Parador de Lerma

Está tarde íbamos a tomar algo en el patio, nos sentamos y después de observar como los clientes se levantaban varias veces para que fueran atendidos, decidimos marchar. Eso sí, después de media hora esperando, marchamos sin tomar nada, ningún camarero pasó por nuestra mesa. Vamos a suponer que era una tarde puntual, ya que otras veces nunca pasó.

Un sitio especial, con un edificio histórico plenamente adaptado al día de hoy pero respetando su esencia. La habitación muy espaciosa y cuidada, el desayuno fenomenal con un servicio muy amable y atento. Totalmente recomendable. Por decir algo, el servicio del patio es escaso y por tanto lento.

El Parador de Lerma es un verdadero tesoro arquitectónico ubicado en el corazón de la histórica ciudad de Lerma. Con su impresionante edificio renacentista, este parador ofrece una experiencia de hospedaje llena de encanto y elegancia. Sus habitaciones espaciosas y bien decoradas, combinadas con su ambiente tranquilo y sereno, brindan a los huéspedes una estancia inolvidable. Además, su restaurante gourmet sirve una deliciosa variedad de platos locales y regionales, preparados con ingredientes frescos y de alta calidad. El personal amable y atento del Parador de Lerma se esfuerza por brindar un servicio excepcional, lo que garantiza una estancia confortable y relajante para aquellos que buscan sumergirse en la rica historia y la belleza de esta encantadora ciudad castellana.

Excelente parador. Habitación amplia con un baño grande. Íbamos con un bebé y nos pusieron cuna de madera,q con toallas y un detalle para el. Todo el personal muy agradable. El buffet del desayuno quizás algo escaso pero todo lo que tenían muy bueno.

Pasamos a tomar un refrigerio en el espacio acristalado del interior del parador, y lo bonito del espacio lo estropeó la poca educación y mal hacer de una camarera con trenza que contesto de mala forma a mi mujer cuando la requerimos para que nos tomara nota. Parecía que tenía mal día, pero los clientes no tenemos la culpa, en su trabajo como en el de cualquiera que hace atención al público , siempre la educación y el buen hacer antes que los problemas personales.

Solo hemos estado en la cafetería del claustro,. Tal vez una semana como esta, donde hay tantos festivos, deberían de tener más cubierto el servicio de cafetería en el claustro. Si solo hay una chica o un chico y le ponen ayuda cuando ya está desbordada poco se puede hacer o solucionar… la atención ha sido magnífica, pero podría haber sido mucho mejor si hubieran estado apoyadas no solo ellas, porque tampoco he visto poco que hacer en el restaurante que parece que también estaban corriendo… no es cosa solo de este parador creo que ocurre en bastantes paradores a lo largo de toda España. Pero bueno, si esa es la política disparadores nosotros no podemos hacer nada.

Gran parador situado en pleno centro de Lerma. Se aparca muy bien en la puerta. El trato del personal es exquisito. Dentro del parador se está de maravilla. Las habitaciones son muy grandes, los paradores tienen otra categoría. Nos encanta disfrutar de cada uno de sus rincones. El restaurante como siempre no defraudó. Es uno de esos lugares que hay que conocer al menos una vez en la vida.

Un hermoso lugar y como siempre excelente atenciones en los paradores. Las calidad siempre se impone. La cafetería súper limpia, restaurante, comedor de desayuno y sus áreas de recreación genial. Le invito a visitar el parador de Lerma. Duque de Lerma. También pueden ver un vídeo en nuestro canal YouTube DepuertoplataTV

Estábamos de visita en Lerma, y decidimos comer en el Parador.Quedamos encantados con el servicio, un personal muy amable, atentos en todo momento y eso que era fiesta y puente, con el consiguiente día de trabajo excepcional.La cocina es clásica, sin pretensiones, pero con un productazo de calidad.Es un sitio muy recomendable.

Enclave espectacular, con un edificio que merece la pena visitar.La atención del personal es muy buena, siempre poniendo de su parte todo lo posible para hacer la estancia agradable.Las habitaciones son bastante sencillas, y se les nota algo el paso del tiempo, pero no por ello dejan de estar en perfectas condiciones. Limpias, bien equipadas, con espacio suficiente, cama cómoda... es más una cuestión de percepción.Si no podéis hospedaros, entrad igualmente a ver el edificio y su patio interior, porque merece realmente la pena.