Hotel Rural Serrella, Restaurante

Llegamos tarde para comer, pero nos pudieron atender esperando un poco (previo aviso por parte de la chica que nos atendió).La comida espectacular, huevos rotos con jamón, secreto con patatas y una tarta de queso que fué un espectáculo.Apunte importante, que las patatas son caseras, cosa que suma muchos puntos, y a la salsa español del secreto, casera y buenísima.Repetiremos sin duda, es sin duda un lugar donde almorzamos en muchas ocasiones con Motoclub La Nucía, pero repetiremos comiendo.

Solo puedo comentar el restaurante ..Muy sorprendida con el trato recibido y con la comida .. la manitas de cerdo y el arroz al horno impresionantes, muy muy bueno

Un lugar excepcional para descansar y probar la gastronomía de la zona a buen precio.Camas cómodas, estudios amplios y desayuno muy completo. Si podéis elegir, vistas a la montaña (Serrella y Aixortà).Aire acondicionado en las habitaciones (bomba de aire frío y caliente).Interesantes visitas culturales y rutas de senderismo muy cercanas: Pla de Petracos, Arcs d'Atanços, el Castellet, Museo etnológico, etc.

Bonito restaurante en Castell de Castells. Vistas espectaculares a la Serrella. La camarera es un encanto, el trato es muy familiar. Recomiendo la olleta, y todas las carnes en general también están deliciosas. El precio también muy ajustado. El único pero serían los postres, a veces no hay mucha variedad y la tarta de queso suele estar muy dura.

Hemos estado una noche por 73 e del 14 al 15 de agosto, fiestas en el pueblo, hotel bien aislado que aún con música no se oye y se puede dormir. El restaurante está cerrado para comidas y cenas. Hotel antiguo, instalaciones antiguas, colchón muy cómodo. Aire acondicionado en la habitación. Recomendable incluir el desayuno, muy completo y variado. El trato del personal muy amable. Para aparcar hay un descampado delante. Es muy fácil pasar de largo siguiendo el maps ya que está en una intersección del camino. Vistas de la habitación espectaculares.

Un hotelito ideal para desconectar, con una ubicación inmejorable. Paz, silencio, tranquilidad, apenas hay cobertura.El servicio muy atento y súper servicialesUn 10.

Hotel familiar y muy acogedor, habitaciones mirando a las montañas espectaculares, su restaurante nada que envidiar a los Michelin y desayunos que es imposible acabar todo de tanta variedad.

Estuvimos de paso en el restaurante de este Hotel. Íbamos con la bici y paramos en Castell de Castells. Ya conocíamos este lugar y por eso siempre paramos a tomar un tentempié. El restaurante es bastante grande, tiene terraza con mesas y sillas. El salón es muy grande, con una barra a la izquierda de la entrada. Se ve bastante ambiente de gente, tanto del pueblo como ciclistas y moteros. El servicio es muy amable y nos atendieron enseguida. Nos sentamos en una mesa de fuera y pedimos las bebidas y tostadas. Rápidamente nos trajeron los cafés. El precio bastante asequible. Tostada, Café, Cocacola y agua para cuatro personas 21€. Muy contento de este lugar y siempre que pare por allí, iré a este restaurante a tomar algo. 100% recomendado.

Fantástico restaurante. Muy buen menú y camarera muy educada y atenta.

Sólo fuimos al restaurante y tanto el trato como la comida de 10, el pato y la merluza espectacularvolveremos sin lugar a duda