El Pazo Pías

El pazo de Pías, también llamado casa de Arias, fue construido en el siglo XVII por Felix Corea, escribano de Baiona y miembro de la Inquisición española. Su hijo Plácido fue el que impulsó el mayorazgo.El pazo fue saqueado e incendiado por las tropas portuguesas, cuando invadieron el Valle Miñor en 1665. Por eso presenta un muro más alto que otros pazos y un mayor aspecto fortificado.En la casa vivió y murió José Arias Teijeiro y Correa, magistrado y comandante general de los batallones de voluntarios realistas del Valle Miñor. En la década de los años 50 del siglo XX, Ramona Diéguez Cervela, la propietaria del pazo, cedió la finca a la congregación religiosa de las Damas Apostólicas.

El Ritz de los albergues, habitaciones con dos camitas con baño compartido (18€) en un precioso pazo con un magnífico jardín. A pie de camino y perfecta ubicación para al día siguiente decir si camino del interior o de la costa. La chica de recepción súper amable

Me alojé como peregrino, como iba solo, me dieron habitación individual, nos hicieron esperar hasta las 14:00 h. para registrarnos, una antipática señora excusó el motivo, pero luego no fueron puntuales, ya que está señora charlaba con el recepcionista tranquilamente. Instalaciones espartanas, pero correctas, jardines muy bonitos.

Habitaciones privadas sencillas o dobles al mismo.costoBuen servicio de llegada y registroLimpio, buenos serviciosBien ubicadoBien hecho!!

Excelente lugar para descansar del Camino. Todo muy limpio y acogedor. Sin lujos materiales porque el lujo es descansar en ese monasterio tan silencioso y agradable.

Por desgracia tuve que cancelar mi reserva, pero he de decir que me lo han puesto tan fácil y con tanta atención que aún sin haber ido he querido dejar una reseña positiva. Espero poder ir de visita pronto

El edificio es precioso, aunque necesita rehabilitación.Estuve en el albergue de peregrinos, son habitaciones individuales con baño compartido.Las habitaciones son las originales, no se ha mejorado nada en muchísimos años.Lo peor es el baño, hay agua por todos lados.Nos cobraron 18€ que, a priori, no me pareció caro hasta que vi las instalaciones, después me pareció excesivo...Eso sí, nos reímos mucho dejando volar nuestra imaginación!

Hasta el momento, ha sido LO ÚNICO que ha empañado mi experiencia del Camino De Santiago. Empezando por las formas del señor de la recepción que mal educado, es lo mínimo que puede decirse de él, el resto, deja bastante que desear. La verdad es que al entrar, el lugar engaña, pero es una auténtica película de terror. Comparto sólo algunas de las fotos, porque para las demás no me quedó estómago. Los 18€ que más me han dolido en la vida, me parece inconcebible que esto pueda llamarse albergue, definitivamente el hotel debe ser de otro planeta, viendo el resto de reseñas. Y la contestación es que aquí “tienes una habitación para ti” la cual ni me atrevo a fotografiar al igual que el baño, cocina, tendedero o estado de las instalaciones… Eimplemente aquí no han pasado una escoba desde el siglo XV. Asco y decepción absoluta.

Realmente decepcionante. Mis compañeros y yo hicimos uso de la zona de albergue. La entrada, muy bonita y la zona de jardines bien cuidada. Las habitaciones estaban sucias y descuidadas, no bajaba ninguna de las persianas de las habitaciones que nos correspondían. Los baños totalmente descuidados, no tragaba ninguno de los sumideros y las alcachofas de las duchas no funcionaban; tuvimos que estar recogiendo el agua cada vez que hicimos uso de los baños.Nada recomendable. Al acceder a la zona de albergue por la noche, tuvimos que hacer uso de linternas por la galería exterior de acceso a la puerta de entrada ya que no había ninguna luz.Es una pena que cobren tanto por nada. Preferible cualquier albergue municipal.

100% recomendable paea peregrinos.El entorno es maravilloso, hay restaurantes cercanos.A pie de camino.Las habitaciones son un poco antiguas pero individuales. Eso si, con baño compartido