Casa Rural El Molino

Irene es una profesional como la copa de un pino! Veníamos con niños y personas mayores y todo fue facilidades para nosotros, adaptándose a nuestros horarios y necesidades desde el minuto uno. La casa es inmensa, con espacio para todo lo que haga falta y en un lugar maravilloso en medio de la naturaleza. Quién critique los caminos de acceso es mejor que se vaya a alojarse a hoteles en medio de la ciudad porque está claro que no comprende lo que es el turismo rural. Muchísimas gracias! Repetiremos seguro

No la recomendaría a nadie, El ascenso a la casa era malísimo, pocas indicaciones, un carril de doble sentido por donde solo pasa un coche además de curvas y cuestas importantes.Un salón grande con un chimenea en un lado, hemos pasado frío, hasta la última noche no hemos estado Agustí y calentitos en el salón , en las habitaciones y no en todas, unos pequeños radiadores de aceite que además de calentar poco si Los ponías mucho y consumías más electricidad de las que nos habían dicho la teníamos que pagar a parte, tengo que decir que al final no nos ha cobrado nada, no merecía la pena pagar más por algo que tampoco calentaba mucho.La leña fina y seca, una caja de plástico pequeña tipo de la fruta, que costaba 5€.Uno de mis amigos tubo un problema de salud muy importante. Por el cual sigue ingresado, esto pasó el domingo 26/02/2023, tuvimos que llamar a una ambulancia, cuál es l sorpresa que vamos a abrir las puertas para que entrase la ambulancia en la finca y en la casa mejor la camilla y las puertas para que no se abrieran las dos hojas estaban cerradas con candados.La limpieza escasa.Por lo demás la casa y lo exteriores en mi opinión bien.

Un lugar magnífico para descansar en plena naturaleza y olvidar por unos días el estrés. Estuve con mi familia y me pareció fantástico, bien equipado y limpio, una de las mejores casas rurales en las que he estado. La dueña es muy amable y cercana. Volveremos pronto.

Sobre el camino comentar que el acceso a la casa, lo cual no se avisa, se hace difícil en algunos tramos, más para coches grandes, y acceder de noche puede dificultarlo, mejor llegar de día.El lugar es precioso y la casa muy amplia y con muchas posibilidades, pero mal equipada. Habitaciones poco confortables con colchones en muy mal estado, al llegar la cama te la tienes que hacer tú, y te pide que antes de irte quites las sábanas y las traslades al lugar que ella indica; la comodidad es para la dueña, no para el cliente. Las escaleras no tienen pasamanos. El menaje de cocina está incompleto y deja mucho que desear, varias tazas rotas sin asa, sartenes para tirar, no hay ni un paño de cocina...Las toallas de baño necesitan ser renovadas. Mejor llevar las propias. Algunas sillas están en mal estado.La dueña, muy poco profesional, lo primero que pregunta es si llevas el dinero.Se nos dieron varias circunstancias, durante nuestra estancia y después, que nos asombraron e indignaron por la poca empatía y la falta de consideración en el trato que recibimos como clientes.Procura no olvidarte nada en la casa, y menos algo imprescindible, porque ella no reaccionó de forma lógica ni fue comprensiva, tuvimos que insistir para recuperarlo.Para finalizar, la fianza nos la devolvió cuando se lo recordamos, días después de la fecha prevista. Añadir que yo no soy una persona delicá" y que tengo experiencia en turismo rural.Creo que sería muy positivo que la dueña de esta casa espectacular haga los cambios necesarios para la comodidad

Mi familia y yo buscamos cada año un lugar donde poder reunirnos todos y pasar unos días en familia.No es fácil encontrar casas tan acogedoras que ofrezcan una alta disposición de plazas. Puedo decir que pasamos unos días maravillosos en El Molino, el entorno es increíble, estar sentada en la terraza de noche observando las estrellas no tiene precio. Sin duda repetiremos.

Maravillosa casa en un sitio tranquilo para poder desconectar de todo. Agradecer a la anfitriona Irene, es una mujer encantadora que estuvo siempre muy atenta a nuestras necesidades. ¡Mil gracias!

Me encantó la estancia!! Éramos un grupo grande y la verdad que nos salió bastante bien de precio. La llegada fue como ir de aventuras, ya que dudamos si habíamos tomado el camino correcto, pero mereció la pena. El entorno es precioso, una de esas casas con encanto que cuesta encontrar de vez en cuando. La limpieza me pareció correcta, teniendo en cuenta el lío que se monta cuando llegas tantas personas a la vez. La anfitriona, Irene estuvo atenta a cualquier requerimiento, siempre con una sonrisa sincera. Sin duda, volveremos a repetir!!

Desde el mismo momento en el que realizamos nuestra reserva nos sentimos muy bien tratados, con la anfitriona todo fueron facilidades. Excelente profesional, amable y muy dispuesta, sus recomendaciones nos han ayudado a rentabilizar y optimizar nuestro tiempo para poder empaparnos de la cultura del lugar. Irene es una persona muy culta, con grandes conocimientos de arte y patrimonio, nos ha deleitado con sus explicaciones, nos ha narrado la historia del molino y de lo que allí aconteció con una pasión que pocas veces hemos visto, gracias Irene por ser tan buena embajadora de la cultura de tu pueblo, dudo mucho que encontremos a alguien que nos narre y nos cuente las maravillas que nos has contado. Pero esto no queda aquí, limpieza de 10, las sábanas mas limpias y mejor planchadas que hemos visto en mucho tiempo, nos hemos alojado en lugares similar pero nunca nos hemos sentido como nos has hecho sentir tú, hemos sentido que estábamos en nuestra casa.El entorno es una maravilla, paz y belleza por doquier, Irene cuida hasta el más mínimo detalle, da gusto ver esas plantas tan bonitas y bien cuidadas, su árbol de morera es todo un homenaje.Volveremos una y mil veces más.Nos vamos sintiendo que dejamos nuestra casa en ese bonito paraje de Málaga, El Molino es nuestro paraiso.

La casa un poco dejada. La llegada peligrosa y la carretera estaba seca si no es imposible llegar. La entrada al aparcamiento complicada. Yo dí dos veces con mi coche en los bajos al entrar y al salir, espero no tener avería pues es electrico. El trato regular. Se empeñó en cobrar en efectivo. No admitía bizums. Imagino los motivos… y a la entrada claro, nos costó trabajo pues hoy día quien lleva tanto efectivo… para colmo olvidamos el cargador de un movil. Se comprometió a devolverlo y lo hizo de malas maneras. Cuento: Nos dijo al principio que no había ningún problema que cuando quisieramos pasasemos, le llamamos para recogerlo y entonces dice que lo ha tirado, que no podía guardarlo tanto tiempo, nos enfadamos y despues nos dijo que lo había encontrado, al recogerlo nos dió otro cargador mucho mas viejo y amarillo (el nuestro era nuevo) que lo hemos tirado porque no funciona, conclusión hicimos 30 kms para nada, un desproposito tras de otro, no volveremos claro está.

Todos los comentarios que han puesto en el 2022 son ciertos. La casa tiene mucha potencial, es enorme y precioso, pero tienen un par de cosas que parece que siempre repiten. La dueña es muy borde, comercial, y antipática. Los colchones son muy finos en que se sienten las muelles del colchón en tu espalda. Luego, ya se avisa, que el camino es bastante horroroso y un desafío por muchos. Por último el menaje de la cocina deja mucho de ser, todo muy antiguo. Con un poco de renovación de colchones y cocina y otra dueña, está casa sería perfecta para cualquier grupo.