Parador de Oropesa

El hotel es el antiguo palacio de los condes de Oropesa. Tuvimos la suerte de que nuestra habitación daba al castillo, con unas vistas inmejorables. La cama cómoda y el baño correcto. El sistema de interruptores es un poco confuso, pero una vez que lo entiendes no es un problema. Se nota la dificultad de adaptar las comodidades tecnológicas a un edificio antiguo con restricciones de Patrimonio. El personal, amable y eficaz. Disfrutamos de la piscina y de la restauración (que comentaré en el restaurante) con un trato esplendido. Han sido unos días de 10 en un entorno inmejorable. Muy recomendable.

Hemos celebrado nuestra boda aquí y no podemos estar más contentos con la elección. Nos casamos en nuestro pueblo y la comida fue en el parador pero casarse en el parador también es recomendable porque el entorno es...idílico y las instalaciones también. Cuando entras viajas a la época medieval pero con todo el lujo del mundo. Las habitaciones son majestuosas y comodísimas. Parece un cuento. El personal está más que a la altura del lugar ya que te atiendo siempre con una sonrisa y siempre siempre están atentos a los detalles. Muchísimas gracias por hacer perfecto el día de nuestra boda y gracias especialmente, una vez más, a Elena por no quitar nunca la sonrisa y tratarnos con tanto cariño.

Cafetería muy bonita y tranquila, con ambiente encantador. Tiene mesas fuera en los soportales del parador. Las vistas hacia el castillo son espectaculares.

He pasado una noche en este Parador y no he podido salir más contento. Desde el buen trato recibido por los recepcionistas, que me dieron muy buenas recomendaciones para comer por la zona, hasta las habitaciones y la riquísima cena en su restaurante. Todo ha sido una maravilla. Hacer especial mención a las croquetas y los lomos de lubina, los cuales nos han encantado. Gracias!

El antiguo palacio condal de los Álvarez de Toledo alberga este excelente parador, con habitaciones amplias y cómodas, desayuno abundante y variado y un excelente servicio de restauración centrado en la gastronomía de la zona. Destacar sobre todo el excelente trato y la amabilidad de todo el personal del Parador, siempre atentos a que no falte ningún detalle para hacer nuestra estancia lo más cómoda posible.

Impresionante parador con formidables salas y habitaciones. El restaurante está bien aunque sus platos son algo escasos en la cantidad de comida. La habitación adaptada está muy bien. Está todo adaptado y se puede ir hasta la piscina, aunque me quedé con las ganas de bañarme pues la piscina no tiene ayudas técnicas. Una pena.

Fuimos a pasar el el 23 de octubre y salimos el 24, nos dieron la habitación 206 y desde que entramos en el patio por el arco vivimos una situación de cine, el Parador y de frente e castillo es algo único que ver, la señorita de recepción nos facilito muchísimo la visita y la información ya que al ser lunes no había oficina de turismo.Nos dio planos, indicándonos lo más importante para visitar y nos lo hizo muy fácil, y al día siguiente era mi cumpleaños y me obsequio con una lámina del Parador y el castillo, estamos muy agradecidos por el trato recibido de todo corazón, muchísimas gracias

Precioso edificio. La habitación muy amplia, camas grandes muy cómodas y un baño grande completo y con una presión de agua fantástica.La piscina genial y el jardín donde están las hamacas invitan a disfrutar de un buen libro bajo la sombra de los árboles.El servicio de cafetería y restaurante bueno y buen precio. El personal muy amables y agradables.

De los paradores más bonitos y en un lugar precioso. La habitación amplia y bonita aunque con un baño un poco estrecho.Los desayunos y la comida de fábula como de costumbre. La atención amable y profesional.Me ha gustado mucho el hecho de que hubiera fotos y reseñas en las paredes, de cómo fue la creación del parador, de cómo fueron y que se hicieron en las distintas dependencias. Y conocer que fue el primer parador en un lugar histórico. Una maravilla.

Magnífico Parador en un enclave único y privilegio, compartiendo espacio con el Castillo de Oropesa.Sus instalaciones reúnen más de lo necesario para un fin de semana de descanso.El comedor es amplio y luminoso, con un servicio impecable y una cocina más que correcta.Sus salones son muy cómodos para un café o un aperitivo.Y todo bajo la dirección de María José, una profesional como pocas he conocido en el sector, cuyo conocimiento del medio, trato a clientes y personal, además de una inagotable simpatía y disposición, quedó de manifiesto en nuestra estancia.Sin duda que lo recomiendo y que repetiré.