ROAN Asesoramiento Inmobiliario

El proceso de compra de un inmueble a través de Alberto ha sido más fácil de lo que esperaba. Me han atendido siempre de una manera efectiva y con una comunicación rápida.

Mala! Experiência mala! Son unos mal educados y tratan a la gente como si estuvieran haciéndonos un favor! No recomiendo!

Agradecida infinitamente por la gestión tanto de Juanma como de Eva. A Juanma agradecerle la cercanía y buena disposición para siempre responder nuestras inquietudes. Gracias a ellos tenemos nuestra de casa de ensueño, mil gracias!!!

Ha sido muy sencillo vender mi casa con Roan. Me han acompañado a lo largo de todo el proceso sacándole el máximo partido al piso en tiempo récord.Un placer trabajar con ellos!!

Mi experiencia con el agente inmobiliario Alberto ha sido totalmente desalentadora y frustrante. A pesar de ser un profesional en el sector inmobiliario, Alberto no muestra ni la más mínima cortesía ni profesionalidad.Una de las primeras cosas que me molestaron fue su falta de seriedad en la comunicación. En lugar de respetar mis preferencias de comunicación, Alberto insistió en llamarme por teléfono, ignorando mi solicitud explícita de que se me contacte por Whatsapp. Esto no solo demostró una falta de respeto hacia mis preferencias personales, sino que también interrumpió innecesariamente mi día laboral, ya que yo también tengo que trabajar.Además, Alberto mostró un enfoque totalmente descuidado y negligente en la búsqueda de propiedades para mí. En lugar de centrarse en la zona que expresé interés, Alberto me envió enlaces no relacionados con la ubicación que yo había solicitado. Esto no solo demostró una falta de atención a los detalles, sino que también me hizo perder un tiempo valioso.Lo que me sorprendió aún más fue la actitud de Alberto ante mi disponibilidad para las visitas. A pesar de que había un anuncio de una propiedad en Simancas, Castilla de la Mota que estaba disponible, Alberto aseveró que no tenía tiempo para mostrarla. Es mi entendimiento que el objetivo de un agente inmobiliario es facilitar las visitas a las propiedades, y esta falta de disposición contradice totalmente su rol.Como comercial en otro sector, estoy bien versado en cómo debe ser la interacción con los clientes, y la actitud de Alberto no solo es poco profesional, sino totalmente inaceptable. La seriedad y el respeto hacia los clientes son cruciales en cualquier tipo de negocio, y lamento decir que Alberto no posee ninguna de estas cualidades.Finalmente, me gustaría concluir diciendo que el servicio prestado por Alberto ha sido pésimo. La falta de profesionalidad y seriedad en su trato ha resultado en una experiencia negativa para mí. Yo, como cliente, merezco un trato mejor y no tengo tiempo para este tipo de servicio ineficiente e irrespetuoso.

Visite un piso con ellos y cuando digo la oferta que pensamos podíamos dar por el piso de acuerdo a la inversion la comercial actuó como insultada y con un gesto de mala educación, cerró todo de mala gana y nos ignoro luego, la oferta fu e proponer de 180 a 150, pensando que la inversión que era tirar el piso entero eran como unos 40 mil , en un edificio muy viejo. Si los comerciales no están preparados para escuchar las ofertas y no saben cómo tratar al cliente es mejor no trabajar de comercial. Es la primera vez que nos pasa! Conocemos bien la zona y sabemos el tope de inversión en el edificio. No recomiendo para nada en particular al comercial que nos atendió.

Una experiencia de 10! Un trato muy personalizado y cercano, muy involucrados y atentos desde el primer momento. Su experiencia y profesionalidad les define.

Durante el proceso de compra de una vivienda he de resaltar la profesionalidad y el excelente trato recibido por parte de los profesionales Eva Maria Bezos y Javier.

Muy buen trato. Efectivo y amable. Alberto me ha ayudado en todo lo que he necesitado

No cogen el teléfono, de hecho se escucha perfectamente que cuando llamas levantan el teléfono (se escucha a los trabajadores hablar) y al segundo te cuelgan para que no les aparezca la llamada como perdida