Hotel Rural La Puebla

Hotel idílico para desconectar.El servicio sin duda inmejorable.La comida tanto la cena como el desayuno buenísimos.Cenamos una ración de cecina que estaba riquísima y chuletas de cordero que también estaban para chuparse los dedos.El desayuno muy completo no falto de nada, cafe, zumo de naranja, fruta, tostadas y bizcocho.La habitación muy comoda y limpia, un verdadero descanso con la cascada de fondo.Es verdad que para llegar al hotel hay que subir una cuesta, pero vale la pena por la zona donde se encuentra. La recomendación es llevar una mochila que sea comoda ya que con una maleta de ruedas va a ser una experiencia muy graciosa.Gracias!!!

Es un hotel rural estupendo, bien situado, limpio y con servicios de restauración. Está situado en lo alto del pueblo y tienes unas vistas magníficas del entorno. Puedes elegir entre alojamiento en habitación o apartamento. El desayuno es muy completo, con zumo de naranja, fruta, embutido, pan tostado (con tomate, aceite, mantequilla, mermelada, etc.), bizcocho y por supuesto, café, infusiones o cacao. El personal nos atendió muy amable y profesional.

Hemos pasado un fin de semana en familia estupendo en un apartamento de los que ofrecen. Espacioso, limpio, con buenas vistas y bien equipado. Lo aconsejamos!

Muy recomendable. Hotel acogedor con una vistas fantásticas. Habitaciones muy limpias y servicio muy atento. Si el tiempo lo permite no os podéis perder las buenas cenas en la terraza.

Un pequeño hotel construido junto al monte, tiene unas vistas preciosas, las habitaciones y el baño super limpios, la cama y la almohada muy buenas, el personal muy atento y la comida del restaurante de categoría y muy buen precio. Por la mañana el desayuno, variado y muy completo. Sin duda lo recomiendo.

El hotel está bien, hay que tener en cuenta que es un 3 estrellas y que no hay que ser tan exigentes como uno de 4 o 5. La atención ha sido muy buena, los desayunos muy bien y la cena que hicimos en su restaurante, perfecta. Lo peor es la ubicación. Está en la parte alta del pueblo, con un acceso bastante delicado, no tiene zona de aparcamiento, aunque se puede dejar el coche, si hay sitio, al final de la calle de la iglesia, donde comienza el camino al Mirador de Orbaneja del Castillo. Desde ahí, bajando un poquito está el hotel.

Nos hemos alojado un par de días y hemos estado en la gloria. Muy tranquilo y en un entorno inigualable. La atención de maravilla, las habitaciones amplias y limpias. Los desayunos muy ricos. También hemos cenado allí y desde luego hemos comido de maravilla, estaba todo riquísimo. Gracias

Sitio con el encanto que le da su ubicación, a título personal me ha gustado mucho y para mi lo que más valoró es la atención por parte del personal. Y el propietario un señor con un don de gente y atención esmerada honestamente agradecido por la atención el precio más que razonable te incluye un desayuno más que suficiente para lo que pagas por el alojamiento. También cenamos en el restaurante del hotel comida muy rica sencilla bien elaborada y muy acorde con su precio sin duda repetiría en cuanto tenga oportunidad. Gracias.