Restaurante El Mexicano

Hicimos una reserva para 8 personas en la terraza y nos pusieron en mesas y sillas diferentes, de plástico cuando las normales eran de madera de colores, y en la acera de la calle, aun habiendo espacio para colocarnos dentro de la propia terraza del restaurante. Uno de los camareros se le cayó una bebida al servirla y tuvimos que limpiar la mesa nosotros con servilletas porque se le olvidó volver a limpiar y ofrecernos una nueva bebida de la que había tirado. Tres de los cuatro camareros que nos atendieron no sabían los ingredientes de los platos de la carta, por lo que debíamos esperar para preguntar por ellos ya que tampoco se especificaban en la carta. Lo cual no es culpa de los trabajadores sino del restaurante encargado en formarlos.Este restaurante es algo raro para ser mexicano ya que no tenían tequeños en la carta y los burritos no tenían arroz ni frijoles.Los precios son algo elevados para la cantidad y la calidad de la comida, ya que 4 alitas con guarnición de patatas fritas cuesta 8,2€, los burritos no estaban muy rellenos y las quesadillas eran bastante finas.No recomiendo venir a este restaurante a no ser que llegues a Plaza Bohemia a las 23 de la noche y estén todos los restaurantes llenos. Aun así yo esperaría en otro sitio hasta que estuviera libre.

Peor servicio no se puede. Aún no hemos comido y ya la han cagado. Nos indican una mesa para sentarnos y cuando nos estamos sentando llega el jefe diciendo a su camarero que si ha comprobado si había reservas... Si hay sitio de sobra qué tienes que comprobar?. Esperamos de pie y finalmente nos dicen que nos podemos sentar.Pedimos las bebidas y miramos en la carta qué pedir, por cierto, se ha puesto de moda usar manteles con la carta que son un auténtico foco de germenes.Nos traen las bebidas y el que las trae no toma nota de comida hasta cierto punto puede ser hasta normal pero al menos podría encargarse de mandar a quien la tome. Al cabo del rato nos toman nota, algo de picoteo para 4.Al cabo de 50 minutos no nos han servido nada, preguntamos y nos dicen que en seguida, diez minutos después nos sirven uno de los platos que habíamos pedido, digamos que no estaba caliente osea que lo mismo llevaba un rato ahí esperando. Pasan 20 minutos más y volvemos a reclamar qué pasa con el resto. Nos traen el resto, uno de ellos una ensalada!!! Que supongo que se ha liado la elaboración de juntar ingredientes fríos...Finalmente termina de llegar lo que hemos pedido, lo tomamos y pedimos la cuenta... Sorpresa!, los precios de la carta son sin IVA ! Esto pensaba que no era legal... Pero como tampoco lo se 100%... Ciertamente lo indica en la carta esquina inferior izquierda sin ningún aviso, asterisco ni nada en el resto para que lo leas...En el ticket no lo ves a simple vista, los precios que te ponen son los que pone en la carta y los suman, pero si haces la cuenta resulta que el total le aplican el IVA aparte.Total. Servicio pesimo, comida demasiado normal y precios desorbitados en relación.

Una verdadera pena. Veraneamos aquí desde hace muchos años y siempre visitamos un par de veces este restaurante. No sabemos muy bien si algo ha cambiado pero es una vergüenza.- Para empezar no tienen puestos los precios en la carta. ( te ponen un mantel con los precios tachados con rotulador )- La atención es bastante mala. Tardan en venir a atenderte y te atienden sin ganas.- Nos sentamos en la mesa a las 21:45 y nos sirvieron la comida a las 22:30. Para colmo, se les había olvidado el plato de uno de nosotros y nos lo trajeron veinte minutos más tarde.- La actitud de la encargada María ante estas situaciones fue lamentable. Tuvimos que pedir una hoja de reclamaciones y nos tiró la cuenta a la mesa y nos dijo “venga a pagar”.- Los precios son una auténtica locura. Muy elevados para la cantidad y calidad de la comida.- Por último y para colmo a las 22:50 nos dijo que la pagásemos ya que necesitaba la mesa y que nos habíamos sentado a las 22:00 cuando nos habían traído el último plato a las 22:45.Una pena porque era uno de nuestros lugares favoritos pero , sintiéndolo mucho, no volveremos.A día de hoy, no podemos recomendarlo.

No podía dejar de poner una reseña. Los camareros lo mejor del local, dos chicos jóvenes super atentos, simpáticos y trabajadores eso sí, supervisados por una mujer, que intuyo debía ser la dueña, a modo de coronel. Me ha dado mucha pena el trato que dejaba ver hacia ellos. A pesar de estar super atentos a las necesidades de los comensales ella y otro hombre desde la ventana, les supervisaban llegando al acoso.La comida un mundo aparte. Estuve allí el año pasado, la cantidad de nachos a bajado considerablemente, ahora es ridícula y los burritos de pollo...el pollo más seco que los cactus que adornan la entrada. Me ha dado mucha rabia sentir como Trataban a los camareros, insisto lo mejor con diferencia del local.

La atención no fue del todo mala, éramos los únicos en el restaurante, pero la comida y los precios fatal.Las bebidas del tiempo y sólo nos pusieron un hielo por vaso, tuvimos que pedir más hielo.Los nachos , un puñado mal echado, es vergonzoso que te pongan el plato con cuatro nachos y se quedan tan a gusto. Con las patatas que acompañaban los burritos lo mismo, cuatro patatas por plato.Los burritos no estaban malos pero muy caros para lo pequeños que eran.No quisimos postre ni nada, nos fuimos a tomar un helado a otro sitio.

Una absoluta basura. Vine hace años y fue horrible, hoy , por venir con unos amigos que lo habían elegido he vuelto. Ha sido peor aún. Más de una hora después de pedir han traído un plato, de 6 que habíamos pedido. Media hora más tarde, dos platos más.. seguíamos esperando las hamburguesas; una de ellas para mi hija de 5 años, al cabo de una hora más tarde de sacar el primer plato ( 12 de la noche) aparece el camarero, al mismo que le habíamos reclamado las hamburguesas 4 veces, diciendo que no quedaban.. finalmente mi hija y mi marido se han quedado sin cenar. Una vergüenza. No he visto nunca cosa igual. No vayáis si no queréis quedaros sin cenar y llevaros un disgusto.

Fuimos a cenar una pareja con un bebé, pedimos fajita, quesadilla y nachos, y la verdad nos gustó todo bastante. Lo mejor sin duda el grupo de chicos y chicas camarer@s que estuvieron muy atentos en todo momento y tuvieron un timing perfecto a la hora de sacar los platos, con una sonrisa en la cara siempre. El año que viene repetiremos sin duda

Posiblemente el peor mexicano en el que he estado. No solo las raciones son escasas para el precio que tienen, sobretodo los nachos, si no que la calidad es muy mediocre, cualquier estudiante se hace unas fajitas mejores en casa con polvos del mercadona.Ah, y obviaremos el tema de que la mesa en la que estuvimos estaba plagada de hormigas. Sin duda no volveremos.

Negativo: desde que nos sentamos hasta que nos trajeron el primer entrante, pasó como una hora. La comida estaba casi fría y no estaba sabrosa. Mi acompañante pidió dos veces salsa picante que nunca le trajeron.Positivo: el encargado es muy simpático y atento, se toma interés. La bebida sí que la traen rápido.No repetiría.