Ibercaja Palacio de Larrinaga

Un palacio estupendo donde también hacen celebraciones de eventos, cómo bodas. El lugar es muy bonito, con mucha historia y está muy bien cuidado. El catering que lleva el lugar, El Cachirulo, ha sido extraordinario.

Una maravilla de edificio, ya sólo verlo por fuera impresiona.

Todo el edificio y los jardines están muy bien cuidados. Celebramos una boda allí y el trato que nos dieron fue perfecto.

Este palacio construido por amor a comienzos del siglo XX, es una de las joyas más desconocidas de Zaragoza. El arquitecto Félix Navarro levantó este edificio inspirándose en elementos neorrenacentistas. Desde comienzos de los 90 pertenece a Ibercaja que se encargó de su restauración y le añadió mobiliario de su colección privada. Tras recuperar su esplendor se dedica actualmente a celebraciones, eventos de Fundación Ibercaja y visitas guiadas. En la planta baja se encuentran los comedores y salones y en la superior las estancias privadas.

Queremos agradecer el trato recibido por el equipo del cachirulo. El lugar impresionante, como se puede apreciar en las fotos.Gracias a Sonia por asesorarnos tan bien y por venir el día de la boda a ver si estaba todo a nuestro gusto.Gracias a Carlos el maitre, como bien nos dijo el día de antes, fue entrar al palacio y desaparecieron todas nuestras preocupaciones, todo funcionó de maravilla a lo largo del día.Gracias a Dani el DJ, ánimo a todo el mundo y puso la música perfecta en todo momento.Por último, muchas gracias al resto del equipo, estuvieron pendientes en todo momento de que todo saliera perfecto.Gracias por hacer posible la boda de nuestros sueños.

Palacio de estilo eclecticista de principios del siglo XX.A finales del siglo XIX, Miguel Larrinaga, un acaudalado naviero vasco, encargó su construcción a Félix Navarro, un arquitecto de los más importantes de la ciudad. Este palacio era un regalo a su mujer Asunción Clavero, que era de origen aragonés. Ya que ambos vivían en Liverpool y su objetivo era trasladarse a vivir tras su jubilación, cosa que no ocurrió pues ella falleció en 1939, tras esto el palacete se puso a la venta en 1942.Tras varios propietarios y usos el Palacio de Larrinaga fue comprado en 1993 por Ibercaja quién lo restauró y amuebló, utilizándose en la actualidad para realizar eventos y celebraciones, además de visitas guiadas.

Lo primero que quiero dejar claro es que yo no soy una empresa, que soy un particular que lo único que pretende es hacer comentarios sobre su visita a este lugar, las sensaciones que ha vivido y lo que le ha parecido.No me llevo nada, ni tengo ningún interés.Explico esto porque he visto en algunas reseñas que existe interes economico o de critica gratuita.No es mi caso.Y una vez dejado claro esto, paso a comentar lo que me pareció mi visita a este lugar:El sábado, 29 de octubre celebré allí mi boda y tengo que decir, que es el mejor sitio que pudimos elegir.El servicio de catering, perfecto.El servicio de comidas, espectacular.Pero sobre todo es que es un edificio precioso, y el servicio que ejecuta la gente de El Cachirulo, es espectacular.Con mención especial a Israel el Maitre, y todo su equipo.TODO MARAVILLOSO.

El palacio de Larrinaga es un palacio de Zaragoza de principios del siglo XX que, cuando fue construido, se encontraba alejado del casco urbano pero que, actualmente, se encuentra plenamente integrado en él. Por otro lado, el Ayuntamiento de Zaragoza lo etiqueta como neorrenacentista.El palacio fue encargado al arquitecto Félix Navarro, uno de los más prestigiosos de la época. El proyecto es del año 1901. El palacio se edifica en el antiguo barrio de Montemolín de Zaragoza.Se finalizó en 1908 pero nunca fue habitado ya que fue un encargo para disfrute del matrimonio formado por Miguel Larrinaga de Luzárraga y Asunción Clavero. La pareja residía en Liverpool y tenían dos residencias de vacaciones en San Sebastián y Málaga. Su objetivo era retirarse aquí, pero ella murió en 1939 y el palacio se puso a la venta en 1942. Giesa fue la empresa que compró la parcela incluido el palacio, construyendo su fábrica en los terrenos adyacentes (se conserva con el nombre de Schindler) e instaló sus oficinas en la casa. Al poco tiempo la parcela se pone de nuevo a la venta, siendo los compradores los Hermanos Marianistas quienes lo usan como colegio residencia. Finalmente la compró Ibercaja en 1993, su actual propietaria, que la restauró dándole uso como centro de fondos documentales.La decoración del inmueble alude al mar y al comercio marítimo, ocupación de los Larrinaga. Los materiales usados son específicamente aragoneses: piedra, ladrillo y cerámica.Ramón de Larrinaga, importante naviero vasco y fundador de Olano

Encantos ocultos de la ciudad de Zaragoza. Realizan visitas guiadas de vez en cuando. Hay que estar atento.

Un emplazamiento de ensueño con un trato perfectoEl Cachirulo, que decir de ellos, son un valor seguro y un referente en cuanto a servicio y cocina se refiere, pero en nuestro caso fue algo más, en la búsqueda de un lugar perfecto para celebrar nuestro enlace sabiamos que no queríamos otra cosa que la perfección, y por ello elegimos El Cachirulo, y fueron ellos, en especial Sonia, la asesora de eventos, quién nos descubrió esa maravilla de sitio que es el Palacio de Larrinaga, un gran desconocido pero precioso.Ella fue la que comentándole las personas que seríamos en el banquete la que nos dijo que ese lugar podría ser perfecto, y que razón tenía!! Una mañana quedamos para visitarlo y desde el primer momento nos maravillo, así que con el sitio decidido, nos encaminamos a la elección del menu, Sonia y su equipo estuvieron siempre a nuestra disposición, resolviendo nuestras dudas, aconsejandonos en cómo hacer nuestro enlace perfecto, nos aconsejo que no pusiésemos mucha decoración, ya que el lugar ya habla por sí solo y que gran verdad!!! y más cuando la boda no era civil.En cuanto a la comida estaba todo perfecto, nos dejaron cambiar todo aquello que no nos convencia para poner cosas que si, es decir lo adaptaron al 100% a nosotros y también a nuestros invitados, y es algo que todos los asistentes nos recalcaron, estaba todo riquísimo y perfecto, además teníamos varios menús especiales, intolerantes al gluten, vegetarianos, alérgicos a pescados, mariscos y a frutos secos lo cual es todo un reto para la cocina, pero ellos confeccionaron un menu con su cocktail propio para ellos.El día antes de la boda pudimos llevar al Palacio todo lo que íbamos a necesitar al día siguiente y como había cosas que no podíamos dejar hechas fue el equipo de Sonia, con Pinilla, el maitre, a la cabeza quienes lo pusieron y dejaron perfecto.Nos hicieron todo muy sencillo, nosotros quisimos poner como regalo a los invitados una barra libre de tatuajes, así que trajimos a un tatuador de verdad, y ellos se encargaron de planificarlo todo para que nadie lo viese, al igual que la rondalla de jotas que contratamos para el cocktail, Sonia y Pinilla fueron los que les dieron paso, los acomodaron y escondieron" hasta que llegásemos