Cañada Real

Paramos a comer a mitad de camino de Asturias y encontramos este restaurante porque vimos que había mucha gente. Tuvimos que esperar un tiempo hasta poder tener mesa libre. La comida de buena calidad y buen trato.

Calidad nefasta, ensaladilla de bote y calamares a la romana insípidos y grasientos (comimos uno y fuimos incapaces de seguir, la ración se quedó entera en el plato), no se puede hacer peor. La camarera también dejó bastante que desear con sus modales (morena, delgada y con gafas). Chica, si no te gusta tu trabajo o si tienes un mal día, los clientes no tenemos la culpa, deberías trabajar un poquito la amabilidad y la sonrisa, no es tan difícil…

Siempre que volvemos de Galicia paramos a comer, tienen menú del día y a la carta.Nosotros pedimos menú del día, está muy rico y el precio es razonable, se puede elegir entre 7 u 8 primeros, segundos y postre.Es un sitio limpio, el persona es amable y la comida muy buena

Paramos a desayunar, pedimos un sándwich mixto y una tostada de jamón. El sándwich, con el jamón rancio y el queso muy derretido y encima grasoso.La tostada de jamón , por llamarla de alguna manera, nos pusieron dos lonchas de jamón en el plato y un trozo pan. Nada recomendable

Paramos a comer y nos tuvimos que marchar porque había mucha gente cosa entendible porque era la hora de comer en hora punta de comidas.Nos pusimos en la cola del comedor antes de marcharnos y un camarero no fue especialmente amable al preguntar si quedaba mucho.... por lo demás, bien...

Paramos en este restaurante cafetería en nuestro viaje de vuelta de Galicia a Madrid. FATAL. El servicio nefasto pero sobre todo por dos camareras en particular las cuales no puedo dar nombres porque no estaban identificadas en su uniforme. Cuando nos sirven la comida, nos obligan a salirnos fuera porque estaban apunto de cerrar, y cuando vas a preguntarla o simplemente ir a recoger los platos que has pedido, te cierra con la puerta en las narices. Solo se libra el camarero, que ante tal situación se ha ofrecido a salir del restaurante para preguntarnos si necesitamos algo. NO VOLVEREMOS.

Los calamares a la romana los tengo dando vueltas por el estómago tres horas después, bueno el calamar, porque el resto de la ración quedó en el plato. Si a eso le añades una camarera antipática y desagradable ( alta delgada con gafas treinta y muchos, pelo corto) hace que el sitio sea para no volver y recomendar que nadie vaya

Paramos para comer de casualidad, todo un acierto, un menu variado y muy bueno, todo bien cocinado, buen producto y sabroso. La atención por parte de las camareras del restaurante fue impecable, buen trato, servicio rapido y atento. Nos lo guardamos en la agenda para cuando pasemos por aquí

Menú del día muy bueno y buen precio, el comedor grande con mesas separadas y buen ambiente, enorme barra y cafetería, también terraza y tienda. Los aseos muchos y limpios.