Restaurante Levante Valencia

Nos recomendaron el restaurante para comer en nuestra visita a Valencia. Todo un acierto. Personal agradable, buen ambiente. Los calamares muy ricos y el arroz a banda exquisito. Lo comimos como es típico, directamente de la paella.

Restaurante bastante apreciado por los valencianos. Nos lo recomendó bastante gente a través de las redes sociales y, la verdad, es que vale la pena. La comida tiene buena relación calidad precio y, sinceramente, es deliciosa.El servicio es muy bueno. Los camareros y el somelier fueron muy atentos y nos asesoraron bien en todo momento sobre recomendaciones y qué pedir. Lo único que nos desconcertó fue que nos pusieran trabas para pedir dos tipos de arroces diferentes. Éramos una mesa de 6 y quisimos pedir paella valenciana y arroz del senyoret para 3 para probar diferentes cosas de la carta. Nos dijeron que por norma general no es posible pero que iban a hacer una excepción. No le encontramos demasiado sentido al asunto, en especial, teniendo en cuenta que el restaurante estaba a mitad del aforo.De entrantes pedimos dos raciones de esgarraet y mejillones. Aunque ambos estaban muy buenos, los mejillones nos gustaron bastante más. El caldo nos pareció exquisito. También pedimos croquetas que, aunque eran un poco caras, por su tamaño y sabor vale la pena pedirlas.Además probamos la paella valenciana y el arroz del senyoret. El segundo nos pareció bastante mejor que la primera por la intensidad de sabor. Aunque a la mesa le gustó bastante, para mí en concreto, la paella me resultó un poquito sosa. Sea como sea, ambos arroces estaban en su punto perfecto con mucha cantidad de ingredientes y muy ricos. Solo echamos de menos el socarrat.De postre pedimos cosas diferentes. Yo probé el helado de leche merengada y me pareció muy decepcionante. Nunca probé un helado tan insípido en mi vida. No se lo recomiendo a nadie. Si pudiera volver atrás pediría otra cosa. Por el contrario, los otros postres si que estaban buenos.Aunque pasamos un buen rato y, en general, todo fue bien, no le doy 5 estrellas debido a dos cosas principalmente. La primera, el postre que no me gustó. La segunda es que fuimos a comer en agosto y, no sabemos por qué, el aire acondicionado parecía no funcionar o no funcionaba al máximo de capacidad. La cuestión es que pasamos muchísimo calor. Tanto que alguno que otro de la mesa se tuvo que levantar a echarse un poco de agua fría en la cara y el cuello.Salvo por estos dos últimos puntos, vale la pena hacer una visita a este restaurante.

Personal y local agradables, son rápidos en la atención. Hemos estado en familia dos veces, esta vez hemos escogido el menú degustación y para cuatro hemos salido contentos y llenos. La primera vez pedimos la paella valenciana (entre cinco nos costó acabarla pero está buenísima) y esta segunda hemos elegido el arroz abanda. Las croquetas que probamos eran unas de atún y otras de queso viejo. El año pasado pudimos hablar con el chef, que es majísimo y nos explicó que tienen huerta propia. La distribución de las mesas nos gusta mucho, ya que hay espacio entre los clientes y hay sensación de tener cierta privacidad.

Lugar muy agradable con un muy buen servicio. La comida exquisita, una amplia carta de arroces, los cuales son aptos para celíacos. De la carta de postres, también muy amplia, solo es apta un pastel de calabaza y helado. Repetiremos en nuestra próxima visita a Valencia. No puntúo el cinco por dos motivos, no tener la carta para consultar online y a pesar de que los precios son equilibrados en casi toda la carta, la cuenta queda algo inflada con determinados postres y bebidas.

Muy rico y abundante el menú de 31 € con paella a elegir incluida

Tiene muy buen nombre por la trayectoria del padre del dueño, y por tanto del propio dueño. Me invitaron a comer y fui con muchas expectativas, gran error.Ningún plato me pareció fuera de lo normal"

Estuvimos 4 personas para celebrar mi cumpleaños. Pedimos el menú que tienen preparado (4 entrantes al medio, un arroz y surtido de tartas: 31€)Uno de los comensales no quería arroz y no pusieron ningún problema: cambiaron por un entrecot abonando la diferencia de coste con respecto al arroz. Muy recomendable

De 10!Comida entre amigos.El restaurante muy limpio y bien decorado.En este caso, estuvimos en una zona reservada.Desde la llegada, el personal, muy educado y atento.El tiempo en servicio entre platos, muy correcto.La comida, de sobresaliente.Croquetas buenísimas.Púlpitos impresionantes. No había nada que se escapará de unas buenas palabras.De principal, tuvimos fideuá de pato y foie, (impresionantemente buena), y paella tradicional (muy acertada en cuanto a sabor).Las raciones fueron más que cumplidas, y dio para repetir.Cómo punto negativo, el agua filtrada, y los postres en comuna.Respecto al agua, me pongo enfermo de ver cobrar, agua de grifo, a precio bastante por encima de agua de manantial.Y lo de los postres en comuna...pues lo veo un poco...querer y no poder para el comensal. Si tuviera un restaurante, no lo ofrecería.Soy de los que opino que cada uno pide el que le gusta.Buen café para acabar.La estancia y el ambiente fueron más que tranquilos.Sin ninguna duda, repetiré, y lo recomendaré.