Personal muy amable y resolutivo. Buffet del desayuno delicioso con gran variedad. También pudimos disfrutar del spa nosotros solos. Destacaba la limpieza en todos los rincones. Recomendable 100%.

Bonito lugar con parking privado y diversos servicios. Precio calidad muy bueno

Lo hemos pasado genial, y todo el personal ha sido de 10, muchas gracias.

Estuvimos para nuestro 25 aniversario de boda para pernoctar, excelentes vistas y acogedor y el trato y comida un 10, altamente recomendable

Nosotros no nos hemos hospedado. Pero hemos comido en el restaurante, en la terraza. La comida muy bien y el camarero joven súper atento y amable. Estuvimos muy a gusto y nos explico a qué calas ir por la zona.

Fuimos tan sólo al restaurante. Terraza muy agradable y paellas deliciosas.

El hotel limpio y decorado con buen gusto. La playa está justo delante, y tiene piscina con hamacas muy cómodas.La comida buena pero muy escasa y poca variedad.Con el tema del covid te sirven ellos el buffet caliente, y el frío está en platos individuales precintados (ensaladas y postres)El showcooking muy pobre, solo una cosa, y las van preparando persona a persona haya o no cola, cosa que deberían cambiar pq todos piden lo mismo y se pierde mucho tiempo esperando... 20 minutos el primer día para una hamburguesa... Para los niños muy poca opción de comida para ellos.En el desayuno si llegas a última hora 9.45(cierran a las 10.30) ya no reponian la bollería (que estaba muy buena).Disponen de parking gratuito para los clientes. Tb spa, pero no lo llegamos a probar pq íbamos con niños y no pueden entrar.En resumen, el hotel muy bien, pero tema comida muy mejorable.

Maravilloso trato, exquisita comida servida en terraza. Comimos berenjenas con miel, calamares para picar al centro y como plato principal una paella ciega alucinante.Servido en terraza y con vistas al mar. Un diez.

La habitación es amplia y cómoda (2 adultos y dos niños) 4 camas individuales y sobra sitio. El personal muy amable. La limpieza muy bien también. Parking gratuito para clientes (genial porque es zona azul). El único fallo es la comida. No por mala calidad sino porque apenas hay opciones para niños. Muy enfocado a comida típica mallorquina (muy bien!) pero no hay mucho donde elegir para ellos. A los adultos sí nos ha gustado la comida. Tiene un bar y un salon de estar precioso con juegos de mesa, libros... Tema covid muy bien, personal con sus mascarillas bien puestas, las tumbonas las desinfecta el socorrista después de su uso y hay gel hidro alcohólico y señalizacion por todas partes.