Restaurante San Remo

Nos ha encantado. Fuimos ocho personas con reserva y nos sentaron a la hora acordada. Desde fuera no da la sensación del tipo de comida y servicio que vas a encontrar dentro. La comida muy elaborada y con sabores muy bien conseguidos. En la carta cuesta elegir que comer. Los aperitivos de lo mejor, con bebida incluida. Los entrantes, espectaculares, los segundos abundantes y bien elaborados, los postres, qué decir y para finalizar postrecitos regalo de la casa. Menudo detallazo. El servicio bien organizado y con simpatía. Trajeron los platos en los justos tiempos. Los aseos, limpios y bien mantenidos. Por poner una pega, la paletilla creía que iba a venir con hueso, es decir, la tradicional y la que vino era la carne deshuesada en un lingote con salsa. El chef y el servicio se merecen una gran reseña. Comimos muy bien.

Carta variada, original. Buena atención. Entrantes en nuestro caso ensalada de burrata con buen sabor, patatas bravas originales y un pulpo con demasiada salsa que tapa" el producto original.Segundo

Nos quedamos para almorzar en nuestro viaje.No puede ser mejor sitio, las camareras son un encanto. Nos hemos sentido muy a gusto.La comida estupenda. Éramos dos: pedimos la ensalada de cecina, el revuelto palentino y unas sepias con patatas; y fue mucha cantidad.Se lo recomiendo a todo el mundo.

Hemos estado mi pareja y yo cenando hoy, 25 de Octubre, y tal y como hemos comentado al personal no será esta la última vez que nos vean en su establecimiento.Yo no soy de Palencia y aunque mi chica sí, ninguno de los dos habíamos estado previamente.El trato ha sido muy bueno tanto por el camarero de sala como por el propietario que nos ha dado en mesa una explicación previa de cada plato. Muchas gracias a ambos.Comenzábamos con unos pequeños aperitivos muy sabrosos de unas mini croquetas de foie mi-cuit y unas milhojas de queso de Villerías y ahumados a los que acompañaban sendas copas de un vino joven.Continuamos con unas exquisitas y cremosas (casi líquidas) croquetas de Bogavante realmente sensacionales que compartimos de entrantes con un brioche relleno de melosa carrillera con hongos. Un gran comienzo.De segundo yo tomé un lingote de paletilla de lechazo deshuesada y desmigada, acompañada de cubitos de manzana osmotizada con martini blanco. Un plato realmente recomendable.Mi pareja ha optado por unos espectaculares chipirones.De postre hemos compartido una torrija casera con helado de vainilla.Hemos salido absolutamente encantados.Uno de Castro ;)

Desde luego es un sitio para repetir. Tiene una carta estupenda donde apetece probarlo todo! Mis platos fueron una pasada de ricos. La calidad se nota y el precio también, pero merece la pena!

Una cena espectacular,una ensalada de pulpo buenísima y unas croquetas de carabineros y azafrán estratosfericas

Recomendable establecimiento para probar sus deliciosos platos.Nos dejamos guiar por las recomendaciones del chef y fue un acierto.PROBAMOS UNOS PLATOS DELICIOSOS Y MUY ORIGINALES.La presentacion en la mesa sorprende y el trato fue muy correcto.

Exquisita comida, con platos muy ricos, el servicio es amable pero hay detalles que dejan que desear, incluyendo el precio que es bastante elevadoPuntos positivos:- Comida rica, los platos son caseros y de muy buena calidad, la verdad que la cocina es estupenda. Las carnes son una maravilla. Recomendación total: el solomillo con foie de pato, y el tataki de ternera- Las cantidades eran correctas- Al entrar, nos ofrecieron un aperitivo de vino blanco espumoso con pimientos rellenos, espectaculares- Los camareros son amables, muy pendientes del servicio y muy profesionalesPuntos negativos:- El precio. A pesar de tener una comida exquisita y un buen servicio, los precios siguen siendo desorbitados. Para dos personas pagamos casi 100€ por una comida sin bebida- Te cobran por todo. Hay suplemento de cubierto, cobran el pan a parte. Pedimos un tupper para llevarnos las guarniciones que nos sobraron, eso sí pagando a 1€ cada plástico.- De la carta, la mayoría de platos que queríamos pedir no estaban disponibles en ese momento. Habíamos venido precisamente para probar platos típicos palentinos y no pudimos disfrutarlos (por ejemplo, los caracoles, la menestra y los pucheros no hacían en ese momento)- Nada más llegar a la mesa, nos encontramos una botella de vino. Le dijimos al camarero que no habíamos pedido la botella y nos dijo que era por si nos apetecía beberla (como si tuviéramos un sacacorchos y dos copas encima). En cualquier restaurante, las botellas de vino se piden sobre carta, cuando se pide, y no se dejan en la mesa antes de que se sienten los clientes...En definitiva, el restaurante es recomendable, pero hay que tener en cuenta el aspecto económico a la hora de degustar los platos.

Excelente, comimos a la carta, todos los platos buenísimos, la atención de todos los camareros muy atenta y presta, tiempo para comer pero pendiente q los comensales no dormiten entre platos, justo enfrente hay centros comerciales q te permiten tener siempre aparcamientos

Simplemente maravilloso. Comida y atención de 10. Excelente relación calidad - precio. Se puede decir que San Remo es en gastronomía, lo que la Catedral en turismo... La Bella desconocida ... Totalmente recomendable para aquel que aún no haya ido.